Un pasado inolvidable persigue a Eider, con sus oscuros secretos no le ha resultado nada fácil su vida. Pero todos estos problemas se van borrando cuando entra a su vida Llia. Un mundo donde despierta el amor, donde dos almas gemelas saben luchar p...
Max, se desviste y por un momento pienso que del todo, pero estoy demasiado confundida para entender del todo. En el trayecto pasó algo muy extraño, "por equivocación" me cogió de la mano mientras dormía, la retiró enseguida desperté, obvio lo noté pero me hice como la que no supe nada.
Se queda en pantalonetas y me sonríe.-¿Te vas a quedar así?-.Dice señalando mis pantalones y mi camisa de tiras.-Tengo algunas cosas que te pueden servir en la parte trasera del auto. Son cosas de mis amigas, Sandy ¿la recuerdas?-.Dice, asiento, claro que sé quien es, la chica que derramó alcohol encima de mi. Me levanto y me voy a ver que hay.
-Toma.-.Me entrega dos pares de bikinis, uno es decente y el otro descubierto, escojo el decente.
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Me lo pongo y voy directa al mar, no hay olas pero el sol es tremendo. Siento pequeñas conchas y caracoles de agua debajo de mis pies, camino hasta que el agua me llega a la cintura y nado por debajo, el agua está fresca, Max viene corriendo con su amplia sonrisa y sus abdominales marcados, se escabulle en la orrilla y desaparece, espero verlo pero no se encuentra. Justo cuando me iba a buscarlo me coje por los musmulos desde abajo y me asusto. Ríe, lo pego modo broma y nadamos.-No vuelvas a hacerlo.-.Digo riendo, me acuesto en las aguas colo verde marino y me quedo pensando.
-Que bella, te ves tan sexi así.-.Dice, al rato lo miro y me sorprendo, no tiene verguenza al decirlo.
-Oye!
-¿Qué pasa? Sabes que es verdad. ¿Te gustó el viaje?
-Sí, me quedo flotando parada frente a él. Gracias.-.Digo.
-De nada.
-¿Qué te parece si jugamos a decir cosas que no sabías del otro? -.Digo emocionada.
-Okey, empiezo. Nací en Canadá, pero mis padres son ingleses.
-Buen comienzo... Mi padre murió y mi hermano menor igual, mi madre se volvió a casar, nunca los conocí.-.Digo, pero al rato mi sonrisa desaparece, me acuerdo de toda la verdad, alzo la cabeza y veo que Max me mira tristemente.-No sientas lástima por mí.-.Me escondo bajo las olas, y siento que mi cabeza palpita quiero gritar. Buceo y me levanto. Estoy muy lejos de donde estaba, Max se acerca nadando por arriba.
-¿Quieres dejar de hacer esto?-.Dice.
-El ¿qué?
-Jugar a esto.-.Dice.
-No, te toca.-.Digo sonriendo falsamente.
-Bueno, tengo veinticuatro años y vivo con mis hermanos mayores, en Toronto.-.Dice y así seguimos hablando y molestandonos, dejamos el mar, y nos vamos a comer. Regresamos al auto y veo qué hora es, pero lo que llama mi atención no es la hora es, los sms de Killiam y llamadas perdidas. Max compró algunos galones de agua para aquitarnos la arena. Me visto y reviso los mensajes los contesto, le doy una explicación a Killiam pero encuanto los quiero enviar no hay señal.
-¡Max! ¡Max! ¿me puedes decir cuál es el punto de...-.Voy directa a la parte trasera del auto, ahogo un grito al verlo desnudo de espaldas, ahora sé por qué no me ha escuchado, audifonos puestos. Se voltea y alzo la vista, solo miro como se ha puesto rojo. No veo nada más que sus ojos con sus pupilas dilatadas. Siento como mis orejas arden de la tensión, y comiezo a tartamudear.-Yo...eh, te quería... lo siento ¿dónde... hay señal?-.Pregunto enseñando mi smartphone por lo bajo. Enseguida reacciona y se pone una pantaloneta holgada, tipo pesquero.
-Por el momento no hay...-.Se aclara la garganta y continua.-Señal, cuando salgamos a un lugar abierto y más poblado a deber.
