Me volteo y veo un chico más alto que yo con acento canadiense.
-¿Qué está pasando?-.Dice él.
-Tus amiguitas me han lanzado bebida encima...
-Ah ¿y nos escupiste solo por enfado?-.Responde una de las chicas sentadas mostrando sus largas piernas. Es morena y tiene unos ojos verdes, imparciales al sol.
-...-.Justo cuando iba a responder... a soma mi madre entre las rocas.
-¡Eider! No te quedes ahí parada vámonos.-.Dice y ella y Mira avanzan por el sendero arenoso.
-Empiezo a caminar cuando una mano me sujeta y me voltea. Miro a quién me esté haciendo pasar tiempo...
-Hola, soy Max, disculpa por el mal comportamiento de Sandy.-.Dice acercandose a mí. Nos hemos quedado a unos metros de distancia de "ese grupito de chica presumidas".-A veces presiento que quiere llamar mi atención.
-Y ¿por qué me lo cuentas?-.Digo frunciendo el ceño.-Me tengo que ir. Es un asunto de vida o muerte.
-Okey.-.Dice despidiendose de mi con la mano, la acepto y me marcho.
Caminamos y caminamos...
-¿Quién era? -.Pregunta mi madre.
-Nadie en realidad.-.Digo lo más insignificante posible, no quiero contarle a mamá lo sucedido, y si lo hago no me creería.
-Mientes... Dime o creo lo peor.-.Dice volteandose para verme.
-Si no te lo digo igual creerias lo peor.-.Respondo pero suelta la mano de Mira y me señala con el dedo.
-No me vuelvas a hablar de esa manera. Ahora dime ¿qué...-.La interrumpo con la verdad.
-Un grupo de chicas lanzaron encima mío bebida alchólica, y aquel chico vino para disculparse.... con la mano.-.Digo, evitando lo del escupitajo.
-Ah.
<<Eso es lo que creí>> Se voltea y camina.
-¿Qué creías?-.Digo.
No responde.-Bueno-.Digo y así pasamos un largo tiempo en silencio.
-¿Por qué diablos viniste acá? -.Pregunta mi madre a gritos a César.
-¿Qué querías qué haga?-.Dice abrazandola. <<Alguna vez quisiera sentir estar casada con alguien y que ese alguien te quiera por todas las estupideses que hagas. Perdonar a quien no se merece>>.
-Sueltame, eres un cobarde. Hubieras pedido perdón ¿sabes? las personas cómo tú no deberían estar con gente que sabe perdonar.-.Acaba mi madre y se cruza de brazos.
-¡Ah! Ahora soy el Villano de la película.-.Dice alzando la voz.
-No fue lo que dije.
Hace un par de horas llegamos a este faro, donde esncontramos a hombres esbeltos sosteniendo a César. Él yacía en el suelo, con moretones y ralladuras en el pantalón. Mi madre nos dijo(Mira y yo) que nos quedaramos fuera. Pero aún así lo espíe todo. Digamos que... las puertas fareras son simples y de madera, escuché claramente y observe a mi madre lo que hacia dentro con esos hombres; detrás de los agujeros hechos por las polillas. Mira estuvo todo el rato asustada temblando como una hoja primaveral. Le dije que se tranquilizara que si pasaba algo entraba a detenerlos o llamaba a emergencias. Adira (mi madre) se puso muy dura con respecto a mi padre, aquellos hombres hicieron relajo y al fin y al cabo, Adira les entregó una gran cantidad de dinero, minutos más tarde se marcharon. Aún no entiendo cómo aquellas personas encontraron a César y cómo se las ingeniaron para llamarnos. <<Eider, toda persona, se la ingenia para conseguir dinero>>.-.Aumenta mi subconciente.
-Bueno eso es lo que entendí.-.Dice mi padre enojado.
<<Ahora los dos se encuentran enojados>>.
Entro y abro paso entre la paja regada en el suelo.-Eh! no peleen.
-Te dije que no dejaras sola a Mira.-.Dice mi madre.
-Hola.-.Digo dirigiendome a César.
-Hola ¿por qué dejas a tu hermana fuera?-.Dice y me volteo, cojo de su mano y la entro.
-¡Hola, papi!-.Dice Mira alegremente, César la coje por las costillas y la levanta por el aire.
-Perdoname por haberte mandado hacer tal cosa.-.Dice tan rojo como un tomate.
-Está bien, prometeme que no va a volver a pasar.-.Dice Mira.
-¿Se pueden disculpar y besar de regreso?.-.Digo y salgo.
-Eh! ¿A dónde te crees que vas?-.Grita mi padre desde lejos.
-De regreso.-.Grito para que me escuche.
Camino hasta que reconozco el lugar, es dónde Sandy, me regó la bebida... me siento en la arena y veo qué hora es, más tarde de lo que imaginé. Está oscureciendo. Veo surfistas que se clavan dentro de olas verdes y espumosas, surfistas con sus parejas disfrutando de las olas más grandes y otros que solo nadan hasta cierto punto en que ya no los veo. Mi familia no está cerca así que me quedo mirando el cielo, respirando un nuevo aire y acariciando la textura suave de la arena.
-Otra vez ¿por aquí?-.Reconozco esa voz, Max.
-Sí y ¿tú?-.Digo sin dejar de mirar el océano.
-También.-.Responde.
-¿Te gusta mirar el océano?.-.Dice y asiento.
-Por algo lo estoy haciendo.-.Digo con incoherencia. No quiero comportarme dura con una persona que no esté haciendo nada malo. Pero así soy yo.
Silencio.
-Lo siento, es que he pasado muy mal... este día.-.Lo miro. Está muy centrado en el cielo. Sus ojos son dos manglares que llenan esperanza de volver a ser pozos. No me había dado cuenta lo bronceado que está, tal vez pase todos los dias surfeando.
-No lo sientas. Las buenas personas son las que guardan grandes secretos.-.Dice.
-¿Por qué lo dices? -.Pregunto.
-Supongo que has descubierto muchos secretos de los que no sabías y supongo que te has de preguntar ¿cómo un tipo cómo yo, sé tanto de ti?
-Sí.-.Digo y sonrío.
-Pues soy de las personas que ven a las personas más allá de sus ojos, en ti veo mucha tristeza pero sé que alguien te va a cambiar el mundo. Desde tu perspectiva.-.Dice y me mira.
-¿Eres un adivino o algo parecido?.-.Digo.
-No, no soy adivino ni brujo... Esas cosas no existen. Lo que existe es cómo tu veas a las demás personas. Yo veo en ti una persona carismática... Aunque a veces dura.-.Dice y vuelve la vista al frente.
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MI CHICA DE PAPEL:
RomanceUn pasado inolvidable persigue a Eider, con sus oscuros secretos no le ha resultado nada fácil su vida. Pero todos estos problemas se van borrando cuando entra a su vida Llia. Un mundo donde despierta el amor, donde dos almas gemelas saben luchar p...