Capítulo 37

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N/A: Holita queridos lectores

Como me encantan tanto vuestras REVIEWS, aunque me encantaría que hubieran más, ya sabéis, una siempre quiere más jajajaja

No sé si a muchos no os ha gustado el desarollo de la historia de Rick, pero a los que si han comentado, veo que si les ha gustado así que me doy por satisfecha

Bueno que no me enrollo más, veamos como continua! MUCHISIMAS GRACIAS A TODOS!

ENJOY!



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Beckett estaba sentada en su mesa, así que arrastré la silla desde la mía, y me coloqué a su lado. Ella seguía mirando unos papeles, haciendo ver que no notaba mi presencia.

- ¿Qué te ha dicho Rick? - le pregunté haciendo que ladeara la cabeza y me mirara.

- Perdona ¿qué? - disimuló.

- Oh vamos Kate, ¿enserio? - pregunté algo molesta.

- ¿En serio qué, Castle? Para qué me preguntas algo que ya sabes - volvió a mirar los papeles.

- ¿Qué es lo que sé, Beckett? - pregunté sorprendida intentando disimular que lo había escuchado todo.

- Castle, prefiero que mantengamos esta conversación fuera de la comisaria, pero que sepas que no soporto que me espíen.

- ¿Espiar? ¿Yo? - exclamé mostrándome falsamente ofendida.

Ella giró del todo la silla para ponerse delante de mí, cruzándose de brazos y levantando una ceja. Cuando se ponía así, me daba miedo.

- Vale, está bien, no he podido evitarlo Kate - bajé la mirada avergonzada por mi comportamiento.

- Ves, no es tan difícil admitir las cosas - sonrió satisfecha.

- Pero de verdad que me acerqué pensando que estaríais todos en la sala... ¿Dónde están Esposito y Ryan? - pregunté cambiando de tema al acordarme de que no les había visto.

- Han ido a hablar con el ex detective Dawson, ha llamado diciendo que tenía un rato libre y hemos decidido que fueran ellos dos.

- Joder Beckett, hubiera preferido ir yo... - resoplé algo molesta.

- Mira, no tengo ganas de discutir, ya he tenido bastante con aguantar a tu primo - puntualizó la última palabra provocando que frunciera el ceño - soy la jefa y mando a quien creo que tengo que mandar.

- Cómo estamos esta mañana, detective - me levanté de la silla y la llevé de nuevo hasta mi mesa.

Beckett lograba confundirme con mucha facilidad, a veces no sabía si estaba bromeando, si estaba enfadada de verdad o si simplemente le encantaba torturarme de esa manera.

En mi mesa había algunos informes por completar de otros casos pasados, así que mientras llegaban los chicos, me dispuse a revisarlos. Al cabo de pocos minutos, levanté la mirada de los papeles y miré a Beckett, la cual pillé mirándome y en vez de apartar la vista, volvió a levantar una ceja. Negué con la cabeza, y volví a mirar los informes, no entendía nada.

Sin darme tiempo a reaccionar, noté una mano sujetando mi brazo. Miré de reojo y me encontré a Beckett con cara de enfadada.

- ¿Qué he hecho ahora? - pregunté confundida en voz baja.

- Ven - dijo seria y autoritaria ejerciendo un poco de fuerza en mi brazo para que me levantara de la silla.

- Vale, vale, detective, ya voy - dije levantándome.

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