Opción 3, cegarse

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Esperaba en la sala, sentado, mirando las manecillas del reloj avanzar, poco a poco. Como si no entendiese porque estaba sentado ahí, miraba perdido a la nada. El silencio del tic-tac comenzó a calmarme. Lejos de estar triste, estaba desbordando felicidad, mi sonrisa lo notaba. No pensaba en lo que pudo haber hecho mientras no estaba conmigo, me queda claro que no he sido el único que ha estado en su cama, sin embargo, sé que he sido el único que lo ha podido poner así. Tan feliz y tan triste al mismo tiempo. Confundido de sus emociones y de su sentir. Su pensar y su creer. Sus principios se rompen porque yo soy la razón, el motivo, y nunca pensé ser tan grande para nadie, y él me ha demostrado que puedo ser la razón del todo.

Mi móvil comenzó a sonar, la llamada que me prometió aquí estaba. Rápidamente lo cogí, y contesté.

-Hola – Dije sonriendo, mientras me llevaba la mano izquierda a la cabeza, y recostaba mi espalda totalmente en el sofá.

-Hola mi amor - Contestó él. Y a esto, no pude evitar sonrojarme. - ¿Te pusiste rojito, verdad?

-Sí - Respondí sin evitar reír. - ¿El vuelo bien, no?

-Sí, hubo turbulencias pero todo estuvo bien

-Que bien, que bien – Dije sonriendo como un tonto.

Durante toda la llamada fue así. Mi noche, su mañana. Mi sonrisa, su sonrisa, nuestro pecado. Nuestros errores. Sin importar nada, hablamos durante tres horas sin detenernos, hasta el momento en el que mis ojos se cerraron, y sin escuchar más, me quedé dormido en el sofá.

Y juro por Dios, que sentí como el tiempo retrocedía, y esta escena se me hacía tan familiar, que dolía, porque me hacía sentir feliz, vivo. Como solamente él podía hacerme sentir. Recordé las veces en las que yo estaba de viaje y hablaba con él hasta quedarme dormido, recordé los mensajes por la mañana, un "Buenos días, mi vida, te amo", algo... así.

Tan simple y discreto, que te causa gracia el efecto.

Al despertar fue como en los viejos tiempos, un mensaje de "Buenos días"  y una sonrisa en mi rostro dibujada inevitablemente. Sentí como las cosas se acomodaban de tal forma, la que siempre estuve esperando poder sentir.

-¿Grabamos? - Le dije enviándole una nota de voz. "Vale", me contestó de la misma manera.

Y sí, ese día...

-¡WILLY COMPAÑERO! - Volví a subir un vídeo.

-¿Qué pasa Vegettita? - A su lado.

***

"¿Volvieron?"

"¿Serán novios otra vez?"

"¡WIGETTA VOLVIÓ!"

"¿vegetta porqué no subías vídeo con Willy?"

"¿Se habían peleado?"

"¿Qué fue lo que pasó?"

Causamos polémica, eso era seguro.

-Tío - Y no solo entre los fans, si no también entre amigos. - La gente piensa que volvimos - Susurró él riendo, mientras yo le seguía la risa.

-Ya - Contesté mirando los mensajes en Twitter.- La gente está flipando, en serio

-¿Qué les decimos? - Y yo me quedé callado, pensando en la respuesta más obvia. - ¿Qué arreglamos nuestras diferencias?

-SÍ - Respondí tranquilo, recargándome en la silla y juntando mis manos encima del pantalón. - Siento que si les decimos que nunca estuvimos peleados sería mentir demasiado, pero podemos decir que sí, lo estábamos, pero ya no, o...

SICKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora