Capítulo XXV.

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Los meses comenzaron a transcurrir sin que nos diéramos cuenta. Cuando quise ver mi apartamento había quedado pronto y me mudé, las clases habían comenzado a ser más intensas y también debía dedicarme al trabajo así como Ethan al suyo, quien al final después de tanta insistencia de mi parte no se mudo. Teniendo una casa tan grande como la que compartía con su hermana no había necesidad, y como a Bi no le molestaba su presencia menos todavía. A pesar de todo encontrábamos siempre un huequito en nuestros horarios para vernos, o si no al menos para realizar una video llamada, para compartir tiempo juntos los fines de semana como pareja, con nuestros sobrinos y también con nuestros amigos, ya que Ethan y Danilo el novio de Eli, se habían vuelto muy unidos estos últimos meses, así que las salidas en pareja se habían convertido en algo común. Bianca comenzó a ser muy apegada a mi, teníamos una muy buena relación, habíamos generado mucha confianza y muy buena onda. Con Eli costo un poco más, no por Bi porque ella al igual que su hermano se adaptaba a puramente todo, sino porque Eli se había puesto celosa, la muy tonta no entendía que ella y solo ella era mi mejor amiga. Ahora éramos un trío de amigas, salíamos bastante seguido o nos juntábamos en casa a comer algo, y realmente desde aquel día en que me lo propuse había comenzado a vivir como era debido, a disfrutar la vida sin más.
Estaba muy feliz con el rumbo que iba tomando todo, a pesar que no había vuelto a hablar con mis padres desde Abril y ya estábamos a principios de Setiembre, yo me sentía tranquila, sabía que había hecho lo correcto, y hoy estaba disfrutando los beneficios de haber priorizado mi bienestar.
Con Ethan estábamos mejor que nunca, seguíamos tan apasionados como siempre, cada vez que se nos daba la oportunidad teníamos las manos puestas el uno en el otro, nos besábamos, nos acariciábamos todo el tiempo y hacíamos el amor como nunca, a veces tierna y delicadamente, otras veces desenfrenados y cargados de una pasión bestial casi incontenible. Pero esa forma de comportarnos nos proporcionaba una conexión que iba más allá de lo carnal, teníamos un nivel de intimidad que creía pocas personas eran capaces de compartir y de esa forma nos transmitíamos todo lo que con palabras no sabíamos decir. Me sentía feliz de verdad y aunque hacia ya algún tiempo me había animado a aceptar que sentía cosas por él que iban mucho más allá del deseo, aún no daba el paso de confesárselo, es que estaba todo tan bien que me aterrorizaba ponerle un nombre a todo lo que sentía por él y que fuera muy pronto. Según Bianca y Eli una completa estupidez porque si vamos al caso todo en nuestra relación ha ido a la velocidad de la luz, pero mis miedos a perder esto tan hermoso eran más grandes y siempre terminaba optando por callarme para no dar un paso en falso.
Dentro de una semana tendría un evento muy importante en la empresa de Ethan, al parecer hacia 20 años que la empresa había sido creada por su papá y en honor a ese aniversario se llevaría a cabo una fiesta de lo más elegante, por eso hoy me juntaría con Eli para elegir el vestido perfecto para esa ocasión. Después de todo Ethan era el dueño de la empresa y yo su novia, algo así como la primera dama, así que tendría que estar maravillosa. Además me daba un poco de inseguridad, seguro habría muchísimas mujeres que siempre habrían babeado por él y aunque Ethan me aseguraba que jamás se había acostado con nadie que trabajara ahí, porque era una especie de regla que nunca había roto, a mi me daban unos celos estúpidos que no podía evitar. Si bien era cierto que cuando me ponía a pensar en todos los momentos que compartíamos, en sus miradas y detalles conmigo, y en toda la pasión que compartíamos, los celos tontos desaparecían porque al fin y al cabo la qué disfrutaba de él era yo, pero mostrar que estaba a la altura de semejante hombre no estaba demás.

Cuando iba saliendo de la inmobiliaria un señor entregó un sobre a mi nombre, no llevaba remitente ni sello, absolutamente nada pero el mensajero aseguraba qué era dirigida a mi persona, así que para no perder más tiempo la acepté y tiré dentro de mi bolso, más tarde me preocuparía de leerla por el momento iría en busca de Eli para dirigirnos al centro comercial.

Mi Dulce Venganza #PGP2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora