La luz del comunicador volvió a parpadear. Dargan les pidió a las dos que se escondieran en el cuarto de baño, para que no fueran vistas.
— Sargento Dargan, no he conseguido encontrarles en los alrededores de la escuela – dijo el agente X así que apareció el holograma.
— El riesgo era grande y había muchos soldados terráqueos por allí – respondió el espía.
— ¿Has conseguido algo? – Él ya sabía la respuesta.
— He conseguido coger a la niña y está a salvo. Sólo hay un problema: Su abuela estaba con ella y tuve que traerlas a las dos.
— Eso no es problema, es solución. Acabas de capturar a la mujer de Merko. Un punto más para nosotros. Enhorabuena, sargento Dargan. La suerte parece estar a nuestro lado. Estamos yendo al hotel donde estás.
Y antes de que supiera cómo, cuatro hombres tocaron a la puerta del cuarto del hotel donde estaban. Eran altos y fuertes, vistiendo trajes azul marino. El agente X estaba entre ellos. Dargan abrió la puerta:
— ¿Qué tal, sargento? Veo que lo tienes todo bajo control.
— Finalmente nos encontramos, agente X. ¿Quién es tu líder?
— Me reporto directamente al mando de nuestra misión. Fui enviado aquí por la misma persona que te envió.
— ¿Quieres decir, el comandante Fizard?
— ¡No! El coronel Fizard ya no está en nuestro equipo. Volvió a Vida y se jubiló. Ahora vive con su familia.
— No estoy entendiendo. ¿Quién es el jefe ahora?
— No te preocupes. En el momento adecuado hablarás con él personalmente. Serás bien recompensado por cumplir la misión para la que fuiste designado. Quién sabe esto te rinda un ascenso más.
Lorena y Helen escuchaban, quietas, detrás de la puerta. Estaban asustadas. La abuela abrazó a la nieta y le pidió que no se apartase de ella. Antes de que ellas pudieran siquiera defenderse, dos de los hombres invadieron el cuarto de baño y las prendieron entre los brazos.
— Esta señora parece estar enferma. Sería prudente que la dejáramos aquí – dijo Dargan, señalando a Lorena.
— Mi nieta no va a ningún lugar sin mí – respondió la abuela firmemente.
No sabía de dónde vino tal coraje, pero no la despegarían de Helen por nada de esta vida.
— Podemos acabar con eso ahora mismo. Ella no tiene la menor importancia para nosotros – dijo el agente X.
Lorena volvió a abrazar a la nieta. Ambas sabían que aquellos hombres no estaban bromeando. El espía fingía estar de acuerdo con todo, pero algo le molestaba cada vez más. Él fuera enviado para investigar al capitán Merko y su vida en el planeta Tierra. Ahora fuera obligado a capturar a una niña y ni sabía quiénes realmente eran aquellos hombres.
Helen invadía la mente de Dargan y sentía la desconfianza. Estaba confusa en cuanto a los reales objetivos de este y decidió conversar telepáticamente con el alienígena.
"Tú estás pensando que estos hombres no son quien dicen ser."
"¿Niña de la Tierra, estás leyéndome la mente? Para con eso ahora. Si ellos son realmente de mi planeta pueden darse cuenta de lo que estás haciendo. Tenemos que tener cuidado."
"Mi abuelo va a volver y acabar con todos ellos. Pero no dejes que le hagan daño a mi abuela."
— Vamos a llevarnos a la niña y a la mujer a la base y las usaremos como carnada para coger al comandante Merko – el agente X interrumpió la conversación telepática.
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Los Hijos del Tiempo 3 - La Batalla de los Dioses
Science FictionTRILOGÍA COMPLETA 🏆Premio Wattys libro 1. Idea Gobernante: Seremos ellos y luego ellos nos crearán. Historia inspirada en el versículo de la santa biblia (APOCALIPSIS 22:13): "Yo soy el Alfa y la Omega. No hay nadie antes que yo, ni después ..." Li...