XXV - La Elección

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Helen pronto pensó en sus compañeros y, principalmente, en Henry. Lorena no sabía lo que creer. Todo parecía locura, ¿pero cómo su nieta actuaba con tanta naturalidad frente a aquello?

— ¿A dónde vamos? Quiero encontrar a mis padres.

— Voy a llevarte hasta ellos. Dame la mano.

Ella le obedeció, y agarró a su abuela también. Los tres desaparecieron, súbitamente, escapando por un pelo del enemigo.

En aquel momento, las clases pararon y la escuela fue invadida por las fuerzas especiales. Soldados con cascos, fusiles y equipamientos de guerra empezaron a entrar en parejas, buscando el blanco e indicando a los que les daban cobertura las áreas a ser invadidas.

Ronald Steighem apareció en el portón de la escuela con la agente Soliver.

— ¿Señor, dónde está el agente Netil?

— Está comprobando los catastros de todos los alumnos y empleados para ver si descubre alguna pista nueva que nos ayude en la operación.

El agente X estaba aprensivo. A pesar de conseguir mantener una aparente calma, intentaba contactar a Dargan, buscándole por los alrededores, pero no le sentía por cerca. Este debía haber escapado.

Collin Netil entró en contacto con cada profesora, instruyéndolas a no dejar salir a nadie mientras las búsquedas eran hechas. Un clima de pánico se instaló entre los niños y colaboradores.

El equipo docente intentaba apaciguar los ánimos y cuestionaba la validad de aquella operación que parecía mal conducida, visto que todos pensaban que el edificio debería ser evacuado si hubiera algún peligro real ocurriendo allí, y no ser mantenidos presos.

El pequeño Henry, en su sala, se acordó de la amiga.

— Profesora, Helen aún no ha vuelto. ¿Será que le ha pasado algo? ¿Puedo ir a buscarla?

— Quédate ahí parado, muchachito. Eso aquí es cosa para gente grande. Tú puedes correr peligro si sales. Voy a pedirle a algún adulto que la encuentre.

Henry se sentó y se dejó caer sobre el pupitre. Esperaba que estuviera todo bien con ella. La profesora aprovechó que algunos soldados pasaban por el pasillo e intentó saber más informaciones y, también, pedir ayuda.

— Por favor, soldado, ¿puedes decirme que es lo que está pasando?

— Un criminal ha invadido la escuela. No se preocupe, está todo bajo control.

— Una alumna de nuestra sala salió para hablar con el director y aún no ha vuelto.

— ¿Quién es ella?

— Se llama Helen Traveler. Por favor, protéjanla.

— ¿Dónde queda el despacho del director?

— En el segundo pasillo a la derecha, en el final.

— Quédese tranquila que vamos a averiguar.

El soldado comunicó el hecho al mando de la misión y los agentes Steighem y Ann entraron en la sala indicada, asistidos por los soldados. Encontraron al verdadero director tirado en el suelo y le despertaron.

Este acabó contando sobre lo ocurrido, como un hombre apareciera en su despacho y de repente le derribara. Cuando le preguntaron sobre la niña, afirmó que ni siquiera había pedido que la llamaran.

— A esta altura nuestro hombre debe haber huido. Según la secretaria, la niña estaba aquí dentro con la abuela. Entonces debe habérselas llevado. Estamos casi seguros de que es nuestro blanco. – Dijo la agente Ann Soliver.

Los Hijos del Tiempo 3 - La Batalla de los DiosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora