Los Hijos del Tiempo 3 - La Batalla de los Dioses

XXIX - Revelación

— Discúlpeme señor, capitán, pero ustedes están completamente equivocados – empezó a explicar él, con voz tensa, cortando el extenso monólogo de Merko.

El capitán paró, viendo en los ojos de Dargan que algo estaba muy mal.

— ¿Qué es lo que sabes?

— ¡Mirov está vivo! – Dargan fue taxativo.

— ¿Mirov... Vivo...? – Indagó Nícolas, saliendo de la neutralidad, ansioso por saber lo que él tenía para contar.

— ¡Sí! Está vivo y planea acelerar la evolución de la raza humana a través de la ingeniería genética y la tecnología de nuestro planeta Vida.

— ¿Pero cómo ese ser aún está por aquí? Yo mismo le destruí con un ataque fulminante – Nícolas se quedó aprensivo con la noticia.

— Definitivamente no. Yo le he visto con mis propios ojos. Radof le salvó teletransportándole bajo una cortina de luz antes de que tu ataque le alcanzara. Escaparon en una nave de reconocimiento, equipada con un arma conmutadora de gravedad. Fue así que consiguieron viajar hasta aquí.

— ¡Aquel desgraciado!

— Hay más. Ahora viene lo peor...

Nícolas le interrumpió:

— ¿Puede haber algo peor de que Mirov esté vivo?

— Helen y Lorena están presas en la base de capturas extraterrestres. La agencia que cuida de eso ahora es internacional y se llama AMPT, Agencia Mundial de Protección a la Tierra. Quien la dirige es el propio Mirov, en la piel del director Ronald Steighem. Ellos lo saben todo sobre Helen y planean usarla en experimentos genéticos. Desgraciadamente, yo mismo hice el informe sobre su familia, capitán Merko, pues era mi misión y no sabía de los desdoblamientos de la batalla que entablaron. Por eso, les pido que me perdonen. Yo estoy dispuesto a ayudar en lo que sea necesario.

Merko pensó en su familia, aprisionada, sin cuidados o ayuda, y se sintió impotente.

— Entonces Mirov está preparándome una trampa... ¿Tú sabes dónde está esa base, Dargan?

— Claro que sí, capitán.

— Por favor, llámame Merko. Estamos en la Tierra – él sacó un anillo del bolsillo y se lo entregó al alienígena. – El coronel Fizard me pidió que te entregara esto. Tiene un mensaje para ti.

En ese momento, Nícolas miró el anillo que le fuera regalado por el propio Rey Zador y se acordó de la generosidad del padre de la actual reina Isadora.

Dargan abrió una tapa hecha de un material semejante a un vidrio azul sobre el anillo y un holograma de Fizard apareció.

— Dargan, espero que estés bien. Tu misión está completa y el planeta Vida prospera en paz. Cuando vuelvas, podrás retornar a tu cargo militar como sargento en nuestras fuerzas. Gracias por los servicios prestados.

A él le gustó volver a ver al comandante, sintiéndose más determinado a ayudar a Merko.

— Señor, debo pedirle que no invada la base. En breve, Mirov entrará en contacto, y solamente me pidió que le vigilara. Como no sabe de qué lado estoy, me ofreció poder en caso de que pudiera contar con mi apoyo. Esto puede ser ventajoso para nosotros en este momento. Si damos un paso en falso, matará a las dos por puro placer.

Merko asintió e inmediatamente abrió un canal de comunicación:

— Z8, llama a mis amigos; Sivoc, Crom, Tíbor y

Drako, en el Planeta Vida. Pídeles que vengan rápido para acá. Avísales de que Mirov está vivo y si yo fallo en capturarle, quiero que acaben con él por mí.