¡John!

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Capítulo 3: ¡John!


Estábamos en matemáticas cuando Raquel me llamó. Al parecer, era la principal responsable de que se haya roto una cañería del baño por una broma que salió mal, y tendría un castigo.

-Pero yo no he hecho nada –Repetí inútilmente por décima vez

-Bueno, si no es tu culpa, entonces estarás castigada por algo que seguro hiciste y no nos dimos cuenta.

-Pero eso es injusto, profesora. –Reclamé

Sin embargo no pude hacer nada, estaba castigada. Tendría que limpiar y arreglar un nuevo parque de deportes enorme. Y todo en dos semanas.

No tenía sentido regresar a la clase, dado que estaba terminando, por lo que caminé un poco por el otro lado del edificio, que suele estar vacío a estas horas.

-Creo que deberías estar en clase. –Me dijo una voz que ya era familiar. Mi profesor de Filosofía, al igual que yo, vagaba sin rumbo.

-Me castigaron y no tiene sentido que entre ahora. –A medida que caminábamos íbamos entrando al área del gimnasio.

-¡Es enorme!- Exclamó Germán al verlo.

-Es muy lindo...- afirmé. –Claro, si te gustan los deportes...

-Debe ser genial correr una carrera aquí, ¿verdad? –Preguntó.

-Yep, más si juegas conmigo. Claro, mejor para mí, porque siempre gano.

-¿Me estás retando? –Me preguntó.

-Claro que no... Quiero decir, no profesor. –Me disculpé. Tengo un problema de olvidar la autoridad.

-Vamos, no te reprobaré por eso... Además hace bastante frio, ¿no? –Eso era cierto, hacía más frío que de costumbre.

-Supongo que no hay nada de malo. –Germán asintió sonriendo. –Si gano yo, por una semana podré no hacer mi tarea y me traerás al colegio los días de lluvia.

-De acuerdo, si yo gano, tendrás tareas extra por una semana.

-Trato hecho. –Respondí decidida

Corrimos ida y vuelta dos veces, como lo habíamos acordado. Finalmente, gané yo.

-Te dije que les ganaba a todos. –Le dije recobrando el aliento. –Más te vale que cumplas con tu parte del trato.

Cuando fue hora de irme a casa medité lo sucedido en la última hora. Creo que tomé demasiada confianza en poco tiempo. Siempre escuché de gente que se lleva muy bien con sus maestros, de hecho mi madre me contaba seguido, cuando hablaba de su colegio, que se llevaba muy bien con dos profesores gays que eran pareja, y que hasta llegaron a salir los tres un fin de semana. Claro que yo no pretendía eso, pero creo que correr una carrera y aprovecharme tan descaradamente de la proximidad de su casa tan pronto era ir demasiado lejos. En fin, saqué ese pensamiento de mi mente y pensé en que quiero comprarme una nueva computadora, y debo revisar mi dinero.

***

Al día siguiente unas voces provenientes de la cocina me despertaron. Me levanté a regañadientes de mi cama. Es que a quién carajos se le ocurre ir de visita a las... ¡¿6:30?! Sin ánimos entré al baño a darme una ducha. Sequé mi cabello sólo un poco, para evitar enfermarme, tomé mi Galaxy S2 y salí a ver qué demonios sucedía en la cocina.

Forbidden (2022 - SIN EDITAR) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora