Mi chica de papel (22):

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-¿Por qué me miras tanto? ¿tengo algo? -.Se toca la cara y me empiezo a reir.

-Porque... eres tan pacífico.-.Digo sonriendo.

-¿Cómo te llamas?

-Eider.-.Digo casi en un susurro.

-Bueno... Eiden... tu eres hermosa.

-Gracias... Eider-.Aclaro mi nombre con voz alta. Nos miramos y en un momento pienso que algo va a pasar pero me separo de él y me levanto; sacudo la arena de mis jeans.

-A ¿dónde vas?.-.Dice, se levanta y se acerca más a mi.

-Donde mi familia, me está esperando.-.Digo intentando jugar con el destino. 

Vienen a paso lento, estan lejos.

-¿Dónde vives? -.Dice y al momento me asusto... no es una pregunta usual en una persona, pero si en un chico.

-No vivo aquí.-.Digo.

-Lo sé, por eso te lo pregunto.-.Dice.

-¿Cómo lo...?

-Acento.-.Me interrumpe.

-Ah. Vivo en San Mateo, California. Vine de viaje.

-¿Te vas a quedar unos días más?-.Pregunta.

-No lo sé...

-Bueno si no te vas mañana, podemos encontrarnos ¿aquí mismo?-.Dice.

-No pienso...-<<no pienso quedarme>>.-¿Para qué?

-Quisiera que mañana me acompañaras a conocer Mavericks.-.Dice rascandose la nuca.

-...No quiero que te des ilusiones, tengo novio y no busco relación alguna.-.Digo cruzando los brazos sobre mi pecho y poniendo voz firme.

-Entiendo. ¿Quedamos?

-Bueno, si nos quedamos.-.Digo alejandome más hasta que mis pies tocan las aguas saladas, Max agarra mi cintura y me atrae hacia sí. <<Killiam>> es loq ue pasa primero por mi mente. Se acerca y está a punto de besarme pero el sonido de una ola me despierta y me alejo de él.

-Disculpa.-.Lo esquivo y voy  donde mi familia.

-Eider ¿dónde carajo estabas?-.Dice César. No me gusta cuando pronuncia malas palabras.

-Sentada en la arena.-.Digo intentando quitar las ideas de Max y yo.-¿Regresamos hoy?-.Pregunto.

<<Por favor di que si. Por favor di que si>>. Repite mi subconciente.

-Estuvimos hablando y lo mejor es que nos quedemos unos días más.-.Dice mi madre cogiendo de su mano.

-¿Qué? -.Digo enojada. 

-Porque tu padre está agotado al igual que yo.-.Dice alzando la voz.

<<Quisiera que Kill esté aquí con migo, es el único que me entiende; extraño su piel y sus ojos aceitunados, es único, leal, amable, comprensible. Si me preguntaran que lo describa en una palabra dijiera: todo. Kill, te quiero>>

Llegamos al hotel, ayudo a Mira, claro porque mamá me lo pidió, y bajo mis maletas. Entramos y nos dirijen a nuestra habitación. M... Max. ¿Vive aquí? No permito que me vea a sí que acelero el paso, justo cuando la puerta se abre y Max está cerca me lanzo hacia dentro y me quedo inmóvil. <<Que no se dé cuenta de mi familia>>. Mis padres entran y me miran con recelo, mamá me dice con la mirada que no los averguenze frente al hombre de mediana edad que nos trae a la habitación. 

-Lo siento, disculpeme.-.Digo irritada con simulación al hombre que se ríe de mi voz.

-No, no te preocupes. Todos son iguales, adolescentes.-.Dice haciendo un gesto con la mano.-Bueno este es el cuarto de las niñas y el suyo está por acá.-.Dice <<que bien voy a tener un cuarto literalmente sola>>. Hay dos camas demasiado grandes, voy a dormir bien.

-Oh no, aquí podemos dormir todos. ¿No es así niñas?.-.Dice y mi cara sonriente desaparece, asentimos.

-Sí, mami ¿duermes conmigo?-.Dice Mira , César la ve con cara de "niegale".

-Sí por su puesto.-.Dice ignorandolo.

Dejamos las maletas en el aramario, nos alistamos para dormir y se apagan las luces. No quiero dormir con César, pero me tocará; por suerte le pedí que me deje dormir al filo de la cama... Por si me algo sucede escapo enseguida.  No puedo dejar de mirar los paneles del techo y contarlos, creo que ha pasado media hora desde que nos deseamos las buenas noches. César ronca como un oso, Mira y mi madre duermen en silencio y yo... simplemente no duermo. 

Escucho un ruido proveniente de la otra cama.

-Eh! corre más allá.-.Dice mi madre a ¿César?-.Me empuja y ahora si estoy en peligro... peligro de caerme. Escucho como la cama se unde más y su coversación.

-Hola, pensé que no vendrías.-.Dice César en un susurro.

-¿Y perdermelo? fue hace semanas que no te veo, te extrañé yo tambien.-.Dice mi madre.

-Y yo.-.Dice y se besan. Mi madre me da la espalda, cosa que se encuentra frente a César.

-Eider ya está dormida ¿verdad?-.Pregunta ella interrumpiendo el beso.

Cierro los ojos y respiro con dificultad.

-Parece que si.-.Dice él, y me toca en el brazo. Finjo estra molesta y moverme de lado.

-No, porfavor, no... helado.-.Digo susurrando incoherencias.

-Efectivamente.-.Dice ella y de nuevo se mueve la cama.

-Mira ya está en las nubes.-.Asegura ella a César.

Gruñe él y con el rabillo del ojo veo a mamá montarselo, mi corazón está a mil por hora. Veo que César la ayuda a quitarse la pijama y ella lo ayuda a él. Los dos desnudos. <<No>> Me encuentro con las piernas estiradas por el fin de la cama y mi torso apunto de escapar. Se mueve la cama y escucho algo como una funda plástica despegarse por debajo de la cama. <<Tengo que escaparme, la habitación está a oscuras, es fácil>> Se mueven más deprisa y me bajo de la cama, pongo una almohada en mi lugar con mi abrigo. Me golpeo la cabeza en el suelo...

-¿Escuchaste eso? -.Pregunta uno de los dos, estoy tan agitada que no sé quien fue.

-No, no estes paranoico. Las niñas están dormidas.-.Dice mi madre, ahora losé.-Consentrate, estamos a punto de...

-Sí.-.Y con eso basta, siguen en movimiento.

Me arrastro por el suelo y me dirijo a la puerta, la abro y salgo. Mi piel se eriza al sentir el aire frío y el olor a cigarrillo usado. Reviso los rincones del Hotel y compruevo que no haya nadie. Camino en medias hasta un par de habitaciones delante cuando oigo algo parecido a aluminio, sigo caminando y me quedo en el club del Hotel; me siento en un escalón; ni siquiera me había puesto a pensar en Mira cuando se despierte o se levante para ir al baño, o cuando me toquen de nuevo para comprobar, o cuando uno de los dos descubra que la almohada se encuntra caída en el suelo... pero sobre todo no quiero volver, aunque tenga mucho frío, me voy a quedar aquí. Regreso por la mañana y si me preguntan dónde estaba les respondo desayunando. Juego con las flores del jardin, hago una coronilla y me hundo en su aroma.

-Tengo que saber lo que está pasando.-. Susurro sola y me dirijo a la habitación que nos corresponde. Los veo por la ventana abierta con cortinas delgadas. Están dormidos como lo recordaba uno encima del otro... y "yo" estoy dormida en un costado de la cama.






MI CHICA DE PAPEL:Donde viven las historias. Descúbrelo ahora