Chantaje

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Atención: Este capítulo contiene material +18, chico con chico.

Estoy viviendo las mentiras más sinceras que jamás pensé poder sentir, estoy jugando con la ironía del momento y aunque quiera parar no puedo; porque simplemente esto es el cielo y mi infierno, así que si tengo que morir en esto pulverizado o en alas blancas, lo haré con gusto. Si esta es mi condena por amar sin límites, tendré que ser consciente de que yo mismo cogí la carga. Después de todo; los pecados capitales no son tan malos como los describen, si la lujuria es uno de ellos... ¿No será porque nos acerca más al cielo?

Dios no puede saber que nos sentimos como él se siente, por eso es capital.

Mi llegada al hotel había sido oportuna, destruyendo el papel que le había dejado la noche anterior, sonriendo de cierta forma en la que sabía, me había salido con la mía. "Frank está dormido, todo está bien"  pensaba.

Pero tan pronto como llegué, tan pronto me metí a la ducha para quitarme su sudor y su olor. Tenía en el rostro la expresión más calmada que podía dar el recuerdo de la noche anterior, lo volvía a tener, como a mí me gustaba. Con todo y sus altibajos, lo tenía conmigo. Y eso me hacía feliz. ¿Qué más necesitaba ahora? No quiero que nadie me despierte de esto, si es una mentira, quiero vivirla, si estoy ciego, no quiero volver a ver. Solo sé que este pecado me hace sentir en el cielo y al mismo tiempo arder en el infierno, porque se siente tan bien, que duele.

Sus labios, su cuerpo marcado de una forma completamente distinta, la cicatriz que tenía en el abdomen por el encuentro con el asaltante, de cualquier forma... su cuerpo había cambiado totalmente, pero la sensación familiar de su calor recorriendo por el mío, era exactamente la misma. Incluso podría decir más reconfortante, más cálida, más sincera. Sus ojos llorosos, sus gemidos, sus gritos, la manera en la que sé qué tengo que hacer para que llegué a la cima, y a su vez, su voz. Mi punto débil y a la vez el más tentador.

"Te quiero comer a besos de nuevo". Hoy en la mañana había sido de nuevo otro round, hacer el amor y besarnos hasta quedarnos sin aire. Había sido un reencuentro digno de querer seguir, digno de no poder disipar todo lo que teníamos en mente. Que éramos solamente nosotros.

Me di cuenta de que llevaba demasiado tiempo en la ducha, y sin secarme antes, salí del baño para ponerme la toalla. Frank dormía como un niño cansado, y yo por mi parte, no podía apartar mi vista del reloj, casi era momento de irnos.

Vistiéndome rápido, para no dejar que viera mi espalda arañada, pude despertarlo después con un gritito extraño, él se levantó rápido sin hacer mucho ruido, tenía la cara derruida en cansancio, y al momento de abrir los ojos y verme, me sonrió.

-Hola – Fue lo único que dijo para ponerse de pie y entrar al baño. El saludo había sido bastante peculiar, como un desinteresado "Hola de nuevo". Quizá la pelea haya sido suficiente motivo como para causarle desinterés. O realmente... no lo sé.

-¿Estarás enojado? - Pregunté sentándome en la cama. Cogí mi móvil, y en cuanto miré la hora, pude sentir una ligera felicidad momentánea, como si el tiempo que había pasado sin él... me hubiera traído a la mente varias cosas.

"-A veces pienso que estás más lejos de mí al tiempo que pasas conmigo" ¿No sería exactamente lo que va a pasar... conmigo?

Esta vez seré yo el que esté lejos. Pero si él lo soporta, podré vivir tranquilo. Además... ¿Por qué perderme si ya lo he encontrado? ¿Por qué perderlo una vez conseguido de nuevo? ¿Por qué?

Sé que las cosas no van a marchar bien, y eso lo supe desde el momento de sentir sus labios otra vez, desde nuestro segundo primer beso ¿Ironía? Quizá. Una vez prometido que no lo dejaré, no dejaré que mis deseos lo destruyan, haré que todo valga la pena. Haré que todo funcione, él no se enterara de nada y yo...

SICKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora