BAD BITCH #2

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Tracy

Hablar de Theo es hablar de la impredecibilidad misma.

Hasta hace unas noches me llevaba a su cama pero luego se niega a tener relaciones sexuales conmigo. Ahora, en cambio, me invita a una cena luego de medio ignorarme cuando a lo largo de toda esta semana he intentado sacar a colación el tema de lo ocurrido la noche del lunes pasado.

-¿Entramos?-me pregunta.

Traga saliva y se lo ve rígido.

Sea lo que sea que esté pasando por esa cabeza, está claro que nunca ha hecho algo así con nadie.

-¿Entonces yo soy quien hizo la reserva para venir a cenar contigo?-le pregunto sujetándome de su codo y al parecer, entiende el gesto dándome lugar.

-En teoría no pero literalmente sí.

Caminamos los primeros escalones hasta que un hombre moreno de traje y espalda enorme nos recibe.

-¿Tienen reserva?-nos pregunta.

-Ella la tiene-menciona Theo.

El mastodonte saca un anotador de bolsillo, un bolígrafo y revisa la lista de nombres.

-Tracy Smith-le digo.

Busca y entre los últimos me encuentra.

-Bienvenida, señora Smith-arrrggg se oye tan extraño que me llamen de ese modo. Luego se dirige a Theo e inclina su cabeza-. Señor.

-Gracias-le digo.

Entonces aparece una chica de unos veinticinco años o más quien lleva puesto un vestido de algún material caro. Es azul hielo, al igual que las telas revistiendo las sillas; pareciera que han uniformado cada centímetro de este lugar.

La recepcionista nos sonríe a ambos mostrando unos dientes extremadamente blancos, mirándonos con sus enormes ojos negros a uno y luego al otro.

-Buenas noches. Mi nombre es Celine y seré quien los acompañe a su mesa. ¿Cuál es su reserva?

-Mesa preferencial-responde Theo.

-Oh, por supuesto-mmm, tiene acento francés. Quizá los dueños pertenezcan a alguna franquicia italofrancesa instalada en esta ciudad a juzgar por las inscripciones en las paredes-. Acompáñenme.

Ella camina y noto que el vestido le queda demasiado ceñido en su cinturita diminuta y sus caderas voluptuosas.

Miro a Theo para corroborar si la mira aunque me llama la atención que su nuez se mueve todo el tiempo como si tuviere la boca reseca de tanto tragar saliva.

¿La ansiedad se debe a que no puede dejar de observar a Celine o a la incomodidad del momento?

Finalmente nos conduce por una galería hasta un sector trasero, vidriado completamente lo cual permite ver un patio hermoso con piscina, árboles perennes y luces titilantes.

-¿Prefieren dentro o fuera? Ha refrescado pero a mi parecer, no es una mala noche. ¿Qué creen?-ofrece la señorita DientesPerfectos/CinturaPerfecta.

Theo abre la boca para hablar aunque finalmente me mira a mí.

¿Acaso me está dejando opinar?

Vaya.

-Afuera me parece bien-digo por fin.

-Afuera entonces-conviene la chica.

Empuja una puerta de vidrio que mide un metro más que Theo y salimos. En efecto, el patio es hermoso y hay unas cuantas mesas ocupadas por parejas y grupos de trabajo. No obstante, hay menos de diez mesas en un lugar donde cabrían cien.