Capítulo 37

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—Tranquilos por favor—dijo Jessie cuando todos estaban empezando a calmarse—. ¿Por qué rayos estaban peleando?
—¿Por qué ya no iremos al festival?—dijo Cameron.
—Tenemos que ir—dijo Sophie cruzando los brazos.
—Okay escuchen por favor—dijo Sufian—. No fue nuestra decisión Okay. Es por causas de fuerza mayor. La maestra Adele no está en condiciones.
—¿Qué le pasó a la maestra?—dijo Hanna.
—Pero el festival es en tres semanas—dijo Rodney—. Si esta enferma o algo puede aliviarse para entonces.
—Chicos entiendan...—dijo Jessie.
—¿Qué tiene la maestra Adele?—repitió Hanna.
—Tuvo un accidente—dijo Jessie y todos quedaron sorprendidos.
—¿Accidente?—dijo Grace cubriendo su boca por el asombro.
—Si, lamentablemente si. Y no sabemos cómo estará en...
—Un bebé—dijo Hanna señalando la puerta.
Todos voltearon a ver la puerta. Angelo estaba asomándose y cuando vio que todos los veían cerró la puerta y se fue corriendo.
—¿Ese era Angelo?—dijo Jessie confundida.
Salió y siguió al pequeño. Lo encontró en la oficina.
—¿Qué sucede peanut?—dijo Adele poniéndose a su altura.
Adele le daba la espalda a Jessie.
—¡Adele!—dijo Jessie emocionada de verla de nuevo.
Adele volteó a verla y se puso de pie. Corrió hasta ella y la abrazó.
—Jessie—dijo Adele abrazándola con fuerza.
—¿Cómo has estado? ¿Qué...?
—Lamento no haber llamado pero han pasado tantas cosas—la interrumpió Adele.
—No te preocupes. Lo bueno es que estás bien—dijo viendo los restos de moretones en el rostro de Adele.
—Si eso sí. ¡Ya extrañaba venir! Y este pequeño no tuvo clases hoy así que me acompañó, ¿verdad peanut?
Angelo estaba escondido tras sus piernas.
—Ven peanut no te haré nada jaja. Soy la tía Jessie—dijo abriendo los brazos.
Angelo volteó a ver a Adele en busca de aprobación y luego abrazó a Jessie.
—Estas hermoso peanut—dijo acariciando su cabello. Angelo aún un poco apenado sonrió—. Podrías venir a calmar a tus alumnos.
—¿Qué sucede?—dijo Adele siguiéndola con Angelo de la mano.
—Les dijimos que no iríamos al festival porque creímos que aún no estabas bien. Están furiosos.
—¡Pero si iremos! Tenemos que. Déjame aclarar el asunto.

Jessie condujo a Adele y a Angelo al salón. Todos estaban hablando entre ellos y Sufian intentaba callarlos.
—Silencio por favor—dijo Adele en voz alta y todos voltearon a verla.
—Maestra Adele—Hanna corrió hasta ella y la abrazó. Todos la imitaron. Angelo estaba sorprendido de cómo todos abrazaban a su madre.
—¿Qué le pasó maestra?—todos preguntaban.
Adele volteó a verlos uno por uno. Luego volteó a ver a Angelo que veía todo con asombro. Había ido varias veces pero era muy pequeño como para recordarlo.
—Tuve un accidente en el tren—decidió decirles lo mismo que a Angelo—. Pero ahora estoy mejor y lista para empezar con los preparativos del festival.
Todos al escuchar esa frase empezaron a gritar de la emoción. Hanna no dejaba de abrazarla.
—Muy bien, ahora todos a preparar sus respectivas canciones.
—Maestra Adele—dijo Sophie—. ¿Podemos cantar Grace, Julie y yo una canción juntas?
—¡Claro! ¿Cuál canción quieren cantar?
—Es lo que queríamos pedirle—dijo Julie.
—Empecé una canción porque el otro día que la vi escribiendo su canción me gustó mucho y pensé en empezar a escribir yo también—dijo Sophie conmoviendo a Adele.
—¿En serio? Eso es estupendo Sophie.
—¿Podría ayudarnos?
—¡Claro!

•Narra Adele•

Mientras los otros ensayaban sus canciones, Sophie y yo nos fuimos al piano a empezar a escribir la melodía para la letra que ella ya tenía escrita.
Tengo que admitir que es bastante buena.
—Espera Sophie voy por una unas partituras para apuntar las notas ¿Okay?
—Si maestra aquí la espero—dijo anotando lo que llevábamos en su libreta.
Me levanté y busqué a peanut con la mirada. Estaba sentado en las gradas viendo con su pequeña boca abierta como Rodney tocaba la batería. Angelo ni siquiera parpadeaba. Sonreí al ver que le gustaba. Salí del salón y caminé por el pasillo cuando sonó el timbre y todos empezaron a salir de sus salones.
—Hola maestra Adele—me decían varios.
—Hola chicos—les respondía.
De repente el pasillo me pareció un poco borroso. Todos los chicos empezaron a dar vueltas en mi cabeza. Cerré los ojos y tomé aire.
—Adele, ¿vas por partituras?—dijo Jessie pero no sé dónde está, supongo que salió del mismo salón que yo.
Mis fuerzas son nulas, no puedo ni siquiera dar otro paso. Creo que me voy a desmayar.
Los niños empezaron a entrar a sus respectivos salones dejando el pasillo solo. Me detuve de la pared intentando respirar hondo.
—¿Adele?—la voz de Jessie se escuchaba más cerca—. ¡Adele!
Mi vista se apagó.

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