La punta del iceberg

4.8K 184 21
                                    

Capítulo 30: La punta del iceberg



Abrí mis ojos, y extrañamente tenía una estúpida sonrisa en mi rostro. Oh sí, hoy es mi último día de clases, luego tendré dos semanas de receso, genial. Encima me había ido bien en los últimos exámenes porque tuve la ayuda de Germán, por lo que no debo preocuparme por repasar cosas en las vacaciones.

Me levanté de la cómoda cama y entré a ducharme. Era temprano por lo que podía darme un relajante baño sin preocuparme por el horario. Al salir, fui por mi uniforme, mientras se me secaba el cabello.

Cuando tuve mi uniforme puesto, decidí aplicar un suave maquillaje en mi cara. Como siempre no un exceso. Dejé mi cabello suelto, pero lo alisé esta vez. Bajé a desayunar mi clásico café con waffles, mientras leía el periódico. Sí, sé que suena raro, pero me encanta estar informada de lo que sucede en el mundo. Tomé esa costumbre desde que me enteré lo de mis padres. No estoy segura por qué, en realidad.

Cuando terminé mi desayuno, corrí por mi bolso y mi iPhone, después le di leche a Casey y me senté a esperar a Germán en el banco del jardín delantero de mi casa. No esperé mucho, ya que unos minutos después, vi su nuevo auto negro. Olvidé decírselo, pero se compró un BMW negro hermoso. No sé cuál es, pero es una belleza, él lo ama, creo que lo ama más a él que a mí. Voy a usar eso para una bizarra escena de celos cuando me aburra.

-Hola, nena- me saludó con su sonrisa de lado.

-Hola.- respondí aún algo dormida.

-¿Feliz por tu último día?

-Supongo... Germán, creo que voy a inventarle algo a Adolfo y pasaré Navidad contigo.

-Genial, iremos a casa de mis padres.

Sólo sonreí.

No volvimos a hablar, hasta que se despidió de mí al llegar al patio del colegio. Bueno, no era en sí una despedida, porque cuando entre a clases tendría Filosofía así que lo vería pero él me saludaba de todas formas.

-Sarah, en el receso debemos salir. Escucha, mi hermano tiene un amigo que tiene una casa en San Francisco,, y en frente hay una tienda enorme de videojuegos. Podemos ir allí algunos días, y luego al lugar de videojuegos que está a unas cuadras, dentro hay una sucursal de la pizzería, esa que está cerca de tu casa. Dice que podemos ir cuando queramos.- Matthew hablaba entusiasmadamente.

-Oh genial, seguro que podremos ir algunas veces. –Dije, a sabiendas de que ni en un millón de años Clara me daría permiso.

Me retiré de allí y fui a saludar a Nicole.

-Sarah, qué bueno que llegaste, con Maddie estábamos planeando hacer unas fiestas para las vacaciones. De disfraces, otras en la piscina, algunas fiestas de nieve artificial, tú sabes. ¿Qué te parece?

-Genial, me parece genial. Inviten a todos cuando las hagan.

Como continuaron conversando eufóricamente de las fiestas y se olvidaron de mi presencia, volví con los chicos y me quedé conversando con ellos hasta que tuvimos que ir a clases

Como era el último día antes del receso no hicimos nada importante. Luego de la "clase" por así decirlo, fuimos con Germán al salón de música, donde íbamos algunas veces para estar tranquilos.

-En las vacaciones podemos...

-Otro plan más.- interrumpí riendo, ante su cara de desconcierto, proseguí.- Es que los chicos me dijeron de pasarme los tres meses con videojuegos y las chicas con fiestas.

-Yo iba a decirte buscando información de tus padres, y confesándote todo lo que me pidas.

-Oh... Cuanto antes podamos hacerlo mejor.

Forbidden (2022 - SIN EDITAR) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora