XVII - Ajuste de Cuentas

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En el puente de mando, el inmediato le comunicó a Mirov:

— Señor, ha llegado un holograma del comandante Merko.

— ¡Transmítelo! – Él ansiaba aquel mensaje.

El capitán de la Star Hunter apareció en la imagen:

— Mirov, prepara a tu tripulación para la última batalla, aquella que decidirá el futuro de la humanidad. En el lado oriental del planeta hay una gran área desierta. Sugiero que el combate sea realizado allá para no perjudicar a la raza humana.

— El homo sapiens está a punto de ser totalmente dominado por mí, capitán. No importa el lugar del combate. Nada va a cambiar el futuro.

— Me pareces demasiado confiado, incluso antes de la confrontación, Mirov. Fue con esta prepotencia que acabas de perder los juegos.

— Aquello fue sólo una diversión. Algo sin cualquier relevancia.

— Pero espero que cumplas tu palabra.

— Si pierdo el embate final la cumpliré ciertamente, capitán.

— Ya que estás tan convencido, Mirov, creo que no te importará acompañarnos al lugar propuesto.

— Claro que no. Vamos a seguiros hasta allá. Así dará tiempo de hacer vuestras últimas plegarias antes de ser liquidados. Os veo en la batalla.

Vio a Merko sonreír antes de que la comunicación desapareciera. Aquello le pareció extraño... ¿Será que el enemigo estaba planeando algo? Tenía que descubrirlo rápido.

Mientras tanto, el crucero de batalla Star Hunter despegó rápidamente, dirigiéndose al lugar sugerido, donde habían preparado las trampas para atacar a Mirov y su tripulación. Cuando el tirano y su comitiva llegaran, artefactos de ataque se elevarían de las bases camufladas en el suelo y dispararían rayos láser de alta potencia sobre el enemigo. Tenían también dispositivos emisores de ondas sonoras y cañones con poderosos cohetes para ataques defensivos.

Al ver al enemigo alejarse, Mirov percibió una oportunidad de acabar con la batalla antes incluso de esta empezar. Impaciente, convocó a todos los oficiales que no estaban heridos al puente de mando. Estos le encontraron en el sillón de comandante, ya dictando órdenes:

— Mientras Kirubi se recupera, yo mismo capitanearé esta nave. Preparaos, pue no tenemos tiempo que perder. Comprobad los cañones, preparad a los robots y las armas, vamos a darles una sorpresa a nuestros enemigos. Atacaremos a Merko y a sus compinches con todo lo que tenemos antes de que lleguen al destino acordado. Él está planeando algo, lo sé. Y nada mejor para acabar con una sorpresa que otra – sonrió él, pensando en su plan. – Merko ni se imagina que sus poderes aquí son inútiles. Le arrancaré la vida a aquel infeliz con las propias manos si es preciso.

En pocos minutos, los robots de Mirov estaban listos en el hangar de la nave Génesis, así como los cazas. Los soldados se ponían los trajes de combate completos y escogían sus armas. En breve, el asalto tendría inicio.

El equipo de la Star Hunter ni se imaginaba lo que estaba a punto de ocurrir. Viajaban hacia el destino acordado, preparando todo su material bélico para cuando llegaran. Merko, en aquel instante, conversaba con su inmediato en la sala de mando, mirando por la escotilla.

— Las diversas batallas en las que luché me dieron experiencia. No voy a desmayar mientras no aprisione a ese tirano maldito. Tendrá que pasar por encima de mi cadáver para vencer esta batalla. Mirov tendrá una sorpresa cuando descubra nuestro arsenal subterráneo.

— Señor, está todo listo. Estamos yendo en alta velocidad y pronto llegaremos allá.

— Muy bien, teniente. Avísame de la posición de nuestros enemigos en caso de que algo cambie. Voy a ver cómo está el personal que compitió en los juegos.

Los Hijos del Tiempo 3 - La Batalla de los DiosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora