Maratón 4/4: "~My angel~"

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Pase toda la noche en el hospital mientras él dormía, cuando llegue ya estaba dormido y las enfermeras no me habían visto llegar, mejor así, podía estar a solas con él y pensar como salvarlo para que estemos juntos. No podía negar que lo quería demasiado, ese beso tuvo efecto sobre mi y me di cuenta de lo que sentía por él y no lo dejaría morir.

Rápidamente pensé en Lía, ella siempre tenia la solución a todo. Me levante rápido y sentí una presión en mi brazo.

-July, quédate conmigo esta noche- Tomas aun estaba con los ojos cerrados.

-Siempre estaré contigo- dije tomándole la mano. Se quedo quieto y supe que estaba dormido. Debía buscar una solución y tenia que ser ya.

Llegué a la casa de Lía y esta me recibió con un fuerte abrazo, omitió comentario a mi cara deprimida y me hizo pasar.

-Necesito tu ayuda ahora!

-Dime, haré todo lo que pueda- sabia que no me defraudaría.

-Necesito salvar a Tomas. Se esta muriendo y no puedo perderlo- una lágrima caía por mi mejilla. Lía me abrazo y asintió.

-Tengo la solución, pero tienes que estar dispuesta a perder tus alas por él, no hay otra solución que eso.- asentí sin emitir palabra. Tomo su celular y quedo de verse con alguien en la plaza frente a su casa.- Vamos- tomo mi mano y salimos

Frente a nosotras había un hombre alto y delgado, mirada penetrante y oscura, nos miraba de arriba abajo y se alejo apenas me reconoció como ángel.

-Se supone que no deberías acercarte a nosotros- con eso entendí que era un demonio, mentalmente solo pensaba en Tomas y como salvarlo, si esta era la única opción de que siguiera viviendo, lo haría.- pero tienes un muy buen motivo- camino hasta mi. Supe por la respuesta a su pregunta que escuchaba lo que pensaba.

-Solo hazlo, sabes que estoy dispuesta a todo.- me tomo en bazos dejando a Lía sola. Sentí miedo en un principio hasta que me di cuenta que íbamos al hospital donde estaba Tomas. Me dejo en el piso y saque mis alas para llegar al décimo piso junto con el vampiro de la mano. Tomas instintivamente despertó y vio mis alas blancas que aun no guardaba.

-Juliet...- asentí  y lo entendió al parecer.- siempre fuiste mi ángel.

-Se como salvarte, pero quiero saber si quieres.- vi la esperanza en sus ojos- ¿Quieres ser inmortal?

-¿Como harías eso? eres un ángel no una bruja- y se fijo en ese momento que no estábamos solos.

-No lo soy, pero él si, es un vampiro ¿quieres serlo tu también?

-July, por ti seria lo que sea con tal de que siempre estemos juntos.- las lágrimas cayeron y bese a Tomas, me respondió al instante y supe que estaba listo para cambiar.

Me separe de él y el vampiro se acerco- te dolerá un poco- Tomas tomo mi mano y el extraño lo mordió. Sentí cada segundo de su dolor, como intentaba aguantar cada grito que quería salir de su garganta, me desmaye sin aguantar el dolor al igual que él.

Cuando desperté el demonio se había ido y estaba Tomas en la camilla sin moverse. No se cuanto tiempo había pasado. La maquina que llevaba su pulso comenzó a sonar y llego una enfermera, sin que lo previera, Tomas se acerco sigilosamente a ella y bebió toda su sangre sin dejar una sola gota.

Me miro asustado por lo que hizo, le di la mano mientras abría mis alas y salíamos de la habitación sin ser vistos. Llegamos a mi casa vacía, o eso suponíamos.

-Juliet- escuche a Miguel decir cuando entramos- sabes que lo que haz hecho no esta bien.

-Pero lo amo y el quiere vivir- comencé a llorar y Tomas me abrazo.

-Haz roto las reglas y tienes que pagar por eso- sentí un fuerte dolor en la espalda y como caían gotas por ella. Mire a Miguel horrorizada y Tomas no sabia que hacer.

Miguel nos dejo solos y yo perdí el conocimiento junto con Tomas.

Desperté mucho antes que Tomy, no sabia que hacer. Sabia las consecuencias y las pagaría por él. Intente tomarlo y dejarlo en el sillón volví a la puerta para limpiar todo y había una nota:

"Juliet:

          Sabes que el impedir la muerte de un ser humano de forma anormal es delito en el paraíso y deberás pagar por eso. Le haz quitado el derecho de terminar como llego al mundo, siendo una buena persona y lo haz convertido en nuestro peor enemigo, un demonio que mata para sobrevivir. Le haz quitado la vitalidad con la que se le ha enviado a la tierra. Y por todo eso se te han quitado tus alas y solo tienes 24 horas para despedirte de Tomas, será enviado lejos de tu alcance y no podrás volver a verlo a menos que él logre encontrarte.

                                                                            Gabriel."

Mis lágrimas caían sin parar mientras me derrumbaba con la carta entra las manos. Tomas había despertado y me había abrazado luego de leer la carta.

-Volveré por ti- dijo besando mis labios- nada de esto es tu culpa, yo me acerque a él para ser convertido, yo no quería estar en ese hospital. Siento que te haya afectado mi decisión.- lo mire con extrañesa. ¿Qué estaba diciendo?¿No se acordaba de lo sucedido realmente?

-Tomas, yo fui la que llevo al vampiro.

-No es tu culpa, se que fui yo.- No recordaba nada. No podía permitir que se culpara por mi caída, pero no podría hacer que recordara lo que realmente sucedió.

-Tomy, no tienes la culpa de nada, quise caer para estar contigo por siempre y por eso, ni tu ni yo tenemos la culpa.- Aunque me seguía repitiendo mi cabeza aquello que Gabriel había escrito en la carta. Lo culpe a él por hacerme caer, pero yo siempre tuve la culpa por ser egoísta y quererlo a mi lado. Sin embargo, pronto nos separarían.

Tomas me dio un beso aceptando mi respuesta, pero este beso no era como los otros, sino que sentí la pasión en ellos, el deseo de estar conmigo por la eternidad. Me tomo en brazos y me llevo al sillón dejándome suavemente en este. Sentí como besaba cada parte de mi y como cada beso nos llevaba a una siguiente fase donde lo necesitaba mas cerca mio. Al igual que él pensaba que la ropa sobraba en estos momentos.

Despertamos al día siguiente sobre el sillón felices por despedirnos de la mejor manera, demostrando cuanto nos queríamos. Ese día no fuimos al colegio y la verdad es que no salíamos del cuarto, sabiendo que a las 3:00am él tendría que irse, a la misma hora que me había llegado la carta la noche anterior. El momento en que se cumplían las 24 horas y no lo volvería a ver.

-Prometo cuidarte incluso estando lejos de ti, Juliet- asentí, no tenia palabras en esos momentos para responder.

2:59am esperábamos a Gabriel sentados frente a la televisión que ninguno veía realmente..."

 

El secreto mejor guardadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora