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Subimos al ático.

Me tiemblan las piernas mientras los tablones crujen bajo nuestros pies aunque mamá no se inmuta.

«Es hora de que hablen los muertos». No... No lo entiendo. Las brujas no existen pero sí las historias de Terror. Mi corazón golpea dentro de mi pecho cuando la oscuridad nos funde y desaparece de inmediato cuando mamá enciende la lamparita.

-Por aquí-señala.

Llevaba años sin subir a esta parte de la casa.

Hay muebles viejos, juguetes, cofres con elementos sin valor y un montón de cosas que deberíamos haberlas tirado hace tiempo.

Entonces mamá abre un viejo armario al final del pasillo y saca de la parte superior una pequeña cajita que reconozco de haber visto hace muchos años.

Ella la deja reposar sobre una mesita y ambas nos arrodillamos a su alrededor.

-Sabes qué hacer-dice ella.

En efecto, lo sé.

Levanto la tapita y aparece una pequeña bailarina dando vueltas al ritmo de «Fur Elise», la composición de Beethoven. Este pequeño juguete es del tiempo en que vivíamos con los abuelos. En la tapita superior hay un pequeño espejo mugriento que refleja mi imagen y veo que estoy demasiado agotada. Es mucho para un sólo día pero digamos que tampoco tengo demasiado tiempo para corregir las dudas que asaltan por mi mente.

-Quítalo-me señala mamá.

-¿A qué?

-Mira bien el espejo.

Es cierta esa frase de que «lo escencial es invisible a los ojos» ya que debo poner demasiada atención para darme cuenta que algoentre el espejo y la tapa de madera sobresale.

Clavo las uñas alrededor del cristal y lo fuerzo hasta que empieza a quitarse desde los costados. Finalmente lo arranco y una hoja de papel doblada cae.

«Es hora de que hablen los muertos».

-Ahí...-se le quiebra la voz-. Ahí...están tus respuestas. Yo estaré en mi cuarto...por si...me necesitas.

Y se va con las lágrimas asomando por su rostro.

Acto seguido me siento con las piernas cruzadas sobre la mesa mientras la bailarina sigue bailando al compás del instrumento de cuerda y abro la carta vieja llena de polvo con la tinta azul conservada.

Inspiro hondo y cierro los ojos.

Busco la paz que hace tanto necesito y cuando los abro nuevamente, me encuentro con una verdad que no sé si estoy dispuesta a conocer...

Pero que he necesitado toda mi vida.

Trais,

No tengo mucho tiempo.

Tampoco sé si esta nota llegará a tus manos algún día o en el momento indicado.

Pero necesito que tu madre te haga saber cuanto antes de lo que está sucediendo...

Eres tan joven que ni lo comprenderías.  O sí. Pero no puedo dejar de verte como esa criatura pequeña de rizos negros y mejillas rosadas.

Mi existencia estuvo condenada desde que nací. Y arrastré a tu madre en esto. El asunto es que al principio lo veíamos como algo divertido...

Pertenezco a un bando. Ella al otro. O perteneció.

Luego tendrás la oportunidad de saber de qué van esos grupos pero hubo un tiempo que ambos se dividieron.

Y las cosas empezaron a ser diferentes.

Cree que son mucho más peligrosos de lo que piensas.

Y una vez que estás dentro, salir no es demasiado fácil.

Ella lo hizo.

Pero como un escape.

Y fue lo más sensato ya que su decisión te salvó.

Yo, por el contrario, pensé que encontraría una salida más eficiente y con los años lo único que hice fue distanciarme más y más.

A ti me acerqué por todos los medios posibles pero...no fue viable. Si te vinculaban a mí, ya estarías metida en este asunto y no era mi intención ni la de Roxan.

El día de hoy vas a descubrir que si no estoy en tu vida es para mantenerte fuera del peligro y quizá lo entiendas en su momento. Quizá no.

Un buen muchacho ha accedido a ayudarme planear mi "secuestro", hecho que si falla, le he pedido por favor que sea quien me mate antes de imaginarme otros horribles modos de tortura.

Me he vuelto loco. Lo sé.

Pero loco de amor por ti y por tu madre, aunque ella no quiera verme.

Prefiero estar bajo tierra antes que exponerlas a ustedes.

Entiende que si desaparezco para siempre será por mi voluntad.

Para cuidarte.

Para dejar atrás un pasado que ha sido atravesado por la injusticia.

Por algo que empezó como un juego de poder estúpido y ahora nadie está a salvo.

No me queda tiempo y he dicho lo que tenía para decir.

No culpes al muchacho por esto.

Yo se lo he pedido.

Te amo, cielo.

Sé que eres inteligente, fuerte y llegarás muy, muy lejos.

Eres todo en mi vida... Y más allá también.

Hasta siempre.

Ethan (Papá).

La nota cae de mis manos y cierro la tapa de la bailarina para silenciar su música.

Al igual que los gritos en mi cabeza.

Es necesario dejar de pensar cuando se te hiela la sangre.

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#BADBITCH #1deAgosto #FINAL

BAD BITCH #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora