Me solté de su agarre rápidamente. Él se alejó un poco de mi levantando las manos a manera de entendimiento.
—Lo lamento, lo lamento.
Su aspecto no es nada parecido a la última vez que lo vi. Tiene puesta una camisa blanca impecable, unos pantalones de mezclilla con un cinturón, zapatos negros muy modernos y su cabello un poco más largo perfectamente peinado. Parece... Mi verdadero Alex. Ese que se esfumó en el humo de las drogas y que ahora detesto tanto.
—Aléjate Alex. Recuerda el pacto—dije guardando mi cartera en mi bolso y caminando hacia el Metro lo más rápido posible.
—Adele espera...—dijo siguiéndome. Mi mente solo me decía: "camina y no te detengas, camina y no te detengas", pero el maldito metro no había llegado así que junto a las demás personas me detuve a esperar y Alex me alcanzó.
—Adele por favor. Fui a la clínica. Tenías razón, lo necesitaba en serio, no sabes lo mucho que me ayudó.
Volteé a verlo y analicé su mirada. Tiene un poco rojos los ojos pero nada comparado a como cuando me golpeaba o cuando nos divorciamos y salió llorando para suplicarme que no lo dejara.
—Me gustaría hablar contigo, contarnos todo lo que ha pasado en nuestras vidas estos años y...
—No voy a volver contigo, no lo haré. Me perdiste, perdiste mi amor por ti y no pienso...
—Entonces seamos amigos. Amigos que tienen un pequeño hijo en común.
Eso sí que fue un golpe duro. Lo vi directo a los ojos pero no pude descifrar sus sentimientos.
—Vamos a tomar un café y platicamos. Por favor acepta.
—Alex tengo muchísimas cosas que hacer y firmaste un papel ante la ley de que no te me acercarías.
—Para hacerte daño. No quiero hacerte daño así que no estoy infringiendo la ley.
Maldicion ¡¿por qué no llega el Metro?!
El sonido inconfundible del metro comenzó a inundar el ambiente. Alex me tomó del brazo y me vio con cara suplicante.
—Por favor...
Todos comenzaron a subir al metro y yo seguía ahí parada con Alex.
Mi mente y mi corazón tenían una guerra campal de emociones y desiciones que tomar. Al final escuché como las puertas se cerraban, solté el boleto que acababa de pagar y me solté de su agarre.
—Tengo poco tiempo.
—Lo aprovechare, aprovechémoslo—se dio la vuelta y caminó hacia las escaleras.
Dudé en seguirlo pero me volteó a ver y me mostró esa sonrisa que algún día me enamoró... Lo seguí.•••
—Ya lo sé mamá...—dije por teléfono llorando.
—Solo hay que ser fuertes y mostrarle nuestro apoyo. De seguro que se entusiasmará un poco con esta noticia—dijo mi madre del mismo modo.
—Ya voy para allá solo que hay mucha fila en la parada del autobús.
—De todos modos sigue dormido.
—Nos vemos ahí—colgué.
A mi padre le habían diagnosticado Cancer hace solo tres meses y ya lo estábamos perdiendo. Pero hoy el doctor dijo que puede que su tiempo de vida se alargue un poco, está respondiendo bien al tratamiento y las quimioterapias. Siempre lo visito en el hospital pero me duele el corazón al verlo en la cama con la depresión saliendo por todos los poros de su piel.
Justo iba hacia allá. Subí al autobús y me encontré con que estaba atiborrado de gente. Me quedé en una esquina de la parte frontal del autobús.
En la siguiente parada un chico subió, vio la gente amontonada e hizo la misma expresión que yo hice. Sonreí justo cuando cruzamos miradas y él me devolvió la sonrisa. Me derretí por dentro. Se puso a un lado de mi y se detuvo de donde pudo cuando el camión arrancó y casi se cae de boca. Eso me sacó una carcajada que reprimí.
—Casi muero—dijo con la respiración lenta.
—Cuidado jaja—dije soltando su mano.
—Gracias por detenerme.
—No hay ningún problema.
—Bueno ya nos dimos la mano pero lo haré de nuevo para que veas lo educado que soy... Alex Sturrock a tus órdenes. Mucho gusto.
—Adele Adkins—dije tomando su mano hipnotizada con su hermosa sonrisa.
—¿Estabas llorando?
—Oh no... Fue por un bostezo—dije limpiando mis lágrimas.
—Ten...—dijo dando un pequeño golpe a su hombro.
—¿Qué...?
—Un hombro donde llorar todo lo que quieras.
Me guiñó un ojo. Wow... Que hombre.
••••Narra Simon•
—Pásenlas hacia allá—les dije a los pequeños repartiéndoles botellas de agua—. Allá no tienen miren. Tengan.
—Simon si quieres yo continúo y tú ve a supervisar la obra—dijo Lucas.
—Mejor ambos terminamos esto mientras me pláticas sobre tu relación con Cassidy.
Lucas dejó caer las aguas que traía en la mano y me vio sorprendido.
—¿Lo sabes?
—Pues lo acabas de confirmar—dije levantando las botellas—. Y se nota a kilómetros Dios mío, no estoy ciego. Un poco pero no como para no notar su amor.
Pareció apenado y se agachó para seguir repartiendo las aguas.
—Oye pero no tienes que ocultármelo. Creo que hacen buena pareja.
—¿Eso crees?
—Claro jaja.
—Desde el viaje a África nos hicimos muy amigos y ella no dejaba de agradecerme que la había sacado de ese helicóptero lleno de humo. Dice que estaba a punto de darse por vencida porque no podía respirar.
—Además te preocupaste bastante por ella en el camino de regreso—le dije.
—Claro, estaba en verdad preocupado. Hemos salido un par de veces y creo que es una chica maravillosa. Se la presenté a mi hermana y son muy buenas amigas.
—Cassidy es muy buena persona.
—No como otras—dijo Lucas señalándome con la cabeza que ahí venía la reina de las quejas.
—Simon—dijo Mónica tapándose la luz del sol con la mano en la frente—. Te llama el ingeniero.
—En seguida voy....—seguí repartiendo las aguas y me percaté de que Mónica no se movía de su lugar—. Ya voy Mónica.
—Te esperaré...
"¡Joder!" Dejé que Lucas terminara y me fui junto a Mónica. En serio, todo habría sido más fácil sin ella.

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Save me
FanfictionAdele estaba perdidamente enamorada de su amado esposo. Para ella era el hombre perfecto, no había nadie en el mundo mejor que él, sin embargo se dio cuenta de que no lo conocía del todo, él tenía un secreto que al salir a la luz la dañaría más de l...