Las lágrimas son incontrolables. Me alejé de la puerta caminando con dificultad y me sostuve de la pared color azul claro con dibujos en ella. Esos dibujos definitivamente no infunden felicidad porque yo estoy más triste que nunca, asustada, nerviosa, quiero que mi bebé este bien. Cerré los ojos y me sostuve el vientre porque ya no aguanto. Los bebés son muy pesados y no han dejado de moverse ni de patearme.
Cuando volví a abrir los ojos vi a Simon, a Laura y a mí madre entrando a la sala. Mordí mi labio inferior al cruzar miradas con Simon, él frunció el ceño y se acercó a mí para abrázame.
—No acepta la medicina—dije llorando en su pecho—. Despertó y empezó a llorar porque le dolía su brazo. Me sacaron de la habitación para checarlo porque la máquina empezó a sonar como loca y.. Y...
—Desahógate, llora todo lo que puedas—dijo Simon abrazándome aún más fuerte.
—Tenemos... Tenemos que hacer algo. No puedo queda...quedarme así...—dije entre sollozos separándome un poco de él.
—No podemos Adele, no podemos hacer nada más que confiar en los doctores y esperar.
—Hubieras visto su pequeño rostro lleno de dolor...—me recargué en su pecho y seguí llorando como una desquiciada.
—Ya Adele ya... Ven vamos a sentarnos.Volvimos a sentarnos justo como hace unas horas. Todos en silencio. Yo con la vista fija en el suelo.
Laura llamó a Daniel, quien llegó minutos después. Me dio palabras de apoyo pero no le puse mucha atención. En mi mente hay una cosa y solo una cosa... Angelo.Después de un rato empecé a cabecear. No puedo dormir, pero el cansancio me impide abrir los ojos.
Intenté no pensar en nada, relajé mis párpados y de inmediato sentí que el sueño me atrapaba pero alguien me está moviendo...
—¿Qué sucede?—dije abriendo los ojos.
Simon está frente a mí con lagrimas recorriendo sus mejillas. Mi corazón empezó a latir muy fuerte.
—¿Qué...que sucedió?
—Adele... Adele necesito que no... Ay dios—dijo Simon entre sollozos. Volteé a ver a los demás. Laura estaba llorando en los brazos de Daniel, mi madre estaba al lado de la ventana con un pañuelo en la mano limpiándose las lágrimas. No...no por favor no.
—¡Simon!—dije nerviosa.
—Angelo no soportó.... Se ha ido Adele—dicho eso empezó a llorar al igual que yo.
—No Simon no por favor no—dije poniéndome de pie—. ¡No mi bebé no!
—Adele tranquilízate—dijo tomándome de los hombros.
—¿Cómo rayos quieres que me tranquilice si mi bebé acaba de...?—ni siquiera quería decirlo.
Dios mío me duele mi corazón, ¿por qué peanut? Mejor yo, yo no quiero vivir en este mundo sin mi bebé. Él fue mi motor, por él no me di por vencida cuando Alex me tenía encerrada y ahora...
—¡No!—grité llorando.
Mi madre se acercó a mí e intentó abrazarme pero me zafé—. ¿Dónde está? ¿Dónde está pe...?
Justo en ese momento se abrió la puerta de la habitación de Angelo. Dos hombres empujaban la camilla, pude ver la manita de Angelo colgando y me derrumbé. Empecé a llorar aún más fuerte. Me acerqué a ellos y pude ver que Angelo estaba cubierto con la sábana.
—No... Mi peanut... Despierta por favor—dije tomando su mano, estaba helada—. Angelo despierta... ¡Despierta Angelo!
Los hombres me alejaron de él y sentí como Simon me abrazaba.
Estoy temblando, sudando...
—Simon...—dije entre mi llanto histérico.
—Lo lamento—dijo él llorando también.
Me volteé y dejé que me abrazara pero no sentí absolutamente nada de consuelo. Quiero a mi bebé, necesito a mi pequeño peanut conmigo. Perder a un hijo es lo peor que puede pasar en la vida, no quiero aceptar que se ha... Ido....•Narra Simon•
Me duele tanto ver a Adele así. Me duele saber que Angelo no está bien. Tengo tanta impotencia de no poder hacer nada. Y también me siento culpable por no haberlo protegido, por haber permitido que eso sucediera.
Volteé a ver a Adele y está llorando con los ojos cerrados.
—Cariño—dije en un susurro—. Hey Delly—moví un poco su hombro y de repente abrió los ojos asustada.
—¿Qué...? ¿Qué pasó?—dijo alterada.
—Nada nada tranquila—dije acariciando su cabello.
—¿No ha pasado nada? ¿Angelo está bien?
—No nos han dicho nada...—limpié sus lágrimas.
—Oh Simon, ya van dos veces que tengo una pesadilla horrible. Sueño que Angelo...
—No no eso no va a pasar—tomé su mano para tranquilizarla—. Eso no pasara Adele tranquila. Todo va a estar bien.
Ella solo asintió y se recargó en mi hombro.
Cuando anocheció Laura y Daniel se fueron prometiéndonos que estarían aquí mañana a primera hora. Penny no se fue, es su nieto, obviamente está igual de preocupada que nosotros.
Vi como Adele intentaba ocultar sus bostezos y el dolor en su vientre, besé su frente.
—No se han dejado de mover—me dijo en un susurro soñoliento.
—Es porque estas estresada, necesitas ir a descansar. ¿Recuerdas lo de reposo absoluto?
—No quiero irme a casa Simon. Quiero estar aquí para cuando esté bien peanut—se acomodó en la silla.
—Lo sé pero... Piensa en los bebés, en ti misma Adele...
—Simon...Angelo es parte de mi, estoy pensando en mi misma.
Nos quedamos callados viéndonos a los ojos por un rato. No hacían falta las palabras ella no se moverá de aquí. Yo fui el primero en desviar la mirada.
—Iré por algo para que cenes—dije poniéndome de pie.
—Simon no tengo absolutamente nada de hambre—dijo Adele acomodándose en la silla de nuevo.
—Tienes que comer, por ti, por los bebés, por Angelo. No quiero que cuando se recupere Angelo tú estés mal.
Volteé a ver a Penny y ella asintió mostrando apoyo a mi argumento.
—Enseguida vuelvo—dije caminando hacia el ascensor.
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Save me
FanfictionAdele estaba perdidamente enamorada de su amado esposo. Para ella era el hombre perfecto, no había nadie en el mundo mejor que él, sin embargo se dio cuenta de que no lo conocía del todo, él tenía un secreto que al salir a la luz la dañaría más de l...