Capítulo 20

333 23 5
                                    

N/A: Bueno, bueno, bueno!

Me tenéis loca con las reviews, no sabéis lo feliz que me haria cada palabra vuestra, así que os meréceis un incentivo y no os hago esperar más, aquí va un nuevo capitulo, espero que no os decepcione porque esto empieza a ponerse muy intenso =)

Miles de gracias a tod s y cada un de vosotros, en serio, jamás esperé superar las 50 reviews, me haceis sonreir muchisimo =)

Una especial mención a Lithet por su tiempo y su ayuda en todo =)

Y sin más dilación...Enjoy!



.
- Ya he llegado a casa, muchas gracias de nuevo por el paraguas, mañana te lo llevo junto a tu ropa - no sé muy bien porque lo hacía, pero le envié un whatsapp a Beckett sin esperar contestación.

Me fui a mi habitación, dejé el móvil sobre la mesita de noche, al ponerme cómoda, puse a lavar la ropa que Beckett me había dejado, y me sumergí entre las sabanas de mi cama, como si pudieran darme algún tipo de consuelo.

Cerré los ojos, intentado no pensar, algo que me resultó imposible. Oí mi móvil sonar, y rápidamente lo alcancé.

- De nada, no tengas prisa por devolverme nada. Buenas noches Castle.

- Buenas noches Kate - me limité a contestar.

No aguanté más y exploté, las lágrimas resbalaban por mi cara, lloré como nunca había llorado desde que pasó lo de mi pierna, con rabia, con desesperación.

Me odiaba, me odiaba tanto que incluso dolía, iba a perderlo todo por culpa de una estúpida inseguridad. A ella no le importaba, me lo había dejado claro, el único problema lo tenía yo, y necesitaba salir de ahí para poder seguir, seguir con lo que se estaba construyendo entre Beckett y yo, y de una vez por todas, dejar de cagarla.

Seguí llorando durante horas, culpándome, insultándome, hasta que por el agotamiento causado por tanta lágrima, caí rendida.

A la mañana siguiente, cuando abrí los ojos por el sonido del despertador, no era capaz de mover un músculo, estaba completamente agotada, sin fuerzas, no me veía capaz de ir a trabajar y menos aún, de enfrentarme a Beckett.

Así que fui cobarde, decidí llamar a la comisaría para decir que estaba enferma y que necesitaba quedarme en casa. Gates no hizo preguntas, simplemente aceptó mi excusa.

Pasaron algunas horas más, seguía tumbada en la cama, sin poder dormir, dándole mil vueltas a todo una y otra vez. Un whatsapp sonó, cogí el móvil de la mesita de noche.

- Ey Castle, ¿estás bien? - era Esposito.

- Sí tranquilo, he tenido unas decimas de fiebre y necesitaba algo de descanso - mentí.

- Vale, cuídate Castle, cualquier cosa, solo dímelo ¿vale?

- Te lo agradezco Javi.

Volví a dejar el móvil en la mesita, suspirando, la segunda vez que mentía en menos de 24 horas, me estaba luciendo. A los pocos minutos, el móvil volvió a sonar, lo cogí pensando que sería Javi de nuevo, pero entonces vi que era Beckett quien llamaba. Silencié el móvil, no me veía capaz de hablar con ella en esos momentos, con mi voz ronca de tanto llorar y sin saber que decir. De nuevo un whatsapp, sabía que sería ella, y aunque mi cabeza me decía que lo dejara estar, mi corazón no fue capaz de hacerlo.

Mi historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora