El dolor de la angustia.

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Al fin era viernes. Quería volver pronto al colegio para tener algo productivo que hacer.

Hice lo mismo que hacía cuando todo era "normal"; me levante y fui por un desayuno nutritivo, yogur con cereal, y me fui a ver una película, esta vez fue "Ted", una de las películas que me encantan.

Termine de ver la película y fui a prepararme para hacer un poco de aseo en casa. Me puse ropa cómoda y coloque el volumen de la radio a más no poder. Recorrí cada rincón de la casa limpiando, al terminar fui a bañarme e hice algo rápido para comer. Ya eran las 4:00pm cuando tenía todo listo y decidí ir a la plaza a esperar, mientras leía y escuchaba música con audífonos, que Pedro llegara.

No me di cuenta que había pasado tan rápido la hora cuando alguien se sienta a mi lado.

-Hola- me dice Pedro.

-Hola ¿cómo estas?

-Bien y tu?

-Bien, aquí tienes las llaves- digo pasándoselas en la mano.- ya sabes las reglas y, suerte.

-Gracias, si decides pasar, estas invitada.

-Ok, lo pensare, ¿a qué hora?

-8:00pm.

-ok, adiós.- me despedí y fui a casa de Lia. Él se quedo unos minutos sentado hasta que se marcho.

Camino a casa algo me esperaba en la puerta, una caja con un papel dentro: "Sé lo que harás esta noche y de mi no te libras"

-Querida, se supone que vuelves el Domingo- dije en voz alta sabiendo que Ashley estaba en algún lugar escondida.

-¿Cómo supiste que era yo?- dijo saliendo de su escondite.

-¿Quien más enviaría este tipo de amenazas?

-Tienes razón, no fue la mejor idea. Ok, pero aun así iras a la fiesta, por lo que escuche estarán esperándote.- sonríe exageradamente. Definitivamente estaba perdida, o aceptaba por las buenas o seria a la fuerza.

-Entra- la hice pasar adelante y cerrando la puerta tras de mi- empieza a las 80:00pm.

-Entonces 8:30pm salimos de aquí, jamás se llega puntual.

Estuvo toda la tarde intentando que me vistiera con la "ropa adecuada", según ella, para la fiesta. Finalmente se decidió por unos jeans oscuros una polera celeste con blanco y una chaqueta negra, ella iba vestida completa de negro y una chaqueta morada a junto con sus zapatillas.

Salimos cerca de las 9:00pm y al llegar mi casa era un desastre, llena hasta mas no poder. Debo admitir que era la primera vez que veía mi casa tan llena y de gente no conocía ni siquiera por nombre.

No estuvimos ni dos minutos y Ashley había desaparecido entre la multitud, ya la había perdido, no tenia remedio. Me acerque a la cocina y tome una bebida, recorrí un poco la casa para ver en que estado estaba.  No se veía tan mal como pensaba.

-¿Bailamos?- me pregunta un chico que jamas en mi vida he visto.

-No, gracias- seguí caminando en busca de alguien conocido, ¿sera posible?

-Viniste- dijo Pedro a mi espalda.

-Claro, es mi casa.

-¿Quieres bailar?

-Vamos.- dije, no pensaba quedarme a hacer nada. Bailamos cerca de 4 canciones y luego fuimos en busca de bebidas.

-¿Que te motivó a venir finalmente?

-Una amiga, no se pierde ninguna fiesta.

-¿Y en donde esta?

- La verdad desapareció en el momento en que llegamos- la busque con la mirada y la encontré agarrada del cuello de un chico un poco borracho.- tengo que irme - le dije a Pedro saliendo lo más rápido tras Ashley.

-¿Que haces?

-Hola, ¿te estas divirtiendo?- me dice un poco drogada con la sangre- porque yo si.

-No puedes comerte a todos los de la fiesta.

-No todos, y no los como, solo les quito un poco de liquido.

-¿No se suponía que eran solo animales?

Sip, pero la tentación lo puede todo.

-Eres vieja ya para eso.

-Mentira- dice el borracho- es toda una hermosura.

-Tu cállate, no sabes nada.

-Tranquila, Juliet. Prometo no matar a nadie y tampoco que nadie me vea.- dice guiñandome un ojo.- diviértete, para eso son las fiestas.

Me fui resignada. Por una parte sabia que no mataría a nadie, pero el riesgo de que la vieran era superior, aunque pensándolo bien, todos borrachos tienen cero posibilidad de acordarse de algo. La deje, que hiciera lo que le viniera en gana.

-¿Bailamos?- me dice un chico en mi oreja. Me giro y era Diego en un estado casi sobrio, me sonríe y yo asiento. Me llevo a la pista de baile y comenzamos a bailar, no me quitaba la miraba de encima, yo con mis manos en su cuello y él en mi cintura.

Dicen que el tiempo es relativo y para mi estuvimos una eternidad bailando. Pero no todo es maravilloso y perfecto.- Lo siento, me la tengo que llevar- dice Ashley a mi lado tirandome de la muñeca y separandome de Diego.- Nos vamos.

-¿Que paso?- estaba preocupada.

-Hay otro.

-¿Quien, lo conoces?

-Si fuera asi no te hubiera sacado, es aquel chico que me dijo que necesitabas ayuda. Aun asi no confio en él y no te voy a dejar cerca tampoco.

-Me voy a casa de Lia, entonces.

-Te acompaño, no te pienso dejar sola.- Me di vuelta para mirar porultima vez mi casa repleta de gente desconocida, pero él estaba hay cuidandome, vigilando que nadie se sobeprasara. Jamas me dejaria sola. Me devolvi corriendo hasta él, pero al llegar ya no estaba. Ashley me mira extrañada.- ¿Que haces?

-Nada- busco en todos lados y no lño veo. Estaba haciendo lo que le dije: que no que volver a verlo, y que intentara hacer su vida lejos de mi.- vamos.

Camine en silencio hasta el paradero y la micro paso en solo segundos. LLegamos a la casa y me fui a dormir y Ashley se me queda mirando.

-¿Qué te paso?

-Nada, es una larga historia. Puede que algun día te la cuente.- me di media vuelta y me quede dormida.

En la mañana Ashley ya no estaba, y yo ya estaba planeando empezar desde cero, al igual que unos años atras.

El secreto mejor guardadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora