Celebrar te destruye.

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Se escuchaban murmullos por todas partes. Solo nos quedaba sonreír ante los halagos, e ignorar las miradas de desprecio de algunas envidiosas que nos observaban.

-No te preocupes, te ves bien- me dijo Diego al ver como de a poco iba bajando la mirada avergonzada. Paso su mano por mi cintura y me impulso a seguir el camino eterno al centro de la pista para bailar.

Bailamos un par de canciones y luego nos fuimos a pedir un par de tragos a la barra. Estábamos lo bastante animados como para seguir bailando, saltando y cantando las canciones que siguieron.

Ya pasado las 4:00am se empezaban a ver a algunos borrachos, otros que se iban y los jugosos que seguían la fiesta solos.

Nos juntamos los 4 y nos fuimos a sentar a un lado a conversar, o intentar conversar, ya que los chicos estaban pasados un poquito de copas. Nosotras solo tomamos hasta nuestro limite y nada mas.

Con Ashley nos quedamos viendo como los demás se iban y los chicos se quedaban dormidos. Ya solo quedaban los borrachos tirados en el piso, probablemente hasta el día siguiente.

-Juliet, siento que estamos llegando al final- me dice Ashley apoyada en mi hombro.

-¿que final?- le pregunto.

-Estamos cambiando. Tu eres híbrida, los chicos se fueron del colegio, tus amigos desaparecieron. Siento que estamos terminando una etapa de nuestras vidas.

-Ashley, el trago te hizo mal- le digo sonriendo.

-No estoy mal. Solo me puse a pensar.

-Wow, eso es impresionante- le digo con burla.

Me mira de forma asesina y sentimos un gran estruendo en la parte trasera del salón donde había un pequeño parque.

-Quedate aquí- me ordena Ashley cuando va llegando a la puerta de salida.

Como buena niña que soy, no le hice caso y salí tras ella para saber que había ocurrido. Al parecer fue mala idea, ya que habían cuatro vampiros y uno al verme salio tras de mi. No lo pensé dos veces y corrí dentro del salón cerrando la puerta de un golpe.

De pronto siento otro golpe, pero esta vez seguido de un grito desgarrador.

No sabia que hacer. Si probar mis nuevas habilidades o dejar que ella arreglara éste asunto.

Decidí ir en su ayuda, como ella muchas veces lo hizo. Pero alguien me detuvo antes de que pudiera abrir la puerta, Alonso.

-No te preocupes, yo le ayudo. Llevate a tus amigos de aquí.

Hice lo que el me dijo y como pude logre llevarlos afuera y tomar un taxi.

Llegue a casa y con ayuda del taxista logre bajar a Diego y Franco y meterlos a mi casa. Se tiraron en el sillón y los deje dormir. Sin embargo yo no podía, pensaba en los chicos y como estarían. Eran mas que ellos y me preocupaba el que les pasara algo.

Pasados unas horas decidí ir a verlos, la preocupación me mataba.

Tome mi llaves y cuando pensaba salir tocaron la puerta, fui rápidamente a abrir pensando que era uno de los chicos. Gran sorpresa me lleve al ver como venían.

Me hice a un lado y los deje pasar. Era como ver aquellos personajes recién salidos de una película de guerra pero sin la tierra a su alrededor.

-¿Estan bien? ¿Que ha pasado?

-Estamos bien y ellos lejos de aquí.- respondió Ashley sin más detalles.

Se dirigió al baño y cerro la puerta, al rato se escucho el agua caer de la ducha.

Alonso se estaba yendo cuando le tome el brazo.

- Gracias, por todo. Se que es difícil estar salvando siempre a alguien a quien le tienes poca confianza.

- No hay de que, te conozco desde siempre y la confianza no es lo que me preocupa.- me dedico esa sonrisa reconfortante que años atrás había visto.- Cuidate, y a Ashley también. Siempre andaré cerca.

Dicho eso se soltó de mi mano que aun tenia en su brazo y se marcho.

Había olvidado como era el tenerlo cerca y su seriedad. No lo veía hace mucho.

Ashley salio de baño y fue directo a mi cuarto a buscar ropa limpia y lograr dormir algo, celebrar le había hecho mal tanto a ella como a mi y simplemente queríamos descansar.

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⏰ Última actualización: Jul 04, 2015 ⏰

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