Sed de Venganza

Capítulo 37

Rin estaba pensando, seguir o no al peli-plata, Renkotsu tocaba la puerta con desesperación.

- ¿Qué dices? – insistió el tomando su mano. Ni siquiera sabía por qué le había dicho eso, pero si sabia que no quería que ese desgraciado le pusiera una mano encima a Rin.

Ella parpadeo varias veces, sin duda alguna esta era la decisión más importante de su vida, el la abrazo y la beso de nuevo.

Renkotsu seguía tocando, mando llamar a sus guardaespaldas quienes llegaron enseguida.

- Abran esa maldita puerta! - ordeno, ya que el encargado había ido por las llaves, pero no llegaba.
Los guardaespaldas tumbaron la puerta de una patada, Renkotsu entro buscando a Rin, se escucho que alguien bajaba la palanca del baño, ella salió sobando su estómago, alzo la mirada para encontrarse con su padre.

- Pa...padre ¿que hace... aquí?

- Me preocupe por que no salias - miraba a todos lados y al parecer estaba sola.

- Bueno...es que... la cena... me cayó mal - se sonrojo por la vergüenza.

- Regresemos con el señor Mushin nos están esperando. - ella asintió y salió tras el.

Sesshomaru había salido por una ventana que conectaba al baño de hombres, Rin decidió no irse con el, ya que no estaba del todo segura de las verdaderas intenciones de el, bien podía haberse ido con el, pero ¿Si era una trampa? Ella aceptaba que el le atraía más de lo que quiera, ¿Y el? El la confundía demasiado, y antes de poder enterarse a el quería estar segura de que el sentía algo por ella, además no podía dejar a Miroku solo en esto era algo que a ella también le interesaba.
El peli-plata tomo asiento, a los pocos segundos apareció Rin en compañía con su padre, el gerente del lugar se acerco a ellos.

- ¿Todo bien?

- Si señor, lamento mucho haber causado este inconveniente - fingió estar avergonzada, su padre cruzaba alguna palabras con el gerente, ella miro al peli-plata y este le guiñó un ojo haciendo que ella se sonrojara, Sara noto esas miradas, no dijo nada intento nuevamente acercarse a él pero el ya no coqueteo con ella solo se levanto.

- Me retiro - salio de ahí no sin antes dedicarle otra mirada a Rin quien parecía feliz al menos aún tenía una cita para el día siguiente.

Una vez que ya estaban de nuevo con Miroku y su padre Renkotsu aun no se trataba el cuento que la comida le hizo daño pero no armaría un escalando, suficiente tenia con lo que había pasado, miro hacia la mesa de enfrente y ya no había nadie.

Ella aclaro la garganta para comenzar a hablar.

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Hitomi se encontraba en su habitación leyendo una revista de modas, sin duda volver a mantener esa relación con el suegro la beneficiaba ya que Renkotsu le agregaba más dinero a su cuenta personal y yo tenia que preocuparse por trabajar tanto. Tenía que pensar bien cual seria su siguiente paso, tenía que acercarse más a Rin pero sabia que esta no le dirijia la palabra, su puerta se abrió de pronto, era Mokotsu con una carpeta en la mano, llego hasta ella y se puso enfrente.

- ¿Que es eso? - pregunto ella sin apartar la vista de su lectura.

- Es el acta de divorcio - ella bajo la revista y miro los papeles.

- ¿Es una broma?

- No, ya estoy cansado de tus infidelidades... Si te aguante estos años fue por que creí que podrías cambiar.

- Y claro que lo he hecho, no te he engañado con nadie desde que nació Rin.

- No quieras verme la cara de idiota! Se que volviste a meterte con mi padre!! Así que más te vale firmar el divorcio, no pienso durar ni un día más casado contigo.