BAD BITCH #2

Prólogo

Las madres tienen un don particular para inventarse modos de castigarte.

¡En verdad lo digo! ¿A qué desalmado monstruo se le ocurre impedirte ir a tu propio Baile de Graduación?

No es que sea muy devota de las fiestas, pero mis penitencias ya vienen de hace tiempo: para ser exactos, semanas atrás cuando organicé una fiesta en casa mientras ella se pasaba la mona de bien con su novio.

Desde entonces me prohibió salir a ninguna parte, me quitó el móvil, Internet y apenas pude ver a un único amigo cual ella pensaba en su momento que este era mi novio. ¡Carl! Claro, le podría haber dado una oportunidad si él no hubiese ligado con Jacob.

No es que me gustase, siempre lo consideré de mis mejores amistades.

El problema es que ni siquiera tuve oportunidad de preguntarme si yo era atractiva para él.

Bueno, mi ojo es perfecto: todos los chicos en los que me he fijado han resultado ser gays o mujeriegos.

Excepto Charlie.

Él me aprecia y me valora realmente. Quiere estar conmigo, me lo ha propuesto millones de veces pero no dejo de verlo como un amigo.

El problema en todo esto es... Theo.

Caí por él.

Hice cosas que nunca imaginaba, los recuerdos los tengo tan frescos como si el tiempo nunca hubiese transcurrido.

No haberlo podido ver durante estas semanas de mi castigo han sido sumamente dolorosas, sobre todo, porque mi encierro coincidió con las vacaciones de Navidad y Año Nuevo, por tanto la escuela no estuvo entre las opciones para verlo.

A partir de ahora todo será diferente.

Es enero.

Llegó la vuelta a clases, los inviernos más crudos se terminaron, los meses transcurrirán de modo distinto hasta que en un tiempo llegue el acto de graduación, arroje mi bonete al aire y todo habrá concluido.

No puedo pensar en el baile pero sí en algo mucho más importante que, tras mi distanciamiento de Theo, logra recomponer mi autoestima.

La beca.

Estudiaré en la IVU, la mejor universidad del país, estaré lejos de mamá y la pesadilla de vivir bajo el mismo techo se habrá terminado.

Sólo queda enfrentar los exámenes finales, la fama que me hice de una "nerd borracha que le hacen lavajes de estómago por organizar la fiesta más loca cuando su madre sale de viaje" y volver a verlo a... él.

Ha sido demasiado tiempo.

Aún nos debemos una conversación.

Algo que nos ponga en camino a ambos.

¿Querrá verme?

Un sexto sentido me hace intuir que a partir de ahora, nada será lo mismo.

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