BAD BITCH #2

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Theo

-¿Quién era?

-Nadie-le contesto y arrojo el móvil sobre la mesa de noche a mi lado.

-No me digas que no fue nadie. Lo leí.

-¿Y?

Tomo asiento en un costado de la cama y me siento culpable ante el hecho de saber que Tracy me necesita, me pide calma y en cambio, provoco caos. Lejos de poder responder de una manera adaptada, sólo la cago una y otra vez.

Me duele la cabeza y tanteando bajo la cama, encuentro mis bóxers. Me los pongo antes de levantarme, dejando atrás los gritos de Audrey:

-¡¿Otra vez con eso, Theodore?! ¡¿Es que al fin te desquiciaste por completo?! ¡Cuántas veces tenemos que advertirte que esa chica es peligrosa! ¡Está metida con el bando enemigo!

-¡Yaaaaaaaaaa! ¡Déjate de estupideces!

La miro con repugnancia cubriéndose los pechos desde la cama como si luego de la noche que pasamos, ahora nos desconociéramos. En cierto modo, tampoco tengo muchas ganas de verla desnuda, estando sobrio pese a las jaquecas, puedo pensar un poco más cuerdo.

Mierda, no iré hoy a la maldita clínica. Ni mañana. Ojalá los exámenes rutinarios de la semana próxima ya no presenten alcohol en sangre, pero, demonios, intento recordar y no puedo hacerme una idea de cuánto es que he bebido en realidad.

Busco mis pantalones y mientras me los pongo, Audrey me toma por la muñeca deteniéndome:

-¿Dónde te crees que vas?

-Lejos.

-Pero, ¡Theo! Oh, vaya... Te irás a consolar a la remilgada, ¿verdad? Te irás a esconder bajo la falda de ese gato herido que te tiene comiendo de su mano. Realmente no sabes lo que haces.

-¿Tú sí? ¿Tú sabes lo que debo hacer y lo que no?

-Quieres que te asesinen, ¿verdad?

-Ya, calla-le insisto y me suelto de su mano.

Entonces clava sus ojos en mí al tiempo que busco mi camiseta antes de marcharme de esa jodida habitación de una vez.

-Entonces-insiste-, quieres que la asesinen a ella. Eso me consuela.

Las palabras se me clavan en la sesera y la miro con repugnancia:

-¿Qué?

-Como oíste. ¿No te acuerdas de lo que ocurrió con Stefano?

-¿Y eso qué mierda tiene que ver?

-Se metió con una de Glorious. En cuanto Los Jefes se enteraron asesinaron a ambas familias, los secuestraron a ellos, los torturaron y jamás volvieron a ser los mismos...

-¿Y eso qué demonios tiene que ver? ¿Puedes dejar de hablar estupideces?

-Mataron a Kylie. La gloriosa vinculada al Bad Boy.

-¿Y? Si estás insinuando que me acuesto con Tracy Smith estás muy equivocada, además ella no tiene nada que ver con los remilgados más que un puñado de estúpidos amigos que pertenecen al bando.

--Oh, lamento romper tus ilusiones, Theo.

Voy hasta la puerta deseando con todas mis fuerzas dejar atrás su tortuosa voz. Pero no es sino hasta que giro el picaporte cuando su declaración se inserta en mi cabeza abriéndome un agujero y rasgándome el alma por completo:

-Santa Smith se volvió una Glorious. Está tatuada.

-¡¡¡BASTA!!!

-¡¡¡NI UNA MIERDA!!! ¡¿QUÉ LE HICIERON?!

-¡¡¡PERO DEJA DE GOLPEARLO QUE LO VAS A MATAR!!!

La imagen se cruza frente a mis narices de a momentos. Veo sangre que salta a montones, mancha los mosaicos del suelo de la cocina y el rostro de Neo estampado aquí con algunos dientes en falta.

-¡¡¡NO, THEO!!!

El grito de Amanda me alcanza y no son suficientes los brazos de Cedric y Dominic para detenerme. Me libero de ellos arrojando un par de puñetazos y sé que acabo de noquear a alguno de ellos porque la rotura de un tabique me llega como una hermosa melodía a los oídos.

-¡¡¡AHHH!!!-grita Audrey y Dominic a la vez. La primera por la impresión y el segundo por el dolor. Vaya, le asesté al que peor me cae, hace tiempo que quería hacer eso.

-¡¡¡DEBERíAS ESTAR MATÁNDOLOS A ELLOS, NO A NOSOTROS!!!-me dice Cedric.

-¡HABLA, MALDITO! ¡¿QUÉ LE HICISTE?!

Lo tomo por el cuello de la chaqueta y clavo mis ojos en los suyos rojos, amoratados, negros, en todos los matices que una herida puede manifestarse. Le llevará un tiempo recomponer esa cara desgfigurada.

-The...Theo... eres... mi herman...-empieza y lo sacudo escupiéndole las palabras que jamás pensé decir:

-¡Tú no eres mi jodido hermano! ¡Ninguno de ustedes lo son!

-¡Vas a matarlo!-se mete Amanda-. ¡Si quieres saber qué pasó, yo te lo voy a decir pero déjalo en paz antes de que termines con él!

-¡¿Tú se lo dijiste?!-grita Dominic a Audrey mientras puedo sentir cómo se retuerce a mis espaldas producto del dolor.

-¡Yo...sólo...! ¡Intenté hacerlo entrar en razón!

-¡¡¡ERES ESTÚPIDA, AUDREY!!!-le suelta Cedric.

-¡¿CON QUE UNA BARRETA DE HIERRO, EH?!-le grito a Neo buscando defigurarlo aún más con las sacudidas que le provoco.

-¡¡¡Ella quiso destruir Bad Boys!!!-interviene Amanada y me detengo. ¿Cómo es posible que pueda hacer tal cosa?-. Te persuadió de que vayas en nuestra contra. A ti y a Jacob.

-¿Tachas?-murmuro hipnótico por las revelaciones.

-¡Sí!-prosigue-. ¡Recibimos órdenes de Los Jefes de torturarla para que se aparte de ustedes! Pero resultó demasiado tarde. Un operativo poilicial entró a la casa, ella se pasó al bando enemigo al poco tiempo y recibió su protección.

Tracy...

-Sino, podríamos haber completado la orden original-prosigue Amanda-. No fue iniciativa de la Bad House, ¡entiende, loco!

O sea que... ¿Tracy se salvó? Como lo dijo, se pasó en el momento justo pero las palabras no logran hacerme cuadrar todos los detalles. Es demasiado impacto, demasiada información que procesar en tan poco tiempo. ¿Cómo es posible que...que se haya tatuado? ¿Cuándo fue? ¿Cómo es que no me di cuenta?

Y fingía ser mi amiga... No lo puedo creer. No voy a convencerme hasta no verle el maldito triángulo recto.

-¿Dónde está Tachas?-les pregunto a todos. Suelto a Neo quien cae sobre las baldosas y me pongo de pie para enfrentarlos a todos y cada uno-. Díganme dónde carajos está o esto se pondrá feo.

Me detengo en Amanda especialmente. Ella fue partícipe de todo ese maldito plan. Nunca le pegaría a una mujer pero el daño que hace, el daño que ha causado ya, me está obligando a replantearme lo sucedido.

-Ninguno lo sabemos. Es un misterio y estoy siendo cien por ciento sincera-confiesa-. Tú padre lo inculpó de todo convenciendo a Los Jefes para que ningún castigo recaiga sobre ti.

En ese instante, un dedo me golpea el hombro izquierdo y me giro...

...encontrándome con los ojos enfurecidos de Cedric y su puño que me derriba en un segundo.

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