Conviviendo juntos (parte II)

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Capítulo 17:Conviviendo juntos (Parte II)


-Oye, creo que te voy a decir que todos los días me cocines, o que cocines mucho y lo dejes en el freezer. Lo haces espectacular.- Me dijo Germán

Le agradecí sonriendo... No sabía si lo decía en verdad o no, aunque viniendo de él probablemente sea así.

Luego de cenar le pregunté, inocentemente, dónde dormiría. Germán rió por mi pregunta

-Creí que dormirías conmigo- respondió guiñándome un ojo. Oh mi Dios, me paré y le di un golpe.- Hey, que sólo decía- se defendió.- No pienso hacerte nada, mujer.

Lo amenacé burlonamente con la mirada.

-Si quieres, y para asegurarte de que no te haré nada, puedes dormir en mi cama esta noche, yo dormiré en el sofá.

-No, confío en que no me harás nada... Y si mientes, sufrirás tú las consecuencias.

Fuimos a sentarnos en el sofá y Germán puso una película. Entre muchas cosas que compartíamos, se encontraban los gustos cinematográficos, por lo que no le fue muy complicado encontrar algo que nos gustara a ambos: "El Padrino", era mi película preferida. Normalmente nunca despegaba los ojos de la televisión cuando la veía, pero hoy casi ni le presté atención. Era imposible hacerlo con el hombre que tenía a mi lado.

-¿Qué miras tanto?- me preguntó sonriendo

-Nada- respondí- eres jodidamente sexy, eso es todo.

Él rió. -Se supone que yo uso ese vocabulario. Tú eres una tierna damita.

Hice un gesto de burla –Okey, eres muy bonito.

-Y tú eres jodidamente sexy. Listo, estamos mejor-dijo él riéndose, yo sólo le tiré un almohadón en la cabeza. Luego continuamos viendo la película y, cuando terminó, fuimos a dormir.

***

Un fuerte olor a café con leche me invadió cuando desperté. Miré a mi lado, y Germán no estaba. Salí de la enorme cama, y me metí en el baño a darme una ducha. Al salir, me puse una camisa a cuadros celestes claros y oscuros, mi pantalón blanco y mis converse. Sí, nada que ver las zapatillas, pero ya son parte de mí, no puedo dejarlas. Luego de peinarme, bajé a la cocina, donde Germán estaba terminando de preparar el desayuno.

-Buen día, Sarah.- me saludó, sonriendo, para luego darme un suave beso en los labios. -¿Cómo dormiste?

-Bien, ¿tú?- pregunté

-Excelente... Te tengo a mi lado, no puede ser de otra forma- me dijo, mientras me sonrojaba levemente.- Ven, te hice el desayuno.

Me senté en la mesa e inmediatamente puso en frente mío una taza de café con leche, unas tostadas, manteca, mermelada de frutilla (genial, amo la frutilla), algunas galletas, y otras cosas más. Pero lo peor es que no era como ayer, que era para compartir, ya que luego, se sentó frente a mí, con lo mismo que yo.

-Es mucha comida, Ger...

-Debes desayunar bien, y no te levantarás hasta que te termines todo.- dijo

Oh Dios, yo con suerte tomo un poco de café a las apuradas antes del colegio, no estoy acostumbrada a comer, mucho menos toda esta comida, es demasiado. Se lo hice saber, a lo que respondió que trate de comer lo más que pueda.

Luego de desayunar menos de la mitad de todo eso, fui a la habitación de Germán y tomé mi bolso y mi celular, ya que saldríamos a no sé dónde... Me dijo pero lo olvidé.

Forbidden (2022 - SIN EDITAR) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora