—Adele...¡Hey! ¿Sigues ahí?—dijo Simon por el teléfono pero yo seguía analizando la situación.
Estoy completamente segura que es Laura. Esta bastante lejos pero solo Laura se pondría un saco amarillo y unas medias azules que puedo ver desde donde me encuentro.
—Lo lamento Simon. Esque me distraje. ¿Qué te estaba diciendo?
—Que también estaban bien jaja.
—Oh si... Estamos bien...—mientras hablaba, seguí caminando hacia el centro comercial pero sin quitarle la vista al hospital. No puedo creer que Laura pueda estar... ¡Embarazada! Decidí apresurarme, ir a comer y después correr hasta su librería. Tengo que averiguar lo que pasa.
—¿Y qué haces? Te escuchas...
—Esque creo que acabo de ver a Laura al otro lado de la avenida y me dijo que estaría en su librería toda la tarde.
—Oh, ahora entiendo jaja. Bueno te dejó para que la sigas persiguiendo y yo seguiré trabajando en esto.
—Me parece perfecto. Adiós Simon.
—Te quiero. Cuídate Adele.
—Yo también te quiero—colgué.Entramos casi corriendo al centro comercial. Angelo iba encantado y riéndose.
—Corre peanut corre. Tenemos que ir con la tía Laura.
—Daaaa jajajaja.
—Laura, tía Laura—dije mientras corría hacia el área de comida.
Llegamos, compré dos sándwiches de jamón y un agua. Me senté y empecé a comer con rapidez. Le di de comer a Angelo y nos fuimos ambos aún con la boca llena.
Tomé el autobús hasta su librería.
Bajamos y entramos rápidamente. Hay bastante gente y sus empleados están trabajando como locos pero ningún rastro de Laura. Creo que peanut y yo nos tardamos máximo veinte minutos, diez en comer y diez en llegar. Decidí esperarla, me puse a ver unos cuantos libros para peanut. Lo senté en el área de niños donde Laura cuenta sus historias y me quedé cuidando la puerta.
—Mamá—dijo Angelo y volteé a verlo. Estaba señalando un libro amarillo bastante llamativo que estaba en la repisa frente a nosotros—. Baaaa—dijo estirándose.
—Espera—me levanté y tomé el libro. Me aseguré de que no fuera fácil de romperse, como es para niños las hojas son duras y así no puede romperlas. Se lo di y vi su hermosa sonrisa.
—Jajajaja creo que compraremos ese.
Cuando volteé de nuevo Laura iba entrando con cara seria y la vista fija en el piso.
Dejó su bolso en el mostrador, le dijo algo a una de sus empleadas y entró a su oficina.
Cargué a Angelo con libro en mano y la seguí.
—Hola ¿puedo pasar con Laura?
—Me acaba de decir que no saldrá en un rato y que no la molestara—dijo la chica.
—Pero necesito hablar con ella. Déjame tocar la puerta a ver si me abre.
—Como guste—dijo abriendo paso hacia la oficina.
—Laura—grité y toqué la puerta—. Soy yo, la rubia. ¿Me dejas pasar?
—Pasa—dijo con voz seria.
Angelo y yo entramos.
—Daaaa—dijo Angelo moviendo su manita a manera de saludo. Laura tenía la cabeza entra las manos recargadas en el escritorio.
—Hola Laura—dije analizándola con la mirada. ¿Qué le pasa?
—Hola—dijo y levantó la vista. Vio a Angelo saludándola y lo saludó con una risa forzada.
—Muy bien, hora de la verdad—dije sentándome en el sofá rosa frente a su escritorio—. ¿Qué te sucede?
—¿A mí?... ¿Por qué me preguntas?
—Porque en el show saliste despavorida al baño. Te llamamos hoy y rechazaste nuestra oferta para ir a comer—acomodé a Angelo en mi pierna—, mintiendo porque no has estado aquí todo el día, te vi entrando al hospital de maternidad.
Su quijada cayó de la sorpresa.
—Me....me...me vis...
—Te te te vi Laura. ¿Por qué no quieres contarme algo tan importante?
—Porque aún no sé nada yo tampoco—dijo viéndome a los ojos—. Nunca me había sentido tan fuera de mi, tan insegura. ¡Soy Laura! La señorita segura de sí misma según mi madre. Daisy siempre me pedía ayuda con sus problemas de niña pequeña y yo lo resolvía sin problema porque ella me decía que yo nunca tenía miedo. Y ahora que no se lo que sucede estoy aterrada.
—¿Pero estas embarazada o...?
—No lo sé, ese es el problema. No he tenido mi periodo. Por eso fui al hospital hoy, para hacerme el análisis. Fui al baño en el show para ver si había llegado mi periodo pero nada.
—¡Dios Laura! Puede que estés embarazada. ¿No te emociona la idea?
—Justo en este momento no sé que siento es... Es extraño. ¿Tú qué sentiste?
—Bastante pánico—dije y su cara se convirtió en horror lo que me causó bastante gracia—. Jajajaja pero es hermoso tener un hijo Laura. Angelo ha sido mi salvación en mi caótica vida. Si no fuera por él no sé qué habría sido de mi—dije abrazándolo. Angelo soltó una risita.
—¡Esque míralo! Es hermoso. Pero no sé si sea capaz de cuidar a un niño.
—¿Y tú crees que yo sabía? Casi se me cae varias veces cuando lo estaba alimentando. Además tú tendrás a Daniel para apoyarte—dije y por dentro sentí tristeza porque yo no tuve apoyo de Alex, yo sí cuidé a Angelo materialmente sola los primeros meses de su vida. Me dieron ganas de llorar pero no es mi momento, la que importa ahorita es Laura—, y eso lo hará mucho más sencillo para ti.
—Daniel está muy emocionado.
—Ahí está. No tienes de qué preocuparte, si estás embarazada te juro que será asombroso. Formarás una hermosa familia. Y le darás un primito o primita a Angelo. Además eres Laura, escribes historias para niños, visitas escuelas, lees cuentos, imagínate tener a tu propio pequeño al que contarle cuentos.
—Eso...sería hermoso—dijo y casi me caigo de la silla porque pude ver una lágrima recorriendo su mejilla. Casi nunca se ve a Laura llorando.
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Save me
FanfictionAdele estaba perdidamente enamorada de su amado esposo. Para ella era el hombre perfecto, no había nadie en el mundo mejor que él, sin embargo se dio cuenta de que no lo conocía del todo, él tenía un secreto que al salir a la luz la dañaría más de l...