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¿El momento que tanto esperé?

Capítulo 35: ¿El momento que tanto esperé?

-Ger...- Dije, mostrándole mi teléfono ¿Por qué ahora?

-Discúlpennos.- respondió él. Entendí que lo dijo por mí, y me retiré a la sala principal corriendo, con Germán detrás de mí.

-¿Atiendo?- le pregunto cuando está conmigo.

-Hazlo, ponlo en altavoz y vayamos a otro sitio

Hice caso y atendí el teléfono.

-Espérame que voy a otro lugar-dije cuando contesté la llamada.

Germán me indicó las escaleras, lo seguí y terminamos en su habitación, o sea, el último piso. Buen lugar.

-Listo, ya puedo hablar

-¿Te encuentras sola?-preguntó

-Sí... Bueno, con Germán- contesté

-

-oye, antes que nada, estoy por subir al avión que me llevará allí.

Me paralicé. Germán puso una mano en mi hombro y me animó a continuar la conversación.

-¿Y-ya vienes? –Se suponía que sería en una semana.

-Sí, en quince minutos subo al avión. Llegaré allí mañana por la tarde.

-¿Quieres que nos veamos?

-En lo posible, ¡Pero tranquila nena, que debo descansar!-rió-te enviaré un mensaje mañana por la noche, es más fácil a ese horario, ¿Podrías escapar de tu casa?

-Diré que dormiré con una amiga y voy a...- oh, él no sabe que salgo con Germán.-a... donde tú me digas.

-De acuerdo, hablaremos luego, debo irme, mi vuelo ya está por partir.

-Ok, adiós.

Ayúdenme.

-¿Estás bien?- me preguntó Ger.

-Eso creo... Papá me pidió... Bueno, ya oíste. Iba a decirle que me quedaría contigo pero no lo sabe.

-¿Se lo dirás?

-Sí lo haré. Él te quiere mucho... Bueno, es decir, eres el único al que le permitió quedarse las dos veces que hablé con él.

Asintió con la cabeza y volvimos al comedor... Ahora debíamos enfrentar el decirles a ellos la verdad. A los padres de Germán.

No sé exactamente cuándo aparecí frente a ellos. Germán me apretaba con fuerza la mano y se lo notaba nervioso.

-Debemos decirles algo...-comenzó él. –Verán, Sarah no es en realidad la hija de un amigo. Ella... Ella es mi novia.

Sus caras fueron de fotografía. Por suerte a mí no me tocó decir nada, ya que luego de unos momentos de tensión, ellos relajaron sus facciones.

-No sé cómo deberíamos tomar esto... Probablemente debería decirte que estás loco, que es menor de edad, y un sinfín de cosas. Debes saber que es así. Estás loco. Pero no puedo hacer nada, si te digo que me opongo, te importará poco y seguirás con ella. Eres mayor de edad, Germán, puedes hacerte cargo, pero si vas a la cárcel no llames porque no haremos nada.- Dijo su padre severamente.-Y tú...- Oh mi Dios, se refiere a mí. –Debes saber que lo que haces está mal. Tanto lo que haces tú, como lo que hace él. Si sucede algo malo, te digo lo mismo que a mi hijo, no busques apoyo en nosotros.