Forbidden (2022 - SIN EDITAR)

Indagando en el relato

Capítulo 12: Indagando en el relato

-John, debo preguntarte acerca de mis padres. –Le dije ni bien entré a casa. Al parecer Clara y Adolfo vendrían hoy por la tarde y quería aprovechar las últimas horas para hablar del tema.

-Sí, supuse que ahora me ibas a aturdir a preguntas. –Me contestó riendo.

-Bueno, dado que en cinco minutos me di cuenta de que no conozco a mi familia, es lo mínimo que puedo hacer.

Luego de sonreírme, me contestó. –De tu padre no puedo decirte mucho, pero de tu madre sólo sé que está muy lejos. Tal vez siga en Europa, no lo sé. Tu padre la quería mucho, y se vio venir la prisión, así que le dijo que se escape lo más rápido posible, y ese mismo día ella partió hacia rumbo desconocido en el primer avión que encontró. Desde ese día no supe nada más de ella.

No fue de mucha ayuda, pero noté que me invadió una sensación extraña hablar de ellos, aunque haya sido por unos segundos. Sé que es bastante estúpido, dado que ayer me enteré de su existencia y de que eran mis padres reales, pero creo que ya les tengo afecto.

En fin. Iba a comentarle cómo se había muerto uno de mis Sims, cuando Germán me llamó por teléfono. Creo que era la primera vez que lo hacía porque sí, y, como tonta, no pude evitar una pequeña y mal disimulada sonrisa, de la cual tuve que hablar con John cuando corté.

-Yo te conté cosas por las que me cortarían la cabeza, ahora te toca abrir la boca.

No tenía sentido mentirle, y lo sabía porque ya lo había hecho antes, y no podía. Al menos no con él.

Le conté que era un profesor nuevo con el que estaba saliendo, aunque todavía no era nada formal. Puso cinco gritos en el cielo cuando le repetí que era mi profesor, pero lo callé con la mirada.

-No prejuzgues, hombre. –Le dije secamente cuando veía venir un comentario que de seguro sería tonto e injustificado. –Puedo manejarlo.

-Como quieras. No me digas después que no te lo advertí.

Tras ese comentario, salió de casa, y yo comencé a cavar mi propia tumba, porque ahora debía decirle a Germán que John sabía de lo que teníamos. Ni siquiera sabría ponerle un nombre y ya alguien estaba enterado. Me mataría. Lo sé.

***

-Ya te lo dije, no quise hacerlo, simplemente que es inútil mentirle a John. –Le dije por cuarta vez a Germán mientras me llevaba al colegio. Un oportuno tráfico estaba atiborrando la calle principal y no nos movíamos, por lo que nos sobró el tiempo para discutir.

No le había dicho nada en todo el día de ayer, y hoy le tiré la noticia ni bien me subí al auto. No porque quisiera, sino porque prácticamente me lo sacó por la fuerza, y desde ese momento no había parado de repetir las mismas cosas.

-Y además perdóname, pero olvidé completamente cómo se miente, porque claramente tengo la cabeza en las idioteces de la edad. Ya sabes, lo típico, que tu familia sea de mentira, que tu padre esté preso en vaya uno a saber dónde, que nadie sepa de tu madre desde hace unos diez años y que salgo con un tipo adulto. En serio, no deberías preocuparte por esas tonterías, le pasan a cualquiera. Supongo que la próxima vez pondré más atención en cómo le hablo al que era mi tío. –Le contesté con un tono sereno, pero distante, dado que en la llamada de ayer le conté lo de mis padres.

Un incómodo silencio inundó el lujoso auto.

-No lo miré así. Perdóname. –Dijo después de unos minutos.

Yo simplemente me di la vuelta en silencio a mirar por la ventanilla, mientras comenzábamos a movernos lentamente, a medida que el tráfico avanzaba.

Tenía Física ahora, y de pura suerte Zack me dejó pasar. Había regresado hoy al colegio y al parecer quería deleitarse torturándome de nuevo. Como era tarde, el único asiento disponible era el de Nicole, por lo que aproveché para decirle que la vería en el recreo para aclarar un asunto con ella.

La clase fue infinitamente aburrida, y deseé que regresara Maggie. Luego de que Germán me aclarara todo acerca de ella, sólo tuvimos una clase más, y su voz misteriosamente ya no era tan chillona, y me parecía muy simpática. Lamento mucho no haber aprovechado sus clases, ya que podría haber mejorado un poco en el tema.

Cuando sonó la campana, Nicole y yo nos fuimos a un sector un poco apartado para poder conversar tranquilas. -Escucha, puede que suene tonto pero creo que no tenemos la misma relación que antes, y quiero saber qué es lo que ocurrió. –Le dije ni bien nos acomodamos. Creo que no se esperaba mi comentario, porque parecía bastante confundida.

-No creo eso.–Respondió. En parte tenía sentido, porque habíamos hablado hacía unos días, cuando fuimos a la cafetería, pero era algo que me parecía desde hacía un tiempo, que no tenía que ver con lo que nos veamos.

-Sí, creo que no está la misma confianza.

-Supongo que es porque quiero probar nuevas cosas. Mira, ¿Recuerdas el día que salimos con el colegio? Estuve hablando con Maddie, Avelina y Amelie y son bastante simpáticas. No quiero decir que me aburra contigo y con Daniel, pero con ellas hago cosas más... de chicas, de gente de mi edad, ¿Comprendes? Salimos de compras, vamos a fiestas, hago nuevos amigos, y eso... Y de verdad me la paso bien.

-¿Estás de broma? Nos pasamos el colegio entero hablando de las idioteces que hacían, ¿y ahora me vienes con que la pasas bien? Sinceramente no te entiendo, Nicole. Nos caen pésimo, hicieron millones de maldades, ¿Cómo puedes salir con ellas? –Sinceramente no lo comprendía. Maddie era la "jefa" del grupito, y había hecho que se burlen de Lou, una compañera, durante todo el primer año. La pobre tuvo que cambiarse de colegio porque no lo soportaba más. Avelina, para seguirle siempre sus manias, un día vertió "accidentalmente" su bebida en mi bolso, y la mitad de mis cosas se arruinaron, y si bien Amelie nunca hizo nada, era una persona hostil. En realidad jamás le hicieron nada a Nicole, pero pensé que tenía el mismo concepto que nosotros sobre ellas.

-No las juzgues, no las conoces.

-No hace falta conocerlas para que me caigan mal. Nicole, al parecer olvidaste a Lou. –Dije volviendo a la pobre chica. –Era nuestra amiga.

-Sí, lo sé, pero cambiaron. No hicieron nada así desde hace mucho tiempo, y cuando salimos hablan muy distinto de ti y de Daniel. Escucha, habrá una fiesta el próximo mes, y sería lindo que vengas y las conozcas un poco, ¿Qué tal? Será muy lujosa, eso sí. Pero podrás acostumbrarte.

-No lo sé, es que tengo planes. –Contesté recordando algo de una noche de pizzas, películas y videojuegos que había mencionado Matthew, y que veníamos planeándolo con mucho tiempo.

-Puedes posponerlos. Será divertido, y la pasaremos bien. Si no te gusta, puedes irte. No me enojaré contigo si lo haces, pero sí si no vienes.

Como no quería pelearme con ella ahora que quiero recuperar su confianza, acepté ir sólo un rato, ya que Matt y Javier me matarían si suspendo con ellos.

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