Los Hijos del Tiempo 3 - La Batalla de los Dioses

XX - Resurrección

Después de algunas horas, Tíbor llegó a la sala de mando de la Science, arreglándose la ropa sobre el brazo reparado. Bostezaba aún, cuando Drako le llamó a él y a Zara para conversar. Y así, después de oír lo que los otros tenían que decir, respondió:

— Sé que las pérdidas de nuestros amigos son irreparables, pero si volvemos en el tiempo, arriesgaremos nuestras propias vidas y el perjuicio podrá ser mayor aún.

— Nick está muy triste y Drako cree que es posible que realicemos esta hazaña. Sabemos cuáles fueron las trampas usadas por nuestros enemigos y tendremos mayores oportunidades de defendernos – explicó Zara.

— Creo que es mejor que nos vayamos. No quiero volver a aquel planeta. Pienso que nada va a cambiar lo que ocurrió – respondió Tíbor enfáticamente.

— Querido Tíbor, nuestras vidas están vacías sin la presencia de nuestros amigos – intervino Drako. – Nícolas perdió a su padre y eso es irreparable. Cualquier tentativa de arreglar las cosas será bienvenida. Ya pasamos por misiones muy difíciles, ni necesito recordártelo... Tus órganos perdidos son prueba de cuánto has luchado y conquistado en esta vida. Por favor, reconsidera la decisión. Te necesitamos ahora más que nunca.

Él consideró todas las situaciones antes de responder:

— Si todos están de acuerdo en asumir los riesgos, yo estoy con vosotros. Mi brazo está listo para darles un puñetazo más a aquellos malditos bastardos. Extraño pensar de esta forma... A fin de cuentas, están todos muertos. Eso me está confundiendo la cabeza – confesó Tíbor rascándose la coronilla.

Nícolas entró en seguida, recién despierto y se dio de cara con sus amigos ansiosos, mirándole. Después de oír lo que tenían que decir, reflexionó bastante y dijo:

— ¡Sé que es realmente posible realizar tal proeza, mi voto en cuanto a volver al pasado antes de la batalla es sí, claro!

Todos asintieron con la cabeza y sonrieron con la posibilidad de salvar las vidas de Merko, Crom y Sivoc... ¿Por qué no de toda la tripulación de la Star Hunter? Así cuando llegaron a Orión, Drako trazó un nuevo curso hacia el pasado terrestre con el objetivo de llegar antes de la batalla final.

— Computador de abordo, trazar coordenadas siete, cinco, nueve, cero. Marco ocho, dos, siete, cuatro. Motores de inducción con plena fuerza.

— Entendido señor. – Respondió la voz femenina.

Mientras viajaban, Drako y Zara pensaban en cómo sería volver al propio pasado... ¿Será que ocuparían sus lugares en la Science, como si el tiempo nunca hubiera transcurrido? ¿O convivirían con sus "yos antiguos" en harmonía? No tardarían en descubrirlo, pues pasadas algunas horas de viaje, la nave llegaba a su destino.

La gran esfera azul les aguardaba para engullirles en cuanto entraran en la atmósfera. La Science se emparejó con la Star Hunter y una paradoja temporal se formó. Nícolas se teletransportó junto a Tíbor y asumieron sus posiciones en aquella época, desapareciendo frente a Drako y Zara.

Llegaron en el exacto instante en que la nave de Merko se preparaba para el combate, después de que los Juegos de los Dioses ya habían terminado. Luego, Drako trazó un curso hacia el mar donde la otra nave Science se escondiera. Cuando se aproximaron asumieron el lugar de la otra nave que se encontraba en el fondo del mar, como si el presente se encargase del pasado. Dentro de la nave, los tripulantes se miraban los unos a los otros, intentando descifrar lo que había ocurrido, aún aturdidos. Solamente Zara y Drako estaban preparados para aquello.

— ¿Tú eres el Drako del futuro? – Indagó Zara, escudriñándole, a la espera de sus reacciones.

— Es obvio que soy yo – Drako sonrió. – Creo que lo que tú quieres saber es si soy aquel que ha venido para salvar a Sivoc, Merko y Crom. Sí, no te preocupes, estamos en la nave correcta. O por lo menos eso espero. Soy el que participó del plan de llegar al pasado y cambiarlo.