Capítulo 26

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N/A: Buenas gente!

Como estamos en época veraniega, me siento generosa, así que os traigo un nuevo capitulo, aviso que si tenéis el estomago sensible, no comas nada antes de leerlo jajaja

Muchas gracias a todas las reviews y sobre todo a los seguidor s fieles de este fic, me hacéis tan feliz!

Disfrutad mucho, y ya que os regalo capi, espero que me regaléis vuestra review, aunke sea para poner WTF jajajajaja

ENJOY!


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Entramos en la sala donde se encontraba la televisión, Esposito estaba allí, apoyado en la mesa, con el mando en la mano y observando atentamente las imágenes en la pantalla.

- ¿Qué es eso Espo? - pregunté poniéndome a su lado.

- Los forenses han encontrado un DVD enganchado bajo la mesa de uno de los despachos de la nave abandonada.

- ¡Qué! - pregunté sorprendida.

- Lo que oyes, el muy cabrón escondió un DVD para que lo encontráramos.

- ¿Había hecho esto antes?

- No, nunca.

Miré a la pantalla, Beckett y Ryan también se situaron delante del televisor para ver las imágenes.

Esposito le dio al play y en cuanto vi la primera imagen tuve que coger una silla para sentarme y no perder el equilibrio por el impacto de lo que estaba viendo.

El video empezaba con el Dr. Morgan aún con vida, atado a la camilla, con la boca tapada, el hombre se movía intentando liberarse, gritaba desesperadamente algo que no se lograba entender, parecía estar rogando por su vida. Se oyó una risa irónica y mi sangre se heló, conocía perfectamente ese sonido. En pantalla apareció 'Knifes', con una delantal de carnicero y un cuchillo eléctrico en la mano, llevaba una mascarilla tapando parte de su cara. Miró a la cámara y solo con ver sus ojos sabía que estaba sonriendo. Durante varios minutos, contemplé en silencio como 'Knifes' torturaba al pobre doctor, cortando su piel y partes de su cuerpo lentamente, recreándose en el dolor que le estaba provocando, disfrutando de cada segundo de tortura. De nuevo las lágrimas surgieron en mis ojos, mi cuerpo estaba completamente tenso, sentada en esa silla, con la barbilla apoyada en mis manos, impactada, sentí como mi estomago se revolvía y tuve que salir corriendo ante la atenta mirada de mis compañeros que también estaban en shock.

Corrí al baño, varias veces estuve a punto de caerme ya que no controlaba mi cuerpo y la prótesis se movía de su sitio a cada paso precipitado que daba. Entré en uno de los cubículos sin pararme a cerrar la puerta y vomité, sacando toda la frustración y el asco que esas imágenes me habían producido. Puse mis manos sobre la tapa del wáter, sosteniendo mi cuerpo ya que perdí el equilibrio y me encontraba de rodillas, con la prótesis a punto de separarse de mi muslo. Pero me daba igual, no podía pensar en nada, estaba en shock, llorando sin parar, sollozando, ahogándome en mi propia frustración.

Oí la puerta del baño abrirse y cerrarse de un portazo, pero no era capaz de mover un músculo, las nauseas volvieron arrojando de nuevo el vomito en el interior del wáter, entre lágrimas y respiraciones entre cortadas.

- Rose - levanté la vista de aquel agujero, Beckett me miraba con lágrimas en los ojos.

- Yo... - intenté hablar pero mi respiración no me permitía decir mucho más.

- No digas nada Rose, yo te ayudo - Beckett se puso de cuclillas delante de mí.

Miró mi pierna y vio que la prótesis estaba descolocada. Me miró a los ojos de nuevo y sin decir nada más, levantó la pernera del pantalón y colocó la prótesis en su sitio. En ese momento podría haberme asustado, podría haberme apartado, pero no fui capaz de hacer nada, mi cuerpo no respondía así que le dejé hacer sin quejarme. Beckett agarró mis brazos y haciendo fuerza, me ayudó a levantarme. Una vez de pie, colocó mi brazo alrededor de sus hombros, en ese momento me sentía como un peso muerto.

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