Capítulo 29

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N/A: Esta semana se me ha ido muchisimo de las manos, no esperéis que esto siga así que la inspiración no siempre es igual jajajaja

Aclarar que en el proximo capitulo os aclararé algunas cosas pk veo muchas dudas sobre ello

Espero que os siga gustando.

Muchisimas gracias x las reviews, en esta epoca ayudan mucho =D

ENJOY!



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- Por supuesto tía Martha, esta misma tarde si quieres - respondí con una sonrisa, adoraba a mi tía y tenía muchas ganas de verla.

- Estupendo cariño, ¿quedamos en el bar de siempre a las 5? - podía notar la sonrisa en su voz.

- Perfecto.

- Pues hasta luego Rose, tengo muchas ganas de darte un abrazo.

- Yo también tía.

Colgó y me dirigí a la habitación con los dos cafés en las manos.

- Buenos días otra vez detective - dije al ver como Beckett se desperezaba desde la cama al oírme entrar.

Ella sonrió al verme con las tazas de café y se sentó encima de la cama, me acerqué y le entregué la taza sentándome yo también.

- Qué bien sienta un buen café calentito por las mañanas - dijo con una sonrisa después de darle un sorbo - y más si lo preparas tú.

- A mí me sienta aún mejor abrir los ojos y encontrarme con una belleza como tú a mi lado.

Sonrió mordiéndose el labio y continuó tomándose el café.

- He oído tu móvil ¿era Espo con alguna noticia nueva? - preguntó mirándome.

- No, no era Esposito, era mi tía que vive en Nueva York, me ha dicho que está en Londres y que quiere verme - sonreí.

- Vaya, no me habías contado que tienes una tía en Nueva York - dijo algo sorprendida.

- Es la hermana de mi padre, nos vemos muy poquito pero le tengo muchísimo cariño, cuando mataron a mi padre se pasó una temporada aquí ayudándonos a sobrellevar la pérdida.

- ¿Y cuando habéis quedado?

- Esta tarde, a las 5, en el bar aquel que te llevé a tomar cervezas - sonreí al recordar aquella noche.

- Pero tendrás que salir de trabajar antes ¿no?

- Si no hay nada nuevo si, si ocurriera algo puedo llamarla para retrasarlo, aunque tengo muchísimas ganas de verla.

- Tranquila, yo te cubriré - sonrió y me acerqué a darle un beso.

- Gracias detective, es usted la mejor jefa del mundo - susurré a escasos milímetros de sus labios.

- No me hagas la pelota que no lo hago - se rió provocando que yo también me riera - anda, vámonos a trabajar que a éste paso no salimos nunca de la cama.

- No me de ideas detective, no me las de... - dije con voz seductora incorporándome para salir de la cama.

Dejamos las tazas en la mesita de noche, mientras Kate cogía varias prendas de su maleta, miré uno de los cajones, cogí toda la ropa interior que había y la metí en el otro cajón, para dejar ese libre.

- Kate - dije para que me mirara.

- Dime preciosa - contestó mirándome.

- Puedes poner tus cosas en este cajón si quieres - sonreí ampliamente - será tu cajón.

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