Capítulo 22 (+18M)

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N/A: Buenos días gente, hoy no tengo un buen día y me irian muy bien unas reviews para animarme así que a cambio os regalo un capitulo!

Espero que os guste!

Como siempre muchas gracias!

ENJOY!



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Ese mismo día, después de alguna que otra prueba para ver si todo estaba bien, me mandaron unos analgésicos por si el dolor se acentuaba y me dieron el alta. Al dármela tan pronto, Beckett no tuvo tiempo de venir al hospital, así que mi madre y yo decidimos irnos a casa en taxi.

Cuando pisé la calle, sentí un escalofrío, el miedo se apoderó de mí, las palabras de 'Knifes', de cómo me había estado observando durante días, volvieron a mi mente. Miré nerviosa por todas partes, pero no le vi por ningún lado, empecé a darme cuenta de que estaba actuando como una paranoica.

- Hija ¿estás bien? - mi madre notó mi nerviosismo y me miraba preocupada.

- Sí, perdona mamá, vamos a coger el taxi para llegar a casa cuanto antes - hasta en mi voz se notaba que algo no iba bien.

- Vale cariño - por su tono, me di cuenta de que no me creyó ni por un segundo.

Cuando cruzamos la puerta de casa, mis nervios se calmaron, permitiendo destensar mi cuerpo por fin, la ansiedad de pensar que ese cabrón me estaba vigilando, iba a provocarme un ataque al corazón.

Necesitaba relajarme, así que mi madre muy amablemente me preparó un baño de espuma y me sumergí en el agua sin pensarlo dos veces. La verdad es que me costó un poco entrar, mi madre se ofreció a ayudarme, pero me negué, necesitaba hacer este tipo de cosas sola. Con ayuda de las muletas y un poco de fuerza, conseguí entrar en la bañera.

Dejé caer las muletas a un lado, y en pocos segundos, gracias al agua caliente y el tacto de la espuma sobre mi piel, conseguí relajar mis músculos y mi mente.

Estaba tan relajada que me quedé dormida unos minutos, desconociendo lo que estaba pasando fuera de las cuatro paredes que formaban el baño de mi casa.

Suspiré, con los ojos aún cerrados, dejando que el aroma a vainilla que desprendía la espuma que cubría toda el agua inundara mis fosas nasales. Sin ser consciente de nada, completamente relajada, noté un suave roce sobre mi pecho, dejándome llevar, creyendo que era la espuma acariciando mi piel. Pero entonces, siendo un poco más consciente, me di cuenta de que era imposible que la espuma estuviera acariciándome de esa manera, ya que la presión, aunque era suave, se movía de lado a lado, ejerciendo más presión de la que una leve espuma podía ejercer.

Abrí los ojos precipitadamente, mirando hacia mi pecho y entonces fui del todo consciente de qué era lo que me estaba acariciando. Una esponja rozaba mi pecho, pero no se movía sola, una mano que reconocí enseguida la sujetaba.

- ¿Pero qué...? - ladeé mi cabeza, encontrándome los ojos de Kate mirándome intensamente.

Me tensé de nuevo y mi relajación desapareció casi por completo, moviéndome dentro de la bañera haciendo que Beckett retirara la esponja de mi cuerpo.

- Castle, relájate - susurró intentando llevar la esponja de nuevo a mi pecho.

- Beckett no... - intenté decir.

- Rose, la espuma cubre la bañera por completo, no veo nada, tranquila - volvió a susurrar con una voz tremendamente sexy.

- Mi madre...- susurré sin poder continuar con mis palabras ya que Beckett seguía ejerciendo sus caricias con la esponja sobre mi pecho, bajando suavemente hacia mi pecho derecho, rozando mi pezón.

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