El secreto mejor guardado

Investigando.

-Al fin apareces. ¿Qué fue lo que averiguaste?

-Nada. Nadie sabe nada.

-Que mal. ¿Entonces qué haremos?

-Tu nada. Eres un ángel y yo una especie de demonio, por ley no podemos estar juntas. Si hay que hacer algo lo haré yo con Alonso. ¿Entendido?

-Si, ya entendí. - dije resignada mirando el piso.

La semana siguió "normal", si se le puede llamar así, ya que fue una semana de preguntas y respuestas, la mayoría en clases, sobre su vida pasada, su dieta especial (que era sangre humana, pero no sentía remordimiento, ya que estaban sin familia y nunca eran buscados ni encontrados por casualidad), y si sabía información sobre el "espía". Lamentablemente sobre el último tema no había mucha información, por lo que me limite a guardarme todas mis dudas y junto con ellas las ganas de hacer algo para averiguar qué pasaba.

Finalmente, una respuesta llegó, y no era precisamente la más esperada por mí. Pero al parecer para Ashley no era ninguna sorpresa.

-Tenemos visitas. - dijo de la nada, luego de una semana preguntando como iba con la "investigación".

- ¿Cómo lo sabes? - era medio día. Había pasado todo el día conmigo. ¿Cómo sabía qué era más de uno?

-Querida, soy tan vieja como tú y aun así sé muchas más cosas que tú.

- ¿Y qué vamos a hacer?

- ¿De verdad sigues creyendo que vendrás conmigo?

Tenía que admitirlo, no tenía futuro con seguir intentando que me incluyera en sus planes.

-Ok, ¿Qué harás?

-Darles la bienvenida. - la sonrisa de mala no se la quitaba nadie.

- ¿Iras sola?

-No, el Alonso ira conmigo.

-Oka, con eso me quedo más tranquila. ¿Pero por qué no puedo ir?

No es posible. Soy su amiga y no me deja ir.

-Eres mi amiga. La primera persona que pienso en cuidar junto con mi familia. Lo siento, pero no voy a dejar que te pase nada...

En eso la interrumpe su celular con una llamada entrante.