Momento de exilio

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-¡VENGA WILLY!

-¡VENGA!

-¡OTRA COPA! ¡OTRA RONDA!

-¡VENGA, DI QUÉ SÍ!

Exilio.

-¿Qué dices...? ¿En serio tan poco tomaras?

-¿Poco? ¡Uh chaval! ¿Me ves cara de niño?

-¡DENLE OTRA AL NIÑO CHINO!

Se le denomina al hecho de estar lejos de tu lugar natal, de lugar donde perteneces.

-¡VAMOS WILLY!

Y yo hace mucho, estoy en un momento de exilio.

-¡VAMOS DAVID!

Lo único que suelo hacer bien cuando estoy de viaje, es emborracharme, pasármela de fiesta en fiesta, esto de YouTube tiene sus ventajas, claro está. Y entre ellas, está, el nunca estar lejos de una fiesta, o nunca, no estar en la lista.

Las mujeres bailaban entre ellas, dando luz verde a los hombres, que estaban esperando sentados en el sillón, con un vaso de alcohol en sus manos, sin querer esperar un poco más, yo también estaba borracho, con la temperatura subiendo, gradualmente.

-¡¿Quieres ir a bailar tío?!

-¡No, paso!

El humo que inundaba la discoteca, me comenzaba a drogar. El último día en San Francisco, mejor pasado, nunca pude haberlo hecho.

Las luces de colores eran el único brillo que teníamos en ese lugar. La marihuana, el cigarro, el alcohol, era lo que llenaba esta discoteca. Sin querer apartar mi vista de mi vaso, debido al mareo, me senté apoyándome en la mesa. Tenía nauseas, quería vomitar. Pero si me ponía de pie, lo más probable era que me cayera, me desplomara como una palomita. Y eso era inaceptable.

David, en cambio, un campeón de Black ops de habla hispana, me tenía cuidando todo el rato.

-¿Qué te pasa? - Me preguntó, casi inaudiblemente, pues el sonido de la música, lo opacaba por completo.

-¡ESTOY JODIDO! - Grité comenzando a reírme, él me siguió la risa, sin entender realmente nada por lo que estaba pasando. - ¡La vida es una puta conmigo! - Me descojone de risa, queriendo ocultar las lágrimas que estaban a punto de salir. Pero me tacharían de típico borracho; mejor ríe, todo es más fácil de ocultar con una curva en tus labios.

-¡TODOS ESTAMOS JODIDOS! - Dimos golpes en la mesa, debido a la risa, yo sabía que no actuaba en mis cinco sentidos, más de diez vasos pequeños, llenos de un alcohol, que en cien si a cierta, no sé si es solamente alcohol... La droga también es muy común en estos lugares.

La noche pasaba, la una de la mañana, y el ambiente apenas estaba comenzando, digamos que somos mañaneros en las fiestas, solamente por no encontrarnos con más gente que nos conozca. Sin contarnos nada de gran relevancia, David comenzó a contarme su vida, que sin yo prestar atención, lo miraba con interés. ¿En estos momentos... David me parece atractivo? Todo era posible estando ebrio. Pero culpar al alcohol, es mucho pensar...

Y así fue, mi poca cordura se comenzaba a agotar, mientras que nuestros cuerpos, comenzaban a encenderse. Me puse de pie, él también lo hizo, nos dirigimos a la parte superior de la discoteca, donde habían líos, gente dándose el lote, y demás.

Nos recostamos en la barra que había, en un balcón que tenía la disco. Malo era, lo sé. Puesto que cuando estás borracho y el aire te da en la cara, el mareo es jodidamente abrumador. Entendiendo poco de lo que estaba pasando yo, David me daba consejos de amor, cuando yo fácilmente, podría escupírselos en su cara.

SICKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora