Es Stefano.
Y tiene un gesto terrible.
Parece no haber dormido en toda la noche. Se le marcan en los párpados, dos medialunas moradas enormes que delatan su falta de sueño adecuado.
Su cabello desprolijo es algo de todos los días pero hoy le confiere un gesto de loco desquiciado que prueba sus aporreos contra la puerta del cubículo donde me acabo de duchar.
-No hay lugar para dos aquí-le corto en seco.
Esta vez se aparece vestido.
Algo dentro de mi pecho anuncia que no sería bueno seguirle el juego.
No ahora.
Porque no quiero decepcionar a Carl.
Porque no quiero echar a perderlo todo con Theo, justo cuando más vulnerable se encuentra.
Porque la impredecibilidad de Stefano, no es algo que me de confianza. Mucho menos teniendo en cuenta que el muy idiota decidió entregar por sí solo el trabajo para el señor Evans.
Me voy donde el espejo y tomo el estuche de limpieza bucal. Saco de este el cepillo de dientes y pasta dental. Coloco de la segunda al primero y me cepillo mientras el espejo me devuelve el reflejo de Stefano a mis espaldas, con sus ojos que dan miedo y la tinta de los tatuajes marcándose con intensidad en sus bíceps, los puños, el cuello y cada parte de su cuerpo que no está recubierta por la camiseta mangas cortas y pantalones deportivos, ambos color negro.
-Tú... Tú tienes un...bonito tatuaje-dice.
Me detengo en el cepillado de dientes y lo hago más despacio.
Instintivamente giro mi mano con la cara inferior escondida hacia abajo. Luego de escupir y enjuagarme la boca, le digo:
-Gracias.
Me doy la vuelta y le miro a los ojos cuando sé que debería irme... En eso, la voz de mi consciencia aparece dando con firmeza su ¡Presente!
¡Ya no tienes por hacer aquí!
Quisiera hablar con él.
¡No! Está drogado o algo. ¿No lo ves?
Soy de las personas que creen que los demás merecen segundas oportunidades.
Uffffffff. Yo diría que más bien, eres de las personas que machacan su dignidad hasta que no les queda nada.
Si algo sale mal, yo sólo...
¿Qué? ¿Irás en busca de tu mami para que te brinde consuelo? ¿De Charlie? ¿De Carl? O claro, déjame recordarte que ya no vives con los dos primeros y que el tercero necesita más apoyo emocional y profesional que tú.
Yo no necesito un psiquiatra si es lo que insinúas.
Tú y yo somos la misma, por si se te olvida, cariño.
-¿Has estado descansando bien?-le pregunto a Stefano más para callar las voces de mi interior que por una honesta preocupación.
Él se encoje de hombros y da un paso hacia mí.
-Lo que se puede-contesta.
Otro paso.
-Conociéndote, eso es un No.
-¿Y cuál es el problema? Los muertos no descansan cuando tienen que salir a atormentar por la noche...
Una sonrisa lúgubre se marca en su cara y se le ensombrece la mirada.
ESTÁS LEYENDO
BAD BITCH #2
Romance«-¿Qué... quieres, Theo? Solo tres palabras. Solo tres palabras y mi nombre bastan para que mi mundo cambie por completo. -Intentemos ser amigos, Tracy». Tras una ruptura traumática, Tracy por fin comienza la universidad. Para su desgracia, comparti...