Capítulo XXXVIII.

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Liz.

Ya habían transcurrido varios días desde que Ethan se comportara raro conmigo y me tenía preocupada. Todo comenzó el día en que hubo un altercado en su empresa mientras yo charlaba con Bianca sobre prepararle un almuerzo sorpresa por su cumpleaños.
Nunca pude saber realmente que pasó, pues ni mi propia cuñada lo sabía, pero desde ese día su actitud había sido distante, había desaparecido dos días por un viaje imprevisto de trabajo. Luego hasta el día de hoy solo nos habíamos visto dos veces, pues se encontraba muy atareado.
Quería entenderlo y pensar que su trabajo lo tenía agobiado, sumado a que eran fechas especiales para él y su familia. Sin embargo, las dos veces que nos vimos ni siquiera hicimos el amor, como era nuestra costumbre, lo sentía sumamente alejado e incluso hasta incomodo de compartir el espacio conmigo. No me anime a preguntarle que sucedía, tenía miedo de la respuesta que pudiera recibir, sentía que todo lo lindo de estos meses, toda mi felicidad se escapaba entre mis dedos y me negaba a asumirlo.
Deseaba con todas mis fuerzas que solo fuera mi imaginación jugándome una mala pasada, que mis temores fueran infundados y que todo volviera a la normalidad.
Hoy ya era el día previo al cumpleaños de Ethan y pasaría en nuestra casa de la playa organizándolo todo.
Me había comprado un body negro con medias a juego hasta mis muslos, deseaba que mañana tuviéramos una noche alucinante y poder retomar esa pasión desbordante que siempre nos caracterizó, así como volver a sentir la seguridad que sólo en sus brazos puedo encontrar.

 Me había comprado un body negro con medias a juego hasta mis muslos, deseaba que mañana tuviéramos una noche alucinante y poder retomar esa pasión desbordante que siempre nos caracterizó, así como volver a sentir la seguridad que sólo en sus braz...

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Había hecho una especie de pancarta deseándole feliz cumpleaños, me había costado trabajo pues las manualidades no eran mi fuerte, pero aun así había quedado hermosa.
La coloqué con muchísimo cuidado en la pared frente a la mesa del comedor, para que fuera de las primeras cosas en ver al entrar. También puse globos de colores en las escaleras, quería animar la casa para que su día fuera sumamente especial.
En la heladera tenía frutillas con chantilly, algunos planes perversos rondaban en mi mente para darles un delicioso uso. Me sentía tan ansiosa como una chiquilla, quería ver su rostro al encontrarse con todo esto, que percibiera mi amor por él en cada acto y que su actitud extraña de estos días desapareciera.
Mañana sería un día ajetreado, por eso había decidido venir esta noche a dejar todo organizado. Cuando estuve tranquila de que todo iba quedando perfecto decidí acostarme, faltaba poco para la medianoche y deseaba estar descansada para recibir el nuevo día espléndida.
Bianca había quedado en lograr convencerlo de mañana almorzar juntos en la casa con Noah o buscaría algún pretexto para que se encontrará allí al mediodía, y así celebrarlo todos juntos. Ella se encargaría por su parte de decorar un poco la casa y tener un pastel listo con las clásicas velitas.
Pensando y repasando todo una y otra vez terminé por quedarme dormida.

Me desperté sobresaltada, mi celular no paraba de sonar y al mirar la hora y ver que eran casi las 5 de la madrugada me preocupe.
Tenía algunos mensajes de un número desconocido en WhatsApp, pero antes de terminar de abrirlos ruidos un tanto extraños llamaron mi atención.
Parecían gemidos provenientes de la sala y eso me puso un tanto nerviosa, los vecinos estaban bastante lejos como para escuchar desde acá, a no ser que la señora tuviera un megáfono puesto en su boca. Sin poder evitarlo me reí de mis ocurrencias en un momento así.
¿Acaso alguien se habría metido a nuestra casa? Sin dudar me vestí rápido para ir a ver, tome mi celular por cualquier emergencia y fui abriendo los mensajes y descargando el contenido multimedia que estos tenían.
No pude avanzar al ver lo que decía y mostraba en ellos.
"Por el cariño y amor que siempre te he tenido y aun profeso por ti, es que no puedo dejar que te sigan engañando. ¿Sabes donde está ahora mismo el que se hace llamar tu novio?"
Leí varias veces el mensaje mientras sentía que el aire comenzaba a faltarme, primero no había dudas que ese mensaje provenía de John, y no entendía como es que tenía mi número. Y ver las imágenes fue mucho peor. Sentí que mi mundo se paralizaba y rogaba para que esos ruidos que escuchaba no provinieran de las personas que salían en estas fotos. Ethan y la zorra de su empleada en un boliche, se notaba que bailaban e incluso en algunas él la tenía aprisionada contra su cuerpo, tomándola por la cintura, como tantas veces había hecho conmigo.
Baje casi corriendo las escaleras para verificar que pasaba mientras una inmensa rabia me recorría, no podía ser que esto estuviera sucediendo, debía ser una broma de muy mal gusto.
Sin embargo, al llegar al final de las escaleras la escena con la que me encontré fue devastadora, peor que lo que podía haber imaginado.
Esa tipeja encima de nuestra mesa, desnuda con Ethan encima embistiéndola como un animal, la ropa regada por toda la sala y ellos en su mundo, para variar, sin enterarse de nada.

Mi Dulce Venganza #PGP2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora