Supuestamente enamorado

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ATENCIÓN: Este capítulo contiene material +18, se recomienda discreción.

Las lágrimas siempre han caído con motivos, grandes o pequeños, desde que tengo memoria soy un llorón. Pero ahora no comprendo realmente porqué lloro, ¿Por quién...? Nada tiene sentido si me pongo a pensar todo por un momento, lloré por Frank, lloro por Willy, pero sin embargo... estoy llorando por mí ahora.

No entiendo qué quiero, soy una persona completamente indecisa ahora, y no puedo remediarlo. Comprendo, tengo el corazón roto, es la primera vez que lo siento en serio, o quizá la segunda... Pero yo sí puedo decir lo que es tener el corazón roto, una frase cliché, con un sentimiento que es completamente distinto en cada persona, por lo menos en la mía, este mar de sensaciones y emociones, me están arruinando entero. Sin poder dar un paso certero, sin poder pensar con claridad sin echarme para atrás. Sin poder sentir con sensatez porque todo está alrededor mío, dando vueltas y vueltas, gritándome en la cara lo  jodido que estoy ahora.

Pero eso nadie lo entiende, y por alguna razón, a todos les importa.

Era de noche. Una noche bastante lluviosa, estos días en Madrid con lluvia fría provocan en mí más que solo una abertura, más que una fisura. Prefería quedarme en casa y grabar, pero ahora mismo, incluso fingir ya es demasiado pedir. Pero salí de mi casa, decidido a pedir perdón, porque si él me perdonaba... podría por lo menos descansar un poco en paz.

"Te perdono Samuel",  pero sé que no lo dijo en serio. Miré esas lágrimas frías caer desde su rostro, deslizarse por sus mejillas, a pesar de confundirse con las gotas de lluvia... a pesar de no haberlas visto en su momento, ahora que lo recuerdo, el color rojo de sus ojos decían más que solo un "Te perdono"  hipócrita y falso, forzado a no querer tener remordimiento o penas que lo entorpecieran, era mucho más que eso. ¿Qué hicimos estando juntos? ¿Qué pretendíamos lograr hacer?

¿Qué fue lo que hice contigo?

Tomando un taxi, me senté en el asiento un poco más nervioso que de costumbre, las palabras no llegaban a mi boca como una simple acción espontanea, era algo así como... una razón invisible que te está diciendo "DETENTE", antes de tan siquiera empezar. "¡LE VAS A VOLVER A HACER DAÑO!"  Pero no sé porque estoy yendo... "¿Te has dado cuenta...? Lloró por tu culpa"  Pero no quiero dejarlo solo, es una sensación de culpa tan grande, una fuerza tan intensa, que me dice que tengo que protegerlo, que me dice que tengo que remediarlo.

Me siento como el verdadero asesino en este triangulo de desamores y mentiras.

Quisiera poder despertar del todo, pero aunque sepa la verdad, me cuesta reconocer que la única opción que tengo, es aceptarlo, me estoy enamorando de él. Es mirarle la cara al tonto. El tonto más grande que intenta vérsela a sí mismo...

Y entre tanta mierda en la cabeza, llego de nuevo a esta casa con rosas muertas en su puerta. Camino con pasos nerviosos y cobardes, sé que no tiene sentido. Pero aquí estoy de nuevo. Comienzo a sentir mi corazón latir con fuerza, tengo miedo. No quiero hacerle daño a nadie, pero tampoco quería olvidar todo de una vez por todas. Soy un hombre masoquista, pero detesto verme llorar. Soy un hombre indeciso, pero sé que quiero no hacerlo sufrir. Tengo el corazón roto, así que quiero excusarme con ello.

¿Si decido quedarme me recogerías, Frank...?

Toqué la puerta dos veces, esperando ahí, mojándome entero por la lluvia fría. Pero nadie contestó. Toqué el timbre esta vez, y escuché al fondo un "¡Voy!".  Cerré mis ojos, ¿Qué estaba haciendo? ¿Aun era momento de correr?

-¿Sí...? - ¿Qué se supone que estoy haciendo? - ¿Sa...muel?

-Frank - ¿Por qué te estoy haciendo esto? - ¿Puedo pasar?

SICKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora