Capitulo 35

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El beso era calmado, el juego entre las lenguas se hizo presente, ella aun tenia sus dudas, mientras el sonreía internamente por que por fin esa mocosa había caído, pensó que sería algo difícil ya que se hacía del rogar al principio, pero como todas cayó ante el. Pero aun así había algo más, no pensó llegar a pedirle que si tuvieran una relación, siguió disfrutando de ese beso, al parecer se estaba haciendo adictos a los besos de ella. La tomo de la cintura y la cargo para llevarla a la cama, acariciaba su espalda, ambos cayeron a la cama, ella lo empujo y se sentó en la orilla de la cama.

- ¿Que pasa?

- Entonces se podría decir que ¿Somos novios o  que? - el se acerco a ella.

- Si prefieres llamarlo así. - susurro en su oído, ella aun sentía dudas, ¿Verdad o mentira? El comenzó a besar su cuello, ella trataba de controlar lo que sentía, si era mentira y estaba con el caería en su juego, pero ¿Si era verdad? Y dejaba ir la oportunidad.

- Me gustaría que fuéramos... Ammm más despacio - fuera mentira o verdad no se la dejaría tan fácil.

- ¿Que? - el se levanto de la cama y se puso en cuclillas para verla.

- Si, yo aun estoy comprometida... Además quisiera ser como los demás novios - el frunció el ceño —. Tu sabes, pasear... ir al cine a cenar, cosas que harían los novios normales.

El se quedo pensando, definitivamente no esperaba eso.. Pero bueno le daría un poco de gusto en ello, aun que no supiera muy bien ya que el romanticismo no era su fuerte, y quizás ella lo sabía por el carácter que el poseía tal vez no era muy romántico, pero ella quería intentar, quizás podría hacerlo cambiar de opinión con todo ese asunto de la venganza, aun eran suposiciones de ella, pero averiguaría con Naraku.

- Como quieras - contesto el mientras se ponía de pie.

- ¿A donde vas?

- Me voy - camino hacia la ventana y ella lo detuvo sosteniendo su brazo, el la miro de reojo.

- Quédate conmigo... - bajo la mirada sonrojada, el se giró hacia ella y le dio otro beso.

Ambos regresaron a la cama, el se quitó el saco y corbata se recostó y ella hizo lo mismo pero abrazándolo a el, Sesshomaru no sabia que era lo que ella pretendía, pero Rin se acomodó entre sus brazos y el la abrazo acariciando sus cabellos y respirando su aroma.

Siete de la mañana, al parecer Rin por fin había logrado dormir mas de lo que últimamente hacia, despertó ya que Sesshomaru dejo de abrazarla para ponerse los zapatos.

- ¿Te desperté? - hablo el mientras ajustaba su corbata.
- No ya tenía rato despierta - mintió y se levanto estirándose un poco —. ¿Ya te vas? - el asintió.

- Tengo que ir a trabajar - se acerco a ella tomándola de la cintura —. Llama si necesitas algo - ella sonrió el observaba esa sonrisa, era la primera que le dedicaba.

- ¿Pasa algo? - pregunto ella, el negó y le dio un casto beso de despedida, se asomó por la ventana, aun seguían desmayados los vigilantes así que salto, mientras Rin entro al baño para cambiarse la ropa, ya no quería estar en pijamas. Escucho ruidos de la puerta y salio rápido del baño para esconder el móvil, por suerte alcanzo a esconderlo ya que era Renkotsu.

- ¿Como estas? - pregunto viendo a Rin de arriba a abajo.

- Bien - su voz sonaba seria, era su padre pero no tenia por que tratarla así.

- Vine en son de paz, quiero que arreglemos las cosas, ya han pasado varios días yo creo que ya has reflexionado sobre tu mala conducta. - Rin frunció el ceño ¿La había dejado ahí encerrada por castigo? —. Veo que si terminaste tu relación con ese joven.

Sed de Venganza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora