Capítulo XXXIV.

608 64 75
                                    



Sentí un gran alivio al poder decir lo que sentía por él, estando rodeada por sus brazos, aunque supiera que no me iba a escuchar por estar dormido. Pero era la única forma en que tenía la valentía de expresar mis sentimientos.

Lo amaba con locura, estar entre sus brazos era para mí el mejor sitio del mundo donde querría permanecer, recibir sus besos y sus caricias, todo ese conjunto me daba absoluta felicidad.

Solo esperaba no recibir más desilusiones y conservar esta relación tan hermosa que estamos construyendo.

Viernes a la noche.

Hoy era el día del evento de la empresa de Ethan y me encontraba sumamente nerviosa. Estaba esplendida, de eso no tenía duda, pero aun así mis temores afloraban por saber que la arrastrada de su empleada estaría allí. No pensaba opacar esta noche tan especial para él y pensaba ser la acompañante perfecta, sin embargo, pensar en ella despertaba en mi un instinto asesino.

Me encontraba lista, había ido a la peluquería y tenía todo mi cabello recogido hacia un costado, con algunos bucles cayendo armoniosamente. Había perfilado mis cejas, maquillado suavemente mis ojos, pero dando intensidad, y mis labios de un rojo intenso, que combinaban con mis uñas y zapatos de tacón. El vestido, que había comprado hace un tiempo en compañía de Eli, era negro y largo, con el talle unido a las mangas, cubriendo solo uno de mis hombros llevando el otro al descubierto, con una gran abertura en el costado que llegaba prácticamente a mi cintura, revelando toda la extensión de mis piernas y un poco más.

No llevaba medias, pues no me parecía apropiado para la ocasión. Y mi ropa interior se constituía únicamente de un soutien sin breteles, que dejaba todo en el lugar adecuado. ¡Atrevida! Por supuesto, pero todo por volver loco a ese hombre que tanto amo y lograr que solo pueda pensar en mí.

Debíamos estar allí cerca de las 20.00hs, aún faltaba más de media hora, pero esperaba por Bianca que era quien me recogería, dado que Ethan como anfitrión del evento que era, debía estar allí mucho antes para ultimar cualquier desperfecto que pudiera surgir.

Estaba sumamente nerviosa y ansiosa por ver su reacción.

Bianca no se hizo esperar y llego puntual con el remise que nos llevaría hasta el salón donde se desarrollaría todo.

Estaba realmente hermosa, luciendo un vestido negro, largo y con algunos detalles en transparencia. Su cabello suelto y un maquillaje sutil, que concuerda a la perfección con su atuendo. Está sencilla, elegante y delicada al mismo tiempo, y no dudo en alagarla.

-¡Bi realmente luces hermosa! -dije mientras le daba un cálido abrazo -Creo que romperás algunos corazones esta noche -bromeé.

Su risa no se hizo esperar ante mi comentario y vi un leve rubor cubrir sus mejillas.

-Tú también estás hermosa cuñada, ¡despampanante! diría yo y ya me imagino a mi hermano al verte, seguro muere por ti.

Luego de un corto viaje, donde charlamos animadamente sobre diversos temas, llegamos al salón.

Una vez que nos anunciamos en la recepción, el personal nos guio a la sala donde todo se llevaría a cabo. Sorprendida, miraba hacia todos lados admirando la decoración armoniosa y elegante.

Era un salón en tonos blancos, con grandes ventanales acabados en madera, las mesas con manteles blancos y todo dispuesto para la cena que tendría lugar en unas horas. Al fondo se apreciaba un espacio dedicado a la proyección de videos y por allí pude distinguir a mi apuesto y sexy novio, con un traje negro, camisa blanca y pajarita a juego con el traje. Estaba hermoso, con una elegancia que se apreciaba desde lejos, para comérselo entero y no soltarlo jamás. Mi mente ya fantaseaba con el momento en que pudiera tenerlo nuevamente junto a mí, piel con piel.

Mi Dulce Venganza #PGP2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora