Capítulo 14

318 27 5
                                    

N/A: Bueno bueno bueno, se que dije que tardaría un poquito más en subir capi pero...que le voy a hacer, no puedo resistirme jajajajajajaja

Muchas gracias a todos y todas aquellos que os molestáis en dejar una review, creo que si en este capi veo más reviews que en anteriores, subiré el prox capi (que promete y mucho) antes de que acabe el fin de semana jajajaja

Espero que os guste la cita perfecta, al menos lo es según Rose, lo será para Beckett?

No me enroyo más y a disfrutaaaaaaaaaar!



.
Seguíamos dentro del coche, Beckett con los ojos vendados y yo sin parar de mirarla.

Notaba su respiración agitada, estaba casi más nerviosa que yo, así que cogí su mano para intentar tranquilizarla, aunque en el fondo, yo también estaba histérica.

- Tranquila, no voy a hacerte nada malo Beckett - susurré suavemente en su oído.

Pude ver como se le ponía la piel de gallina ante mi susurro mientras se mordía el labio. Intenté controlar mis impulsos de besarla, sería muy fácil teniéndola tan vulnerable y nerviosa, pero quería que todo fuera perfecto y no estaba dispuesta a cagarla.

Después de unos minutos más en silencio, llegamos al destino.

Abrí la puerta del coche en cuanto paró, bajando de él, y acercándome a la puerta del lado de Beckett para que le fuera más fácil salir.

- No te quites la venda aún - indiqué - dame tu mano, yo te guiaré.

Ella se limitó a sonreír, me ofreció su mano, y salió del coche agarrada a mí. Nos acercamos hasta una mujer de pelo rubio que conocía muy bien y que nos estaba esperando en la puerta corredera de aquella cápsula.

- Ya está todo preparado señorita Castle, espero que esté todo a su gusto - dijo con una sonrisa.

- Gracias Michelle, seguro que lo está - le devolví la sonrisa.

La puerta corredera se abrió, Beckett se mantenía en silencio, dejándose guiar por mí. Cuando las puertas se cerraron, me coloqué detrás de Beckett.

- ¿Preparada? - dije acercando mis manos al nudo de la venda.

- Sí, creo... - dijo suspirando nerviosa.

Deshice el nudo con facilidad y dejé caer la venda. Beckett abrió los ojos poco a poco acostumbrándose a la luz del lugar.

Cuando lo hizo, abrió los ojos de par en par y me miró alucinada.

- Dios mío Castle, ¡estamos en el London Eye! - exclamó emocionada.

- Efectivamente detective - dije sonriendo por su reacción.

Gracias a Michelle, que trabajaba en una empresa de turismo, conseguí que me alquilaran una de las cápsulas del London Eye, por si no lo sabéis, es la noria más grande que hay en Londres, incluso en Europa, desde donde se puede ver la ciudad entera. La tenía alquilada por el tiempo que quisiera durante esa noche, además, accedió a decorarlo todo como le pedí. En el suelo de la cápsula, habían puesto una alfombra roja que se dirigía a una mesa decorada con pétalos de rosas rojas, dos velas y una exquisita cena elegida también por mí, esperándonos debajo de dos bandejas plateadas. La mesa estaba situada cerca del cristal, para que pudiéramos deleitarnos con la preciosa vista de la noche londinense mientras cenábamos. La noria emprendió su marcha sin que apenas nos diéramos cuenta del movimiento.

Mi historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora