¡Hay que vivir la vida!

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Esa misma noche decidimos celebrar. Era viernes. Adiós preocupaciones y adiós malditos vampiros (eso definitivamente no incluye a la Ashley).

Nos juntamos en mi casa para realizar la gran noche de chicas. Lamentablemente aun somos "menores" de edad, por lo que salir a una discoteca no estaba en nuestros planes. Comenzamos viendo una película de terror "Actividad paranormal" comiendo muchas cabritas.

Debo admitir que casi me muero de miedo. Odio ese tipo de películas, pero estuvo muy buena. Luego vimos algo más tranquilo, comiendo helado con mucha salsa de chocolate. Después nos pusimos a cantar y bailar con la música en el volumen máximo. Ya cerca de las 4:00 am decidimos ir a dormir, estábamos agotadísimas.

Al día siguiente tomamos desayuno, algo liviano por supuesto, nos bañamos y fuimos de compras. Estaba súper "feliz" de ir. Odiaba hacer eso, pero a la linda le gustaba y había que ir, o después el berrinche de niña pequeña no se aguantaba nadie. Y si, somos opuestas, pero por eso somos amigas.

De camino al mall me contó que había conocido a un chico, el cual le gustaba bastante, pero que era un poco flaite, aunque muy simpático. Se llamaba Yerko, y la trataba súper bien, pero no sabía qué hacer, los chicos no eran punto fuerte.

- Solo sé tu misma, ya eres encantadora así, no necesitas impresionarlo.

-Lo sé, pero es que con él me pongo nerviosa.

- ¿Pero te ha dicho algo además de lo básico en una conversación?

- ¿Cómo eso?

- Si te ha coqueteado.

-Pff, diría que varias veces.

- Pues entonces que esperas. Dale el pase para que de su primer paso. - me miro con una sonrisa en la cara, se le notaba que le gustaba bastante, pero si no le decía nada, no haría nada

Siempre era tan insegura, al igual que yo, pero dándonos consejos éramos más valientes, o eso pensábamos, ya que ninguna seguía su propio consejo.

Luego de las compras, es decir, luego que ella casi se lleva el mall a la casa y quedar con ganas de más, cada un tomo rumbo a su destino. Había que estudiar para la semana. Solo el hecho de saber que ya casi estábamos en las vacaciones de invierno me daba impulso para seguir estudiando, porque no me faltaban las ganas para salir corriendo y desaparecer con un buen libro a un algún hermoso y solitario lugar de este gran planeta. Esa si sería vida.

Al llegar a mi casa no quería hacer nada, así es que los lindos planes de estudiar fueron remplazados por leer un libro: "Crepúsculo". Fue imposible dejar de leerlo hasta que lo termine. Hermosa historia, aunque la película no le hace honor a la increíble forma en que la autora relata la trama. Y como jamás me quedo con la duda, tenía que leer la saga completa en solo dos días la termine.

El lunes tempranito llegue como zombie al colegio, pero no me arrepiento de nada.

El secreto mejor guardadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora