El secreto mejor guardado

Una noche de invierno.

Día jueves, a entrenar se ha dicho. Me metí en este cacho y hay que terminarlo como de lugar.

Llegue al gym y fui directo a los casilleros, guarde mis cosas y fui en busca de Eliot, que para mi suerte, no estaba haciendo nada.

-Hola, estoy lista.

Me mira de pies a cabeza, que para ser sincera, me intimido un poco.

-¿Puedo decirte algo?- me miro con duda. Asentí con la cabeza.- Te ves horrible hoy. ¿Segura estas bien para la clase?

-La verdad es que me siento como me veo- quería ser sincera y terminar esto pronto. Jamas pensé que lo diría, pero quería volver al colegio, era un lugar seguro- Pero estoy preparada para la clase.

-¿Enserio?

- Ya, por Dios. Quiero comenzar luego y si no tienes problemas con eso, solo parte.

-Ok, Ok. Entonces parte corriendo los 10 minutos.- No dije nada, me fui a correr sin pensar en nada. Últimamente se me daba bien esto, pensar en nada y todo a la vez. Termine de correr y me acerque a mi entrenador otra vez. Me miro y se quedo pensando que haría ahora.- Ok, se nota que quieres matar a alguien y no tengo a quien, pero te daré todo el tiempo que quieras para pegarle al push ¿Entendido?

-Como quieras- se que andaba mal. Había dormido poco y mi humor era de los mil demonios. Es una forma de decir, ya que no todos son pesados. Pero el sueño era quien me hacia ser el ángel que alguna vez llegue a ser.

Me encamine hacia el push mientras me colocaba los guantes. Comenze con pequeños golpes hasta que alguien lo afirmó para que no se moviera mucho. Ya me podia imaginar quien era y lo deje.

-¿Vienes constantemente?- escuche que preguntaba tras el saco.

-Día por medio.

Seguí golpeando hasta que me canse. El Pedro salio de su escondite y me siguio a las duchas.

-¿A qué hora piensas llegar a mi casa mañana?

-A las 5:00pm?

-Te espero a las 4:30 en la plaza del otro día. Me quedare en casa de mi tía y no pienso devolverme.

-Si, claro, ¿enserio no estaras?

-No soy de las que les gustan las fiestas.

-Bueno, te dejo entonces. Adios.

-Adios.

Entre a las duchas y sali de ellas 20 minutos después. Revise mi celular y tenia 2 mensajes de Ashley.

#Hola. Vuelvo este sabado. nos vemos.

#Por que yo no sabia que harias una fiesta? ni sueñes que no voy. te veo este viernes.

No sabía como lo hacía, pero siempre se enteraba de todo.

*Lo siento querida, pero yo no hago la fiesta, solo presto la casa y ni sueñes que voy a estar presente.

#Pero es tu casa :(   ademas viene tu cumple, que haras?

*Nada y no voy.

#ya lo veremos ;-)

Sabía que no me libraria de ella ni aunque se fuera a la China. Sin embargo me sentiria mal si perdiera a mi mejor amiga. Cada vez que pensaba en eso me acordaba de "Luna nueva" cuando Edward le repite a Bella: "Sera como si nunca hubiera pasado". Esperaba que ese día jamás ocurriera.

Volvi a casa de Lia para descansar un momento. Había visto tantas peliculas ultimamente que tome mi libro, celular y audifonos y me fui a la plaza a leer. Estaba leyendo "El túnel" de Ernesto Sabato, concordaba totalmente con el pensamiento del narrador quien pensaba que había que matar a todos aquellos que esparcian su veneno en los demás. Quien fuera como él para tomar esas decisiones. Pero aun mi lado angelical me dominaba.

Aquel día estaba bastante frio y la noche ya estaba cayendo, me fuia a casa con la ilusión de encontrar a Lia, pero en su reemplazo encontre una nota que decía: "Siento no haberte llamado, pero hoy no llego a casa, estoy en la playa y no vuelvo hasta el lunes". Perfecto, se suponia que dormiria hay para no sentirme sola y ella se va.

Me fuia a la cama temprano, tenía frio y quería descansar. Pero para mi sorpresa me encontre una rosa en la cama con una nota: "Siempre te cuidare al igual que siempre te voy a querer". Nadie la firmaba, pero no era necesario, sabía que Tomas estaba cerca.

Aquella fue la noche mas fria de todas y mis sueños me recordaron el momento más triste de todos, aquella noche de invierno que me arrancaron mis alas frente a un Tomas diferente.