▲ 132 ▼ (Tercera parte)

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Tracy

Stefano es tan intenso que llegar de su lado a la casa y que todo el mundo nos salude, me hace sentir fantástica.

¿La gente nos vinculará como pareja?

Al menos, esa es una manera de hacerme respetar dentro de este nuevo mundo.

La sala que da entrada a la fraternidad es gigante, si creía que la Bad House era grande y que sus fiestas eran de lo más caóticas, me equivocaba.

La gente va tan pringada y sin control que en parte, me asusta.

Pero no hay de qué preocuparme. Estoy con "El Daddy".

¡Insensible!

Casi puedo escuchar la voz de la Tracy Buena en mi cabeza al sentirse sumamente herida porque usé el apodo con el que Theo se hacía llamar.

Descuida, Yo/Remilgada, ahora me hago respetar un poco más.

Un poco.

-Ven.

Stefano se abre paso entre un montón de chicas que lo toquetean pero la enorme masa de gente que se interpone entre ambos hace que de a momentos me quede atrás. Me siento un animalito indefenso que se pierde en un océano enorme...

...hasta que una mano aparece y me sostiene con fuerza antes de ahogarme.

Logra que la gente se mueva y finalmente lo alcanzo de nuevo.

-Estás helada-murmura Stefano.

El contacto de nuestras manos me deja paralizada. En parte por su cálido tacto que me hace sentir la persona más afortunada del mundo.

-Toma.

Me pasa un vaso que esta vez lleva un líquido rojo.

-¿Qué es?

-Vodka Red Tonic.

¿Tónico rojo...? Bebo procurando no pensarlo dos veces y sin soltarme de su mano. Como si este gesto me contuviera del ardor que me consume desde la garganta hasta mi estómago en la medida que el fuego líquido me enciende por dentro.

Cuando termino con mi trago, le devuelvo el vaso con la mitad del contenido aún y avanzamos hasta atravesar un bonito sofá azul hielo.

Que consigue dejarme helada.

Theo está en él y en el preciso instante que se fija en mí, lo hace también en mi mano que la sostiene el chico más peligroso de toda la fiesta.

Diría que también es el más atractivo pero sería demasiado injusta para ambas partes.

Lo cierto es que me regodeo en sus ojos, en su expresión que decae, en el cigarro de su mano que se apaga al impactar con el suelo.

Sufre, imbécil. Sufre.

Sentirse cruel se siente bien cuando tienes ganas de vengarte.

Y de qué te vas a vengar si él está aquí, no con Chewbacca.

Rebecca.

Da igual. ¿De qué demonios vas a vengarte, querida?

Por haberse acostado con...

¿Te piensas que se ha transportado en el espacio sin más?

No pero ella dijo que recién terminaba de...

Sí, claro. Tú ex ahora hace magia y se folla a una loca en su residencia mientras está en esta fiesta a la vez. Sal de ese cuento de fantasía, chiquilla. Crece, crece.

¡Oh, no...!

Oh, sí. La zorra te ha mentido. Estaba metida en el cuarto de Theodore pero no se estaba montando en su polla. ¡Sal de este sitio ahora mismo!



A medida que la noche transcurre, el licor permite que la voz de mi conciencia se apague.

Se silencie.

Por lo menos, hasta el instante que me vuelva la cordura, seguirá ahí amordazada como tan bien suele hacerlo el alcohol.

No estoy del todo ebria pero ya no puedo retener los nombres de los pares de Stefano. Sólo se que una chica tiene el pelo azul, otro se parece a Brandon debido a que es más músculos que cerebro y finalmente otro muchacho me llama la atención porque tiene los pelos en punta como un cantante de punk.

Bueno, son los pocos que mi cabeza ha logrado registrar.

Esta gente no hace juegos, son más aburridos. Sólo fuman hierba, toman pastillas y me pasan tragos que me marean a medida que la noche avanza.

-Bebe-insiste Stefano pasándome un nuevo vaso.

-Nog... no lo ség.

-Bebe-insiste.

-No meg siegnto muy bie...

¿Que por qué no me he ido ya si no me siento bien? Sencillo: Theo está que arde, puedo ver las llamas y el humo salir de sus ojos a cada momento que nos mira. Baila con chicas pero ya no me molesta, puede hacer lo que se me antoje.

Okay, en parte me vuelve loca pero hago un esfuerzo descomunal para que no me influya.

No me pierde de vista en ningún momento y lo insensato es que mientras estamos bailando con Señor CuerpoTatuadoFamoso, el estúpido de Theodore besa a una zorra que se restriega contra su cuerpo.

-Hey-murmura Stefano a mi oído-. ¿Qué ocurre?

-Na...nada... Yo...

Lo veo pero la lentitud de mi cerebro no logra procesar lo que está ocurriendo.

-¿Te quieres ir de la fiesta?

Llorar quiero. Llorar y morirme.

-No... No lo s...

Los labios de Stefano se vuelven una línea delgado al relamérselos. Es todo lo que puedo ver una vez que aparto mis ojos del idiota de Theo besando a la chica.

Yo sé cómo se juega a esta mierda.

-Tracy, ¿te sientes...?

No lo dejo continuar y lo único que hago es tomar a Stefano por la quijada y lo atraigo a mi boca, embriagándome con todo su sabor.



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#BADBITCH #MARATON #Día5

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BAD BITCH #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora