Pensé que la conocía.

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-Aquí estaremos bien. - dijo y se sentó en una de las bancas que había en un rincón lejano del colegio.

Era verdad, no se escuchaba ningún ruido que pudiera interrumpirnos.

- ¿qué pasa?, ya me estas asustando.

-Tranquila, no es nada malo. Pero debes prometer que como yo guardo tu secreto, tú lo harás con el mío, ¿bien?

-Si, lo prometo. - dije un poco nerviosa con lo que me iba a decir.

-Muy bien. Soy un vampiro.

- ¿Qué?

-Eso. Tengo 407 años.

- ¿Por qué? - no entendía nada de lo que decía, estaba atónita.

-Tú sabes que soy adoptada. Lo descubrí estando con mi prima. Ella es bruja, decía que tenia una especie de perdida de memoria y no recordaba lo vivido. - siguió buscando formas de explicarlo- Bueno, si te das cuenta no he cambiado mucho estos años, y es por esa razón que no me sorprendió que fueras diferente. Aparentamos edades que no tenemos, desde pequeñas hemos sido mas maduras que el resto, en todo sentido. - reflexiono un poco, y finalmente sentencio- Mis padres no saben nada. Y espero que así siga.

-Ya lo sabias, que yo era diferente, quiero decir. - pregunte, más bien fue una afirmación, todavía en estado de shock.

-Si. Te conozco hace mucho, es obvio que no eres igual a nadie. Aparte eres muy obvia para alguien como yo.

- ¿Alguien más es igual a ti?

-Si

- ¿Lo conozco? - no se me ocurría quien podría ser.

-Si, pero es un poco diferente. Puede controlar tu estado de ánimo.

- ¿Quién es?

-El Alonso.

- ¿En serio?

-Si, hubo muchas veces que casi lo descubres. Y no sé porque no lo hiciste. Al parecer tus sentidos no están muy desarrollados en la tierra.

-Ok. - dije más tranquila. - ¿Quién era el que nos estaba vigilando?

-La verdad no lo sé. Eso es lo que quiero averiguar, y tú me vas a ayudar.

- ¿Cómo se supone que voy a hacer eso?

-Tendrás que cubrirme en clases.

-Oka, eso es fácil de hacer.

Ya se nos había pasado todo el recreo hablando y teníamos que volver a clases. Más bien, yo debía volver a clases e intentar que no la descubrieran.

-Permiso- dije al pasar, ya habían comenzado con la latera clase de lenguaje.

- ¿Dónde está su compañera? - pregunto el profesor al ver que venía sola. Siempre estaba con Ashley y eso los profesores lo notaban, por lo que siempre me preguntaban por ella en casos de inasistencia.

-No sé. No soy su niñera. Debe estar conversando con algún profesor. - respondí segura de mí.

-Siéntese señorita- lo dijo con un tono de querer tirarme por la ventana si eso fuera posible.

La clase para variar paso lento. No podía concentrarme sabiendo que Ashley podía estar en peligro. Pero como siempre, la salvación llego a mí. Sonó el bendito timbre para el cambio de hora.

Ycomo si fuera mi pasatiempo de los últimos días, la busque por elestablecimiento educacional completo.

El secreto mejor guardadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora