Capítulo 35

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•Narra Adele•

Cuando estaba por poner el siguiente capítulo de la caricatura quite con cuidado el flequillo de Angelo y vi que estaba quedándose dormido.
—Ven vamos a llevarte a tu cama—le dije con voz suave. Lo cargué.
—No... Otro—dijo tallando sus ojos.
—Pero si ya estás más dormido que despierto jaja. Vamos a dormir mejor.
Rodeo mi cuello con sus brazos y se acostó en mi hombro. Apagué la televisión y vi la galleta en el plato. Volteé a ver el reloj. ¿Dónde rayos está Simon?

Acosté a Angelo en su cama y lo cubrí con su cobija.
—Dulces sueños peanut—le susurré y le di un beso en la mejilla.
—¿Me cantas?—dijo metiendo su pulgar a la boca como cuando era más pequeño.
—Claro que si...—empecé a cantar en voz baja. Encendí su lámpara de noche y esperé a que se durmiera. No tardó mucho en tener la respiración calmada y su ceño relajado.
Le di un último beso y salí de su habitación dejando la puerta entreabierta. Louie rasguñaba la puerta del patio para que lo dejara entrar.
—Pase usted señor desesperado—dije abriendo la puerta—. Pero no vayas a ladrar que Angelo ya está dormido—entró corriendo y se dirigió a la habitación de Angelo como siempre. 
Recogí los vasos y el plato con la galleta. Me preocupa que Simon no haya llegado aún así que lo llamé.
—Hola—dijo serio.
—Simon ¿dónde estás? Ya se está haciendo tarde.
—En la oficina, aún no acabo. Me estoy tardando más de lo que pensé.
—Esta bien. Continúa. Te amo...
—Y yo a ti—colgó.
No sé si es mi paranoia o Simon se escuchaba extraño.

•Narra Simon•

Dejé el celular en el asiento del copiloto y seguí conduciendo. Un rayo de razón cruzó mi mente... ¿Qué estoy haciendo? Debería de estar con Adele, debería de ir a casa...
Pero se fue tan rápido como llegó. Estoy completamente dispuesto a darle una buena paliza.

Llegué a la clínica, me estacioné en el primer lugar que encontré y bajé rápidamente.
—Buenas noches, ¿en qué puedo ayudarle?
—Buenas noches—dije fingiendo estar relajado—. Disculpe la habitación del señor Sturrock, Alex Sturrock.
—¿Usted es familiar? Es información es...
—Mire sé que está aquí porque soy su amigo. ¿Podría verlo por favor?
—Lamento que la hora de visitas ha terminado.
—¿En serio?—dije entrando en desesperación—. Bueno vendré mañana, ¿podría decirme la habitación para mañana visitarlo? En serio necesito verlo.
—El está en el piso tres en la habitación 104.
—Muy bien, ¿y cuáles son los horarios de visita?
—De diez a dos y de tres a seis.
—Okay muchas gracias.
Me alejé del mostrador. Caminé por el gran recibidor y un largo pasillo hasta perder a la recepcionista de vista.
Varios doctores pasaron frente a mi, mi objetivo era el ascensor.

•Narra Adele•

Me lavé los dientes y al verme al espejo vi mi pálido rostro con rastros de moretones presentes. Ya no estaban inflamados pero la marca seguía ahí, como en mi corazón. Me sequé la cara rápidamente y salí para ya no pensar en eso.
Me asomé a la habitación de Angelo y me aseguré de que todo estuviera bien. Louie dormido al pie de su cama y Angelo profundamente dormido.
Me fui a mi habitación, encendí la televisión para no quedarme dormida y esperar a Simon.
Viendo los anuncios me quedé pensando en que estoy embarazada.
•••
—...y para el bebé—dijo Simon sonriendo.
—¿Qué? ¿Qué bebé?
•••
La cara de Simon de felicidad y mi reacción de pánico. Pobre Simon... Debí actuar mejor, es una excelente noticia, pero aún así estoy asustada.
Recuerdo cuando estaba embarazada de Angelo. Los primeros meses no fueron tan malos, pero después pasé el embarazo completamente sola, o más bien, acompañada de los inicios de un monstruo.
Mi madre fue un gran apoyo... Tengo que decirle que estoy embarazada de nuevo. Pensé en llamarla pero es tarde.
Levanté un poco mi blusa y vi la venda cubriendo mi vientre. Sobre la venda empecé a pasar mi mano...
—Un bebe...pero ¿de quién?
Pronto el sueño llegó para instalarse en mí.

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