Sus ágiles manos la desnudaban lentamente, acariciando allá donde dejaba su camisón la piel descubierta. Con cada caricia recibida, era mayor su ansias por sentirlo dentro de ella. Estaba con la pasión encendida, apunto de estallar en llamas por el calor que sentía entre sus piernas. Cuando su cuerpo quedó expuesto, totalmente desnudo y a merced de él, sintió la caricia de su mirada posesiva.
John se acercó más a ella, apretando su duro cuerpo al suyo mucho más suave. Ella empezó a bajarle la cremallera de su chaqueta de cuero, mientras él de manera posesiva la agarraba de la cintura para acercarla más a él. Sus labios se encontraron con urgencia y ambos exploraron la boca del otro. Sus lenguas jugaban y danzaban en un baile erótico, que prometía mucho más.Noemi deseaba que él estuviera completamente desnudo como lo estaba ella, para sentir su piel rozándose con la suya y así apaciguar la impaciente necesidad de tenerlo pegado a elle que tanto la consumía.
Él dejó caer las manos que sujetaban su cadera, para bajar y rodear su redondo trasero y apretarlo dulcemente entre sus dedos y sentir su suave carne en las palmas amplias de sus manos.
Noemi dejó que su propia mano vagara por su cuerpo y se detuviera en su impaciente y húmedo sexo. Con un par de dedos, se restregó fuerte en esa zona tan sensible y llena de nervios para darse auto-placer.
Un golpe seco en la puerta hizo que Noemi se detuviera, diera un brinco en su cama y se despertara desorientada. Le costó unos pocos segundos situarse y recordar que acababa de salir de un erótico sueño con John, mejor dicho, de otro sueño húmedo con él...
—Noemi, ¿estás despierta? —La voz de su madre se filtraba a través de la puerta de madera de su habitación.—Ahora sí, mamá —Con un suspiro de resignación y gruñendo por lo bajo, le preguntó—: ¿Qué quieres?
La puerta se abrió lentamente, dejando entrever la silueta de Miriam, que asomaba su preciosa cara por ella.
Automáticamente, Noemi tiró de las sábanas y se cubrió con ella hasta el cuello, para luego darse cuenta lo estúpido de su acción, ella realmente llevaba puesto su camisón. ¡Todo era un sueño Noemi, despierta!
—¿Has olvidado que teníamos cita en la peluquería para esta misma mañana? —La miró de una manera acusadora, pero cariñosa a la vez.
¡Joder!, lo había olvidado por completo y después de mirar el reloj despertador de su mesilla de noche, acababa de comprobar que tenía menos de media hora para estar lista y en la peluquería.—Vale, ahora mismo bajo —dijo refunfuñando toda frustrada; la masturbación tendría que esperar.
Su madre se retiró y ella, muy a su pesar, se levantó de la cama y entró en el baño. Tenía que darse una ducha rapidita, para asearse y apagar el calor sofocante que le había provocado su ardiente y pervertida imaginación.
***
Transcurrió el día de un lado para otro, después de la peluquería, ambas, madre e hija, fueron ha hacer las últimas compras para la cena de esa noche y también se fueron al asadero de pollos para comprar la comida de ese día.Cuando llegaron, su padre les esperaba para comer y fue en ese momento que ella aprovechó para hablarle de John y de la cita de ésa noche:
—Papá, ¿recuerdas que te hablé del chico que nos ayudó la otra noche a April y a mí?
—No me recuerdes lo de esa noche Noemi, hoy no.
La mirada que le dedicó, dejaba bien claro que quería pasar página sobre ese tema, pero ella no podía dejarlo estar así sin más.—Pues se llama John y resulta que acaba de empezar a dar clases en la misma academia a la que asistimos April y yo... Y me ha invitado a salir esta noche...
—Ya sabes lo que te dije sobre eso —le dijo con voz seria y semblante duro, interrumpiéndola—. Y lo sigo manteniendo. Nada de salidas por la noche hasta que cumplas la mayoría de edad.
Se levantó de la mesa, con el plato vacío en la mano y se fue a la cocina, zanjando el tema y dejándola con la boca abierta y toda desilusionada. Miró a su madre, a ver si en ella encontraba apoyo, pero ésta desvió la mirada y no dijo nada; definitivamente, no podía contar con ella y tendría que renunciar a la propuesta de John, aunque le doliera.