VI - Sombra del Mal

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Mientras tanto, en la época de las primeras civilizaciones, la nave espacial Star Hunter viajaba en dirección al planeta Tierra, siguiendo las coordenadas trazadas por Drako, el especialista en sistemas de información y navegación. La nave espacial Science les seguía para ayudar a capturar a Mirov y sus militares. Rastrearon el crucero de batalla Génesis, e incluso sin saber con precisión el lugar hacia donde habían huido, decidieron seguir la intuición de Zara y volver a los albores de la formación de la sociedad humana.

Nuevamente, la inteligente doctora había acertado. Ella imaginó que el maquiavélico Mirov quería gobernar a los seres humanos, mientras sus civilizaciones no poseyeran conocimiento bélico para luchar contra él. De este modo sería más fácil dominarles. Su pretensión era usar la ciencia que tenía para organizar a las sociedades humanas y desarrollarlas bajo su yugo. Además de eso, Mirov construiría la civilización a través del miedo, de la divinización, haciéndoles serviles desde el principio, con el apoyo de la tecnología extraterrestre.

El comandante Merko y sus aliados estaban ansiosos al acercarse a la Tierra. La Star Hunter captó las señales de la presencia de los enemigos, analizando la superficie del planeta.

— Sivoc, prepara a los tripulantes, estamos casi llegando a nuestro destino – dijo Merko, observando la Tierra a través de la escotilla del puente de mando.

— Estamos todos listos, comandante. Vamos a coger a Mirov. ¡Esta vez no se nos escapará! – Afirmó Crom.

En la nave Science, Drako avisaba a su comandante.

— Señor, ya tengo a la Génesis en nuestros radares.

— Pon nuestros escudos en fuerza total y oculta nuestra presencia. Sincroniza el radar con la Star Hunter para que el comandante Merko pueda acompañar las informaciones desde el puente de mando de su nave – respondió Sivoc.

— Hecho, señor capitán.

En la sala de ingeniería, las armas eran verificadas y la tripulación se movía por la nave, comprobando los sistemas para una batalla inminente.

— Abre un canal de comunicación con el comandante de la Star Hunter.

Un holograma con la imagen del capitán Merko apareció en la consola central:

— Dime, amigo Sivoc. ¿Qué tienes para mí?

— La nave de Mirov está en nuestros radares, comandante – informó Sivoc.

— Conseguimos interceptarlo. ¿Todos los escudos están levantados?

— Estamos en modo invisibilidad. Haz lo mismo, capitán. Tenemos que tramar un plan de ataque sorpresa. La doctora Zara es increíble, acertó en pleno. Ella me asusta algunas veces... Menos mal que está en nuestro equipo.

— Voy a teletransportarme a su nave junto a Nícolas, Zara y Crom para estudiar el abordaje – dijo el capitán Merko.

Nícolas viajaba al lado de Zara. Después de tantas aventuras, ahora tenía alguna experiencia y estaba preparado para lo que pasara. Como médica de la misión, la ayuda de la doctora era necesaria. Además de eso, la pareja mostró que ambos eran buenos estrategas. Sus ideas ayudaron a sus amigos a vencer las primeras batallas y ciertamente serían útiles en el próximo embate.

Zara se acercó a Nícolas que reposaba en su alojamiento en la nave y le dijo un pensamiento que la molestaba hacía días:

— ¿Cómo estará nuestra hija Helen? ¡Estoy muriendo de añoranza!

— No te preocupes querida. Ella está bien, al lado de nuestra familia – respondió Nícolas, abrazándola.

Ella estaba nerviosa y preocupada. Se apartó de su abrazo diciendo:

Los Hijos del Tiempo 3 - La Batalla de los DiosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora