Capítulo 56

169 14 4
                                    

N/A: Muy buenas queridos lectores

Si, sé que me querréis matar y que no tengo perdón, al ver lo corto que es el capitulo, pero tenía escrito hasta aquí y no quiero haceros esperar más, así que espero que al menos por unos días os sirva para saciar el apetito de más y poder traeros un capitulo nuevo lo antes posible.

Espero que siga interesandoos esta historia.

Deseo que me comentéis y me dejéis muchas reviews para saber si os va gustando el camino de la historia o no

ENJOY!



.
Una vez en comisaria, el cansancio de no haber dormido nada en casi 24 horas empezaba a pesar, mis ojos se entrecerraban mientras me mantenía apoyada en la mesa mirando la pizarra con todas las fotos y pistas que teníamos. Un caso que parecía sencillo, se había complicado por el hecho de que ya no era un simple asesinato, si no que era un doble crimen.

Kate se colocó a mi lado, posando suave y discretamente su mano encima de la mía que se encontraba apoyada en la mesa, el anillo de compromiso rozó mi piel, provocando un escalofrío por mi cuerpo.

- ¿Estás bien? - preguntó mirándome al ver mis enrojecidos ojos.

- Sí, solo estoy algo cansada - dije bostezando, llevando mi otra mano sobre la boca para silenciar el bostezo.

- Es normal Castle, no has dormido nada.

- Lo sé, pero tú tampoco y en cambio pareces mucho más entera que yo - dije poniendo morritos.

- Mi cuerpo está acostumbrado a dormir poco, ¿quieres un café? A mí me vendría bien - dijo sonriendo.

- Claro, si sigo mirando esta pizarra fijamente un rato más me voy a quedar dormida.

- Anda vamos - dijo levantando su firme culo de la mesa e indicándome que la siguiera.

Nos tomamos un café que Beckett preparó ante mi atenta mirada sonriente, viendo como siguiendo mis consejos, ya tenía totalmente dominada la cafetera.

Mis ojos se encontraron con los suyos mientras permanecíamos sentadas en silencio en el sofá de la sala, disfrutando del humeante y exquisito café.

- Cada día te salen mejor - comenté cortando el silencio después de darle un largo sorbo.

- Gracias, he tenido a la mejor de las maestras - se mordió la punta de la lengua en una sonrisa traviesa.

- Eso no lo dudes - me llevé una mano al pecho mostrando falsa modestia.

- Vaya, si llego a saber que te lo tienes tan creído no lo digo - soltó una pequeña carcajada, de esas que endulzaban mis oídos y me hacían sonreír a mí.

- Chicas, tenemos algo, deberíais venir - dijo Ryan asomándose a la puerta, provocando que diéramos un respingo y le miráramos.

Nos dirigimos rápidamente hacia la pizarra con las pistas, Esposito estaba apuntando algo en ella.

- La chica se llama Sophie Lansda, 27 años, vivía en Cardiff pero estaba aquí visitando a un amigo, hemos hablado con el chico y nos ha contado que Sophie había salido con un ligue que conoció de fiesta la noche anterior, su amigo no sabía el nombre del ligue, pero ha quedado en venir a comisaría dentro de unas horas para que el dibujante pueda hacer un boceto de la cara del tío.

- Perfecto, buscad todo lo que podáis sobre la víctima, sus movimientos en las horas anteriores a su muerte y esas cosas - dije frotándome el entrecejo intentando despejar un poco mi mente, realmente estaba muy cansada.

Mi historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora