Una chica de __ años, hija única,rebelde, caprichosa, inteligente, impulsiva.
Sus padres se van de viaje por unos meses, pero no pueden dejar sola a su hija ya que es un completo desastre y necesita ayuda en algunas materias de la escuela. Sus padr...
-Aquí está esta pomada para la irritación -Dice Jace feliz entrando a la habitación y con una pomada en su mano izquierda.
Sonó un celular el cual inmediatamente reconocí que no era mío y a los dos segundos Rodrigo contesta.
-Bueno.
- ..............
-Si,claro voy para allá mamá -dice sin ganas y cuelga.
- __ me tengo que ir, cuídate -se despide y me da un besa en la frente y sale de la habitación sin despedirse de Jace a lo cual él no le toma mucha importancia, escuche sus pasos al bajar las escaleras.
Pensé rápido: 1.Quiero ver qué tan sincero es Jace y hasta cuando me va a decir la verdad. 2. Supongo que se siente culpable así que tengo que hacerlo sentir aún más culpable. 3. Quiero saber la razón por la cual se porto tan grosero con Rodrigo.
Así que me aguante todo mi coraje y enojo para seguir con esto.
-¿Cómo te sientes? -me pregunta abriendo la pomada y apachurrándola para que salga.
-La verdad, me siento peor, la cara me da comezón y me duele el estómago -la mentira no era totalmente falsa.
-Bueno, esperemos que con esto se vaya el salpullido -dice y unta pomada en sus manos para luego untarla delicadamente en mi cara como si fuera una niña chiquita, el movimiento de sus manos por mi cara hacia que la arrugara y mis mejillas de inflaran.
-Haber esa carita, esa carita -decía hostigoso como si fuera un bebé, sus manos sobaban mis mejillas y su cara estaba muy cerca de la mía, y mientras me untaba pomada en mi cara y me hablaba como tonto pero muy lindo y tierno, mire sus ojos y no puede evitar enamorarme aún más.
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-Ya, ya, con esa basta -dije alejándolo de mí porque sabía que él era una tentación.
-Bueno, ¿qué quieres hacer? -pregunta.
-Quiero ir al cirujanos a que me cambie mi estómago -me queje mientras me abrazaba el estómago.
-¿No se te quita el dolor?
-No -grite y me coloqué boca abajo pegando una almohada a mi vientre.
-¿Qué más te puedo dar? -preguntaba preocupado y dando pequeñas palmadas en mi espalda.
-¿Por qué comí esas hamburguesas? Torpes hamburguesas -dije y me volteé para ver su expresión la cual notaba nerviosismo.
